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viernes, 20 de abril de 2012

Friné

Friné ante el areópago (1861), obra de Jean-Léon Gérôme Hamburg Kunsthalle.

Hetera griega, amante y modelo del escultor Praxíteles, que se inspiró en ella para su Afrodita de Cnido. Fue acusada de impiedad por compararse a la diosa y llevada ante el Areópago de Atenas. La defendió el orador Hipérides que, incapaz de convencer al tribunal con su florida oratoria, la mostró desnuda ante ellos y al fin pudo convencerles de que una belleza así, viva imagen mortal de Afrodita, no debía ser condenada. Y el tribunal cautivado la absolvió.


Vendió por cuatro cuartos su pureza,

y luego como hetera fue adiestrada

en artes de ser siempre deseada,

émula de Afrodita en ligereza.


Simple mortal, rivalizó en belleza

con Aquella, y por ello fue acusada

de impiedad, y a los jueces presentada,

oculta en velos tanta gentileza.


El defensor usó de la elocuencia

por describir las prendas de la hermosa

a la piadosa y fría concurrencia.


La oratoria de Hipérides, fogosa,

no aplacaba el presagio de sentencia.

Entonces la mostró: y era la Diosa.

viernes, 25 de junio de 2010

Némesis


























Fosca la antorcha, la segur alzada,

lejos de la Balanza y sus razones,

sangre pide la Sangre derramada,

muerte exige la Muerte a sus legiones.


Aún es tierna la Noche y despiadada

campea la Venganza en sus mansiones;

los canes de la Ira en algarada

a la Revancha van sin concesiones.


Qué dulce es el fulgor de la Violencia;

cómo place el pavor de los culpables

ante su Fin, sin Tregua ni Clemencia.


Sus súplicas en vano, qué agradables,

e inanes las protestas de Inocencia

cuando las Furias van, inexorables.

viernes, 2 de abril de 2010

Las tres Moiras




















La que enciende la llama de la Vida,

la que mide el sedal de la Existencia

y la que, a su Capricho y sin Clemencia,

corta el cordel por la Fatal Herida,


tres son las Moiras, tres: la Bien Venida

Naciente Luna aún sin Experiencia,

radiante Luna Llena en su Opulencia,

y la Menguante Luna decaída.


Cloto, Láquesis, Átropo terrible,

a quien Necesidad cedió el Destino

y ejecuta implacable su mandato:


Hágase al fin su voluntad, acato

la longitud exigua del Camino

y el triunfo de la Muerte, ineludible

viernes, 12 de marzo de 2010

Tique

























A la que el néctar del Destino escancia,

casquivana y mudable cual la Luna:

¿por qué al azar derrama la Fortuna

tu cornucopia o cuerno de Abundancia?


Hexaedros lastrados, cartomancia

amañada y tramposa ¿no habrá alguna

carta de tu baraja que, oportuna,

se muestre favorable a mi ganancia?


Oh diosa de fulleros y tahúres,

de la ruleta en su rodar incierto,

de las quinielas y la lotería:


por tus verdes tapetes los albures

botan como pelota en campo abierto,

y azuzan mi febril ludopatía.

viernes, 19 de febrero de 2010

Deméter y Core-Perséfone

Referencia de imagen: http://aliso.pntic.mec.es/agalle17/entre_amigos/maite/Persefone.jpg

Perséfone tras de comer la comida de los muertos – siete granos de granada – queda confinada fatalmente en el Tártaro, mundo subterráneo de los difuntos, junto a su bárbaro raptor Hades, dios de aquellos lúgubres lugares. Esto causa la desesperación de su madre Deméter, diosa de la Agricultura e inventora del arado, que en rebeldía ante Zeus – consentidor por temor de su hermano Hades - hace plante de sus tareas agrícolas y lleva al mundo de los hombres al borde de la inanición. Todo se resuelve al fin de forma pactada: Perséfone vuelve como Core al mundo de los vivos con su madre pero deberá pasar varios meses del año en el mundo subterráneo como reina de los muertos con Hades. Su mito representa simbólicamente el ciclo de los cereales: Otoño-Invierno bajo tierra como semilla y Primavera y Verano como planta aérea.


Donde mora el eterno desaliento,

donde Aqueronte riega la espesura

de sus álamos negros, la amargura

del Nunca Más y del Desistimiento,


donde mascan los Muertos su Alimento

de rubíes fatales y la oscura

materia del Olvido, donde, impura,

la flor de asfódelo seca el Pensamiento,


allá mi corazón reina en la Muerte

junto a su dueño, su raptor malvado:

¡Perséfone y el dios de los Horrores!


- Libra ¡oh Zeus! a Core de su Suerte,

o no has de ver la Reja del Arado

ni el Fruto Cereal de mis labores.

viernes, 5 de febrero de 2010

Ártemis

Referencia de imagen: http://culturaclasica.files.wordpress.com/2007/06/rightside.jpg

Tensa el Arco Divino, Bella Arquera,

dirige al Firmamento tu amenaza:

será el Manto Estelar coto de caza

y el Zodiaco, la fauna cazadera.


Si a un Carro de Oro tu capricho unciera

cuatro ciervas de esbelta y fina traza,

venatorios corceles que almohaza

la ninfa amisia, pacen trébol de Hera,[1]


y abrevan en los áureos bebederos,

déjame ser sin más, Sacra Amazona,

solo el menor de tus palafreneros,


o la presa que acecha tu persona,

palpitante inquietud por los senderos

que tu flecha mortífera ambiciona.



[1] 8º verso: la-nin-(fa a)-mi-sia,-pa-cen-tré-bol-(de He)-ra, -> la sinalefa -(de He)- es posible aún siendo en sílaba penúltima por ser e la vocal anterior en el grupo vocálico, según Rudolph Baehr, Manual de versificación española, página 50, punto 2) y también por afectar a vocales idénticas, mismo manual, página siguiente, punto 3) b).

viernes, 22 de enero de 2010

Hera


Referencia de imagen: http://etc.usf.edu/clipart/1400/1462/hera_2_md.gif


Fue Zeus – Theus - Deus, fue su Hermano

Quien la violó, de Cuco travestido,

Quien tras de ese arrebato incontenido

de ser su Esposo le ofreció la mano.


Hijos ambos de Crono, y Él de Urano,

la Madre Tierra decoró su nido

con un jardín en oro frutecido,

de naranjos: el Áureo Manzano.


Duró el sueño nupcial trescientos días

por las colinas cálidas de Samos,

que albergaron los sacros regocijos.


Allí fueron retozos y alegrías

so el naranjal: azahar y verdes ramos.

Y concibió la Diosa sus tres hijos.


viernes, 1 de enero de 2010

Diosas: Hestia



Es diosa del Hogar, la que conserva

la Paz que cicatriza tanta herida,

Quien del altar sagrado de la Vida

la Llama guarda y el Calor preserva.


Es Aquella que, ajena a la caterva

furiosa o lujuriosa empedernida

que profana la olímpica guarida,

casta se muestra y virgen se reserva.


Por ello, entre las diosas venerada,

su fuego duradero, inextinguible,

alma de la familia, se custodia:


seguro puerto, cálida morada,

flor de felicidad inmarcesible,

aliento fraternal que a nadie odia.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Diosas: Cibeles o la Gran Madre Tierra



Un vientre universal lo parió todo:

las jirafas, los bosques y los prados;

los platelmintos y los ungulados;

la tortuga carey y el nematodo.


Por intentar del Hombre el mejor modo

Gigantes engendró, desmesurados:

Briareo, Giges, Coto, así llamados,

y Cíclopes del Etna. Dice Hesiodo


que al Hombre alumbró al fin - ¡nunca lo hiciera!

Con Él llegó el Terror, la Astucia... Ira,

y Venganza y Orgullo ... y Sufrimiento;


y, con Codicia y garras de Avariento,

la Explotación, la Guerra, la Mentira,

y cuanto Crimen su Ambición requiera.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Diosas: Atenea




Deidad virgen, casta e industriosa,

inventora de flautas y de arados,

que enseñaba los números contados

y, en el hogar, las artes de la esposa.


Fuerte sin armas más que belicosa,

superior a estrategas consumados,

con los trebejos de matar prestados,

Ares, feroz, temblaba ante la diosa.


Del padre Zeus Atenea vino,

de su testa, a nacer bella y armada,

y el sol de Libia calentó sus venas.


Fue sin querer su brazo el asesino

de Palas, compañera bien amada.

Y dio su amparo a la ciudad de Atenas.

viernes, 3 de abril de 2009

Afrodita


Guillaume Adolphe Bouguereau (1825-1905) - El nacimiento de Venus

Naciste de una Concha[1] como eres:
lúbrica Flor para el Amor fundada,
Diosa Puta, Maestra consumada
en las artes que emulan las mujeres.

Sin Ceñidor seduces a quien quieres,
y con él enloqueces la mirada,
destruyes la razón, dejas ganada
la fe del más templado de los seres.

Paris no tuvo dudas frente a Hera
o Atenea, rivales de Afrodita,
de quien toda hermosura toma ejemplo,

y con la Poma de Oro justiciera
pese al rencor divino que suscita
orna la Hermosa el Ara de su Templo.


[1] “Afrodita, diosa del Deseo, surgió desnuda de la espuma del mar y, montada sobre una concha marina, arribó a la orilla …” Mitología griega 1.11.a Robert Graves. Por otra parte la iconografía más conocida del nacimiento de la diosa (especialmente el cuadro de Botticelli “El nacimiento de Venus = Afrodita” y el que aquí se reproduce, con el del mismo título, del pintor neoclásico francés, Bouguereau) la representan surgiendo de una concha de vieira o madreperla. Asimismo el helecho conocido como “cabello de Venus” Adianthus capillus-veneris, se llama así por sus características hojas que se asemejan a esas mismas conchas. Y a una concha se asemeja el triángulo de Venus femenino, que en tantos países del Sur de América se conoce con aquel nombre.