30/04 - Caída libre.

Estaba a unos metros del asfalto cuando me desperté. Una larga caída que llevaba, calculo yo unos quince minutos de tensión, me fue interrumpida por la exaltación de mi cuerpo que asustado me dejó sin posibilidades psíquicas de ver el final. Salí de la cama para tomar agua, eran las 5 de la mañana, al menos eso es lo que creo que lograron ver mis ojos. Retomé al rato mis pesadillas. Esperaba volver a encontrarme con la misma escena, tenía ganas de enfrentar el peligro cara a cara, cara a piso y ver si esta vez, conciente y preparado para la ocasión, lograba quedarme despierto y así poder ver el desenlace de la que pintaba ser tan trágica historia. Morfeo no dudó en concederme el deseo. Me encontraba yo en caída libre nuevamente, una caída aburrida hasta que distinguí a lo lejos el pavimento. La exaltación no tardó en llegar.

29/04 - La historia del duende que vive al fondo a la derecha.

Nadie sabe la historia del duende que vive al fondo a la derecha y nunca nadie se atrevió a contarla. Quienes la saben la escucharon por el mismísimo duende y nunca nadie la contó, pues el duende termina con una amenaza muy particular que dice así: “Si llegas a hablar lo que termino de narrar, las pelotas te voy a filetear”. El duende me sugirió personal y explícitamente sobre no difundir el relato y mi instinto de supervivencia me advierte sobre las posibles desventajas sexuales que podría ocasionarme la amenaza cayendo con furia sobre mis testículos. Heme aquí con una idea, una vuelta de tuerca que me desliga de toda futura intimidación y como mi intención es compartir la historia del duende, les voy a indicar donde vive para que sean ustedes mismos quienes la escuchen de su boca. Vayan al bar de Don Agadamio y pregunten por el baño.

28/04 - 60 watts.

Sin estar buscándolo, a Waldemar se le apareció una lamparita de luz flotando sobre su cabeza. Era un foquito de 60 watts. Waldemar agarró la bombilla con una mano, no estaba muy caliente pues no hacía mucho que había sido encendida. Se apuró para sacar el débil foco de su mesa de luz y lo sustituyó por la nueva gran idea. Luego se quedó mirándola un largo rato y la observó tanto, que el brillo constante de la luz se le grabó en la retina. Mirara hacia donde mirara, veía su idea como una mancha en todas partes. Waldemar confió en su foco de 60 watts y se reunió con muchas personas para mostrarlo y explicarlo, pero a nadie le gustó. Trató de crear nuevos focos, pero ninguno generó un resplandor mayor. El foquito sigue estando en la mesita de luz, colocado en el velador, esperando a que alguien confíe.

27/04 - Reclamo.

El doctor Uribarrea, después de un gran esfuerzo en el quirófano para salvar una vida, cayó preso de la desilusión. “Fue un milagro de dios”, decían los familiares del paciente que acababa de tener una segunda oportunidad en la vida. Indignado, el doctor fue hasta su consultorio y llamó a dios por teléfono.
-Hola, habla el doctor Uribarrea. ¿Se encuentra dios?
-Sí, ahí se lo paso.
Después de un angelical tono de espera, apareció una voz grave.
-Doctor Uribarrea, qué se le ofrece.
-¿Cómo sabe que soy yo?
-Me lo dijo la secretaria.
-Es verdad. Bueno, yo le llamaba para quejarme.
-Quéjese tranquilo. Lo escucho.
-Los familiares del paciente al que acabo de salvarle la vida, le agradecieron a usted, y no a mí, que dediqué toda mi vida a estudiar medicina e indiscutiblemente, resolví esta situación. Quiero que me devuelva el mérito.
-Imposible Doctor, tengo una reputación que mantener.

26/04 - La casa delatora.

Los detectives Dupin y Holmes fueron innecesarios para este caso que al principio, se lo creía sumamente enredado y dificultoso en su resolución. Lo que parecía necesitar la ayuda de grandes mentes esclarecedoras como la de los famosos investigadores, resultó de gran simpleza gracias a un testigo ocular que brindó los datos necesarios para atrapar al ladrón de las piedras de Almikair. Al llegar los policías a la mansión notaron que en ésta reinaba un desorden inusual para una casa de tan prestigioso nivel. Los muebles revueltos eran el indicio claro de un robo en el que habían desaparecido las piedras de Almikair. Apenas terminaron de recorrer la casa, los policías armaron un identikit del culpable y supieron en detalle cómo había hurtado las piedras.
Creemos justo que la mansión sea la merecedora del mérito de haber atrapado al delincuente, ya que las paredes de la misma fueron las delatoras.

25/04 - El verdulero autosuficiente.

La clásica amenaza que le hacía su tía desde muy pequeño, amenaza que intentaba asustar al niño y que por cierto, nunca tuvo el efecto esperado, terminó por cumplirse. Maximiliano, arrepentido por haber hecho oídos sordos al intento de intimidación de su tía, se lamentaba al ver que desde su nariz, su boca, sus orejas y su ano, afloraban radiantes unos gajitos de hojas de pomelo. –No te comas las semillas que te va a crecer una planta en la panza– y Maximiliano desobedecía.
Ahora, después de años de germinación, se cumple la profecía. Tal descuido en la niñez le cuesta un meticuloso trabajo en la adultez. Todas las mañanas se levanta a afeitarse y junto a la prestobarba, se encuentra la tijera de podar con la que mantiene cuidadosamente su planta de pomelo rosado que increíblemente, le da frutos todo el año y los vende al doble de precio.

24/04 - El virus más destructivo que haya existido.

Dile a todos los contactos de tu lista que no acepten al contacto cientocincuentapordia@gmail.com. Es un virus de mierda que abre una antorcha olímpica que quema el disco duro y pone una bomba de hidrógeno en la placa de video. Pero antes, el muy jodido te roba la pornografía que tanto tardaste en coleccionar. Después arma una pasta de carne picada con vidrio para dársela a comer a tu mascota. También te esconde dos valijas llenas de cocaína abajo de la cama y llama a la policía. Le dice a tus padres que sos super gay y llama a tu novia por teléfono haciéndose pasar por vos para contarle que la engañaste con la mejor amiga. Este virus fue descubierto por Mc Affe ayer por la tarde. Recuerda: no aceptes al contacto “cientocincuentapordia” porque además, el muy jodido te quita la contraseña de Hotmail. Pasa este mail a tus contactos.

23/04 - Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

En Tsu Tsagan está todo prohibido y todo lo que hacen sus habitantes, lo hacen con culpa. Disfrutar de una buena ducha está prohibido, pero los habitantes tienen que ducharse porque también está prohibido andar con olor a chivo por las calles. Está prohibido tener mascotas, y no tener mascotas; está prohibido trabajar para ganarse el pan de cada día, pero también está prohibido no alimentar a la familia, cosa que también está prohibido tener y, al mismo tiempo, está prohibido no dejar herencia. Es así que todos los habitantes del pueblo de Tsu Tsagan viven haciendo cosas que están prohibidas, presos de una culpa que nunca es perdonada.
El promedio de vida de la gente que vive en Tsu Tsagan es muy corto, pues sus jóvenes habitantes no soportan el peso de la conciencia acumulado de tantos años y terminan por sacarse la vida, cosa que también está prohibido.

22/04 - El hombre al que le molestaba la lluvia.

Fueron una seguidilla de días pesados, climatológicamente hablando. Un techo de nubes cubrió todo el cielo del poblado de Argaminda y pasaron varios días sin que se viera el sol. Fue una lluvia como nunca antes se había visto por Argaminda. Todos los habitantes del pueblo estaban al principio contentos, era un chorro de agua constante que le venía bien al campo, pero una semana completa con el incansable soplo del viento y la inquebrantable lluvia, hizo que el pueblo se ponga de mal humor, en especial Arganón, que tenía un carácter particular. Un carácter de mierda. Arganón decidió ponerle fin a la desgraciada lluvia. Exhaló hasta la última partícula de aire de su cuerpo, miró hacia arriba y comenzó a aspirar hasta chuparse todas las nubes. El cielo quedó limpio y soleado. Volvió a llover dos semanas después, cuando los habitantes de Argaminda le pidieron que exhalara las nubes.

21/04 - Stress.

Después de un lunes complicado y estresante en el trabajo, Pedro se fue hacia su casa. Entró a la habitación, abrió el placard y sacó el Winchester que le había dejado su padre como herencia. Estaba algo sucio. Después de revisar la recámara del arma, comenzó a pasarle una gamuza para lustrar un poco los buenos recuerdos y al terminar, le colocó la mira. Luego se sentó lentamente en la cama abrazando el arma, tenía la mirada perdida y su cara no realizó ningún tipo de gestos hasta que de a poco, con un gran esfuerzo muscular, comenzó a fabricar una actuada sonrisa. Tomó aire y exhaló intentando calmar la ansiedad que se venía gestando desde hacía unos segundos. Envolvió el Winchester en una manta, agarró las municiones y se fue a la terraza. Se puso al borde del edificio mirando en dirección al parque. Cargó el arma y apuntó.

20/04 - Humores.

Hoy es lunes, el primer día laboral, la víspera del martes, la promesa de la desgana. Me fui a bañar para empezar el día despabilado y ya con los ojos más abiertos, abrí el ropero para ver qué humor me ponía. Sobre las perchas colgaban muchas caras distintas que remitían a una gran variedad de humores, muchos de ellos en desuso. El feliz, por ejemplo, me había quedado chico desde la última pelea con mi novia y había decidido guardarlo con la esperanza de que alguna vez me vuelva a entrar. El buen humor clásico ya lo había usado todo el fin de semana y tuve que ponerlo con los humores sucios para llevarlos a la lavandería. Seguí revolviendo el ropero y para mi desgracia, solo encontré el mal humor. Me lo puse, agarré mis cosas y salí con muy pocas ganas a vivir el primer día de la semana.

19/04 - El gato curioso del tapial.

Cuando apagó la lámpara de la mesita de luz, Anastasia pudo ver que detrás de la ventana que daba al patio había un gato negro. El gato estaba ahí, en el tapial, iluminado por la luna llena. El cuerpo se mostraba perpendicular al vidrio y su cabeza miraba hacia la habitación de Anastasia. Tenía los ojos amarillos clavados en ella y como es de imaginarse, Anastasia empezó a preocuparse. Cuando un gato se te queda mirando fijo, es porque algo está tramando. Trató de no darle importancia a la situación y giró su cuerpo hacia la pared tapándose con las sábanas hasta la cabeza. El gato comenzó a maullar y ella intentó no darle importancia. El felino pareció interpretar la indiferencia y siguió maullando cada vez más y más fuerte. Se abrió la ventana, entró el viento, se tensaron los músculos un zapato justiciero voló en busca de su presa.

18/04 - Complot mundial.

Bitácora del antisocial. 18 de abril. Local de venta al público.
Esto es un complot. Todos conspiran contra mí. Esos malditos enfermos forros idiotas asesinos genocidas que se hacen llamar seres humanos, no son más que una gran y horrible mentira. Son el virus que está destruyendo al planeta entero. Esto es un complot, o bien es una pesadilla, pero si es una pesadilla estoy soñando que es un complot. Todos mienten, todos me mienten y nos mienten a todos. No tienen perdón de dios y dios no tiene perdón por engendrar a esta manga de mentirosos. Malditos ladrones, me están volviendo loco. Los muy atorrantes se hacen llamar personas. No merecen vivir en sociedad, no merecen la pena. Molestan. Molestan y perjudican. Espero estar equivocándome. Espero que todo esto sea mi error. Por el amor de dios, que alguien me diga dónde mierda están los pequeños precios de McDonald's.

17/04 - Tengo que hablar con vos.

Escuchame y prestame mucha atención pedazo de idiota. Las últimas veces que me dijeron "tengo que hablar con vos", sobrevinieron un par de episodios que te pasó a detallar: Se murió mi mascota, me dejó mi exnovia, me echaron del trabajo, falleció mi abuela y por último, me echaron de mi casa. Sí, fueron muchas las malas noticias que le siguieron a esa frase.
Ahora bien, no me importa una chota nada. No me importa que hables con ese tono terrorífico, no me importa que tengas una túnica negra ni que lleves esa hoz en la mano derecha, no me importa que te tape la capucha y no me importa que hayas aparecido de la nada estando mi casa cerrada. Si me decís “Tengo que hablar con vos”, seguro que es una mala noticia, así que pegate media vuelta y mandate a mudar. Hoy no me la vas a contar.

16/04 - Polos invertidos.

Paula nació con los polos invertidos, esa era su gran y único problema. En resumen y sin ahondar en detalles, confundía el norte con el sur y el este con el oeste. Para ella, en su cabeza, los puntos cardinales estaban invertidos. Según los médicos, Paula, como todos, razonaba su orientación inconcientemente, deducía su ubicación como cualquier otra persona cuando respira y actuaba con igual naturalidad, pero lo hacía en forma errónea. Para dar un ejemplo cotidiano, al salir de un negocio para ir hacia su casa, en vez de girar hacia la derecha (este), giraba hacia la izquierda (oeste) y se daba cuenta de su error unas cuantas cuadras después cuando el paisaje se tornaba desconocido. Pero este problema, más que problema fue una bendición. Por salir hacia el este en vez de girar hacia el oeste conoció a su primer gran amor, quien la guió toda su vida.

15/04 - Carta de perdón.

Fue tu sufrimiento el alimento de mi ego y en ese momento lo disfrutaba, era sabroso. Moviendo las tanzas que controlaban tus labios me sentía el titiritero más afortunado. Estaba lleno de un poder divino, similar al de un niño controlando la vida de un juguete.
Ahora veo monstruos en el espejo y no creo que estas líneas los espanten. Los recuerdos están, tampoco creo que la sinceridad los enmudezca. No puedo echarle la culpa a los granos de mi cara, no quiero poner ningún tipo de excusas ante mis acciones, pero creo necesario mi arrepentimiento.
Sé que no es justo que seas la musa que inspira esta pluma sin experiencia, de nada sirve ahora el expresarte que fuiste la Maga de mi Rayuela. No intento ser un quijote, pero si de algo te sirve, te dejo mi lágrima en la servilleta de este bar roñoso y lleno de nostalgias.

14/04 - Diario íntimo.

Un ebanista se dispone a reparar un mueble desvencijado y encuentra un diario íntimo en un compartimiento escondido dentro de uno de los cajones. El diario es de una mujer que lleva una doble vida. El ebanista lee de punta a punta la novela casera y se ve incentivado a reflexionar sobre los errores de la mujer, comparándolos con los suyos. Comienza a analizar sus propios secretos mirando la vida desde otra perspectiva.
Que hubiese pasado si dentro del diario íntimo de esta mujer hubiese encontrado un número de teléfono o alguna dirección que lo guiara a encontrarla, alguna pista que por más pequeña que fuese, hiciera que sus vidas se cruzasen, que se unieran para transformarse en una, en una sola persona, un solo ser. Reflexiona nuevamente. Esta vez escarba en sus adentros y se da cuenta que él es quien quiere ser, pero lo oculta en un diario.

13/04 - Suburbios.

Era un barrio repleto de construcciones idénticas y bastante conocido por su fama de impagable tranquilidad. Llegué a la casa de Sigui y encontré la llave debajo de la alfombra. Mi trabajo era regarle las plantas mientras él estaba de viaje visitando a sus padres. Me sorprendió la forma en que mi amigo había remodelado la arquitectura de su casa y cambiado el mobiliario. Hacía bastante tiempo que yo no pasaba a visitarlo y sinceramente, el cambio se me hacía un poco drástico. Después de hacer mi tarea me tiré en el sillón y a los pocos minutos, unas cinco patrullas de policías me pedían que salga de la casa con las manos en alto. Al mirar hacia todos lados en busca de alguna salida de emergencia, me di cuenta que sobre el modular del living había una foto de una familia. La casa de Sigui seguramente estaba al lado.

12/04 - La sangre de Gastón.

Por culpa, y gracias al corte en el dedo generado mientras pelaba una manzana verde, Gastón descubrió que su sangre tenía sabor a exprimido de naranja mientras chupaba la lastimadura. Quienes se atrevieron a desafiar su afirmación, también se aventuraron a probar la sangre a base de apuestas, no pudiendo así desmentir el fenómeno radical que convertía a Gastón en el primer hombre del planeta que podía nutrirse bebiendo su propia sangre y que además, tenía sabor a exprimido de naranja. Al cabo de unos años, todas las falanges de sus dedos se mostraban meticulosamente cortadas y a medida que fue pasando el tiempo, su cuerpo entero se convirtió en un monumento al tajo. Gastón se volvió adicto al exprimido de naranja y comenzó a beber más del que podía producir. En un intento de auto control y haciendo un esfuerzo sobrehumano, dejó de beber su sangre. Murió por deshidratación.

11/04 - La sangre de Jorge.

Jorge fue un niño suertudo. En la edad en que el ser humano es mucho más propenso a las lastimaduras, él no padeció ni un arañazo de gato. Toda su niñez fue inmune a los golpes en la cabeza que tatúan grandes cicatrices, inmune a las caídas en bicicleta, inmune a los cuchillos filosos, inmune los malvados marcos de las puertas que viven sedientos de aplastar los diminutos dedos de los infantes. La lista sigue pero es inútil dar más ejemplos. Jorge fue un consentido de la vida y nunca perdió una gota de su sangre. Paradójicamente, fue lo que lo llevó a la tumba. Ya habiendo vivido y disfrutado algunos de los placeres de la vida, Juan se pinchó con un alfiler queriendo zurcir un calzoncillo. Un pequeño pinchazo fue el detonante del volcán de sangre que emanó de su dedo índice hasta dejarlo sin ninguna gota de vida.

10/04 - La sangre de Ostorosky.

Las infinitas horas de estudio junto a las otras tantas de prueba y error, dieron sus frutos. El Doctor Ostorosky era un nombre reconocido en el ambiente científico, pero no porque este nombre mereciera algún tipo de reconocimiento. Ostorosky invirtió toda su vida en una platónica iniciativa científica que no tuvo ningún tipo de apoyo por parte de colegas, ni de grupos inversores. Su proyecto pretendía crear un tipo de sangre única y renovable compatible para todos los seres humanos.
Las burlas y rechazos lo arrastraron a una isla poco poblada del océano atlántico donde continuó con sus estudios. Pasados treinta años, el Doctor Ostorosky parecía no haber envejecido ni una arruga. Volvió a su país y presenciando una reunión anual de científicos, calló a un disertante con educada autoridad y prosiguió con un breve discurso. “He logrado mi objetivo, incrédulos. Soy la prueba viviente de ello”. Murió al instante.

9/04 - Despertador vs. hombre.

Sonó el despertador, abrió los ojos lagañosos y vio la pared manchada de humedad. Puso pausa al irritable sonido y se volvió a dormir. Sonó nuevamente. Esta vez el ruido, a juzgar por su nueva forma de hacerse escuchar, parecía más decidido que nunca a despertar a su dueño que volvió a ver una pared lagañosa antes de presionar el botón de pausa. Pasó la clásica prórroga de 10 minutos y se escuchó el grito más desesperado que se le haya sentido a un despertador. Incansables pitidos a un volumen insalubre reprodujeron un tono increíblemente agudo y molesto que no pasó desapercibido por el hombre. Aparecieron nuevamente los ojos lagañosos pero esta vez eran ojos desafiantes, ojos de venganza. Era el despertador o su dueño. El primero había sido fabricado con una única finalidad, despertar al ser humano. Lamentablemente, el ser humano tiene un instinto bélico ante los despertadores molestos.

8/04 - La Rebelde.

Patricia y Marcelo eran novios desde hacía varios años, habían logrado una relación estable, eran fieles y también muy concientes de que nunca se engañarían. Ambos estuvieron siempre muy enamorados hasta que Patricia se hizo fanática de las telenovelas. Ningún problema se había interpuesto entre ellos hasta que llegó el final de “La Rebelde”, una atrapante telenovela Venezolana que mostraba la vida de una sufrida mujer de campo que después de grandes miserias económicas y amorosas, pudo casarse con el millonario de su vida. Patricia, fascinada con la desdichada vida de “La Rebelde”, comenzó a ingeniárselas para que su vida tuviera ese aire de tristeza que tanto admiraba. Así fue que empezó a arreglárselas para inventar toda clase de historias que no hicieron más que arruinar la perfecta vida de los enamorados. Ideó todo para que su vida se pareciera a una novela, pero nunca pudo tener su final perfecto.

7/04 - Diario del domingo.

Con el objetivo de bajar de peso, Aníbal decidió caminar por las desoladas veredas que caracterizan los domingos a la mañana. Al volver tomó un exprimido y leyó todos los titulares del diario, ampliando en uno de los que más le llamó la atención por su cercanía geográfica. El diario informaba sobre un choque que se había producido a una cuadra de su casa y del que raramente no se había enterado, ni siquiera por vecinos.
El domingo pasó sin pena ni gloria y al otro día, yendo al trabajo, vio el choque que había mencionado el diario el día anterior. ¿Por qué los afectados y sus destrozados autos seguían en el lugar del hecho? Al llegar a su casa, por la noche, miró nuevamente el diario que había leído el domingo y notó que la fecha no correspondía a tal día. Aquel domingo, le habían mandado un diario adelantado.

6/04 - Plan de vida.

Tenía todos sus objetivos cumplidos. No porque los hubiera logrado, más bien porque nunca tuvo ninguno. Por eso se propuso uno muy ambicioso: destruir el universo. Al darse cuenta de su imposibilidad, no porque no pudiera sino porque no sabía hasta dónde tenía que destruir, se las ingenió para bajar expectativas. Decidió destruir la luna. “Malditos idiotas, no pueden controlar este planeta y quieren viajar a la luna”. Luego le cayó la ficha de la imposibilidad de tan gran empresa y se decidió por destruir el mundo. Este último era hasta el momento el más sensato de sus planes de vida, pero lamentablemente era a largo plazo. Así que decidió aniquilar a su vecino, pero le dio lástima. Quiso después destruir al perro de su vecino, el causante de que quisiera destruir a su vecino, pero tuvo piedad. Al final se quedó con el único objetivo que podía controlar. Autodestruirse.

5/04 - Teoría de la última oración I.

Al salir de su casa notó que ese miércoles no era como todos los miércoles. Tampoco era como todos los días de la semana ni como todos los días del año. Ni siquiera se parecía a ningún día de su vida. Ese día había una especie de confusión en el aire que le resultaba un tanto extraño. Si bien tardó una cuadra y media en darse cuenta, al final pudo descifrar qué era lo que tanto le molestaba. Ese miércoles, absolutamente todas las personas que caminaban por la vereda, a juzgar por su idioma, eran extranjeros. No escuchó a nadie decir una sola palabra descifrable. El segundo indicio fue que todos los carteles publicitarios parecían estar en el mismo idioma que hablaba la gente y cuando intentó conversar con un conocido, no pudo comunicarse.
La noche anterior, mientras él dormía, había terminado el proceso. Todos los argentinos habían sido colonizados.

4/04 - Teoría de la última oración II.

Al salir de su casa notó que ese miércoles no era como todos los miércoles. Tampoco era como todos los días de la semana ni como todos los días del año. Ni siquiera se parecía a ningún día de su vida. Ese día había una especie de confusión en el aire que le resultaba un tanto extraño. Si bien tardó una cuadra y media en darse cuenta, al final pudo descifrar qué era lo que tanto le molestaba. Ese miércoles, absolutamente todas las personas que caminaban por la vereda, a juzgar por su idioma, eran extranjeros. No escuchó a nadie decir una sola palabra descifrable. El segundo indicio fue que todos los carteles publicitarios parecían estar en el mismo idioma que hablaba la gente y cuando intentó conversar con un conocido, no pudo comunicarse.
La noche anterior lo había trasladado a un psiquiátrico. Nunca volvió a entender a nadie más.

3/04 - Teoría de la última oración III.

Al salir de su casa notó que ese miércoles no era como todos los miércoles. Tampoco era como todos los días de la semana ni como todos los días del año. Ni siquiera se parecía a ningún día de su vida. Ese día había una especie de confusión en el aire que le resultaba un tanto extraño. Si bien tardó una cuadra y media en darse cuenta, al final pudo descifrar qué era lo que tanto le molestaba. Ese miércoles, absolutamente todas las personas que caminaban por la vereda, a juzgar por su idioma, eran extranjeros. No escuchó a nadie decir una sola palabra descifrable. El segundo indicio fue que todos los carteles publicitarios parecían estar en el mismo idioma que hablaba la gente y cuando intentó conversar con un conocido, no pudo comunicarse.
El viaje en el tiempo había resultado a la perfección, pero no esperaba encontrarse con humanos.

2/04 - Teoría de la última oración IV.

Al salir de su casa notó que ese miércoles no era como todos los miércoles. Tampoco era como todos los días de la semana ni como todos los días del año. Ni siquiera se parecía a ningún día de su vida. Ese día había una especie de confusión en el aire que le resultaba un tanto extraño. Si bien tardó una cuadra y media en darse cuenta, al final pudo descifrar qué era lo que tanto le molestaba. Ese miércoles, absolutamente todas las personas que caminaban por la vereda, a juzgar por su idioma, eran extranjeros. No escuchó a nadie decir una sola palabra descifrable. El segundo indicio fue que todos los carteles publicitarios parecían estar en el mismo idioma que hablaba la gente y cuando intentó conversar con un conocido, no pudo comunicarse.
Ese miércoles, todos habían ido al dentista, y ella se había hecho un fondo de ojos.

1/04 - Teoría de la última oración V.

Al salir de su casa notó que ese miércoles no era como todos los miércoles. Tampoco era como todos los días de la semana ni como todos los días del año. Ni siquiera se parecía a ningún día de su vida. Ese día había una especie de confusión en el aire que le resultaba un tanto extraño. Si bien tardó una cuadra y media en darse cuenta, al final pudo descifrar qué era lo que tanto le molestaba. Ese miércoles, absolutamente todas las personas que caminaban por la vereda, a juzgar por su idioma, eran extranjeros. No escuchó a nadie decir una sola palabra descifrable. El segundo indicio fue que todos los carteles publicitarios parecían estar en el mismo idioma que hablaba la gente y cuando intentó conversar con un conocido, no pudo comunicarse.
Ese miércoles dejó de intentar cambiar la historia. Por más que intentaba, los finales eran pésimos.