Que olvidado te tengo! Y no por falta de ganas, pero no saco ni tiempo, ni fuerzas. Llego a casa para cenar, y casi sin pasar ni por el salón a ese antiguo ritual de ver un ratín la tele, directa al baño, cepillo de dientes en mano, y de ahí a la cama. No hay valor para enceder el pc, el cansancio me derrumba. Hoy me dije, venga, puedes sacar ese ratito.
Y quería hablar de la Bolsa, nuestra
Bolsa de Jóvenes Cooperantes, para mí uno de los proyectos más bonitos y apasionantes del
Instituto de la Juventud de Extremadura, por cuanto supone, en el que nos estamos volcando, y explicaros su funcionamiento, para quien le apetezca, o para toda aquella ONGD que no lo conozca, y a la que pueda interesar.
Este proyecto nació con el objeto de ofrecer a la juventud extremeña la posibilidad de acercarse a una experiencia como cooperante en proyectos de desarrollo en países del Sur, proporcionándoles una formación teórica y práctica sobre la Cooperación para el Desarrollo y sobre las distintas realidades del mundo en el que vivimos, y dándoles la oportunidad de iniciar una vía en la cual desarrollar su profesión.
La bolsa tiene una convocatoria abierta, de forma que cualquier joven extremeño puede inscribirse a lo largo de todo el año, aportando su curriculum, que se barema conforme a los méritos que en él se acrediten, pasando a ocupar el puesto que le corresponda en la bolsa.
Toda ONGD que requiera de una persona joven cooperante se lo puede solicitar a la Secretaría Técnica de CpD, quien se lo transmite al Instituto, que convoca el proceso de selección acorde al perfil solicitado. Se llama a los tres jóvenes con puntuación más alta del área de la bolsa en cuestión para una entrevista. La suma de la puntuación de los méritos obtenidos conforme al curriculum y la entrevista determinará la selección.
La persona seleccionada tiene estos derechos: curso de formación en cooperación internacional, seguro de accidentes, organización y coste del viaje, así como coste del alojamiento y manutención.
El plazo durante el que permanece en el proyecto de desarrollo se fija a priori, cuando la ONGD lo solicita, acorde a las necesidades del proyecto. No obstante, la idea con la que nace la bolsa es que sean períodos cortos de tiempo, entre 3 meses y un año. (Dado que en un período más corto es difícil que el joven pueda desarrollar un proyecto que repercuta favorablemente en las necesidades de la zona, y que uno más extenso quizá no sea recomendable al ser la primera experiencia como cooperante, que será la que le haga determinar si desea continuar desarrollando su profesión en este ámbito).
Desde el Instituto de la Juventud de Extremadura apostamos fuerte por este proyecto, que promociona valores como la participación, la solidaridad, la interculturalidad, y que trabaja en la emancipación de la persona joven extremeña, al abrirle nuevos horizontes en los que desarrollar su proyecto de profesión y de vida, a través del tercer sector extremeño, ya sea en los proyectos de desarrollo en el terreno, ya sea en el trabajo desde nuestra región. A la vez, profesionaliza la cooperación extremeña, una de las mayores demandas por parte de las ONGD extremeñas, ofreciendo una formación permanente a todo joven inscrito en la bolsa, tanto inicial como especializada, así como una formación previa y concreta para el joven seleccionado.
Personalmente, estoy convencida de las enormes posibilidades de este proyecto, que trabajará en la sensibilización de los jóvenes extremeños, de modo que, además de solidarios, estarán lo suficientemente formados para ejecutar una cooperación de calidad, que identificará a nuestra región por todo el mundo, y que, a un medio-largo plazo, podrá integrarse en la cooperación directa y profesionalizada que será uno de los principales retos de la futura Agencia Extremeña de Cooperación Internacional.
Así que con toda la ilusión, animo a todo joven extremeño a probar la experiencia, a inscribirse en la Bolsa, y a las ONGDs a incluir a los jóvenes cooperantes en sus proyectos de desarrollo, pues contarán con un personal muy profesional, bien formado, y totalmente consciente de las necesidades de la zona a la que vayan.
El tiempo nos dirá si acertamos en esta apuesta, y si la juventud extremeña la acoge favorablemente o no. Yo estoy convencida que así será, y creo firmemente en el compromiso y la solidaridad de Extremadura, y más aún de la gente joven. Sólo necesitamos ese respaldo.