Las que cosemos nuestra propia ropa buscamos aquel "algo" original, que haga que nuestras prendas tengan ese toque de únicas y que las distinga de las confeccionadas en serie.
Ese "algo" puede ser simplemente una pinza, un pliegue, una combinación de tejidos y texturas, un perfecto acabado (en el que no se fija nadie, salvo que también cosa, pero que nosotros sabemos que está). Y así, hasta un sinfín de detalles que darán a nuestra ropa ese valor añadido.
Normalmente soy muy impulsiva, pero antes de cortar la tela le doy muchas vueltas al diseño y acabado final. No hablemos ya cuando se trata de bolsos, pienso cada pieza, cada herraje, etc
Pueden ser muchas las razones que me inspiren (no me gusta esa palabra, parece que te viene como algo divino y no es así, hay que currárselo mucho) a realizar un diseño en concreto, las telas con sus colores y estampados, la cantidad que tenga de ellas, los patrones de las revistas, algo que veo por la calle o en un escaparate, mis necesidades en ese momento (a veces, casi todas, hago oídos sordos a mis necesidades y me entrego a mis caprichos. Así está mi vestidor lleno de vestidos que casi no uso). Y como no, mi querido y estimado Pinterest.
Tengo una buena visión espacial, así que no me cuesta mucho imaginar como crear volúmenes desde patrones. Cuando tengo ese batiburrillo de ideas mas o menos claras en mi cabeza, las suelo pasar al papel.
Trazo un dibujo. No creáis que sea un figurín de esos que puedes enmarcar en tu cuarto de costura, sino algo muy sencillo que no me lleve más de cinco o diez minutos. Pero donde están reflejadas todas las pinzas, pliegues, fruncidos, costuras, detalles y anotaciones que me pueden resultar prácticas a la hora de su confección. Por regla general, bueno siempre, la prenda acabada no es exactamente igual al diseño. Pero me resulta de gran ayuda tener una referencia a seguir.
Ahora "solo" queda hacer el patrón base y modificarlo para adaptarlo a nuestro diseño. Que a no ser que tenga muchos volúmenes, estas modificaiones las hago directamente sobre mi inestimable ayudante Úrsula (bautizada así por mi marido, por lo del cuerpo de Úrsula Andress). Bendito sea el día en que me la autoregalé.
Cierro pinzas y las pego con un poquito de celo. Igualmente por los lados. Y como mi Úrsula está tuneada con mis medidas no hay margen de error. Si queréis
modificar un maniquí de costura tal como lo hice yo, hay que tener muy en cuenta que tan solo os va a servir para vosotras mismas.
Y aquí está es patrón del cuerpo, listo para pasar a la tela
En la siguiente entrada estreno vestido
Hasta la próxima, salud y buena costura.