El Cosmos lo es todo. El Cosmos es lo que te envuelve y también tú. Tú también eres el Cosmos porque como decía Carl Sagan "somos polvo de estrellas". No tan solo vives en el Cosmos. El Cosmos también vive en ti.
La gracia del Cosmos y de Cosmos es que siempre han estado ahí. El primero porque es así. Y punto. El segundo, porque desde que en los 80 viajó del Pirulí de Torrespaña hasta los corazones de muchos de nosotros, lo hizo para quedarse. Y se quedó en nuestros corazones junto a su presentador, el carismático Carl Sagan.
Pues bien, leía esta tarde a mi gran amigo Luis Alfonso Gámez del blog Magonia, que Cosmos volverá y a lo hará a lo grande. Lo hará emitiéndose en más de 180 países y en 48 lenguas el próximo día 10 de Marzo a las 23h.. Se podrá ver en los canales españoles de Fox. Es decir: National Geographic Channel, Fox, Fox Crime, Nat Geo Wild y Viajar.
Vuelve la mejor serie de divulgación científica de la historia y de la mano del más digno sucesor de Carl Sagan, Neil DeGrasse Tyson acompañado de dos de los creativos de la serie original: la viuda de Sagan, Ann Druyan y Steven Soter, a los que esta vez acompaña Seth MacFarlane, el creador de Padre de Familia, TED o Padre Made in Usa.
Vuelve además con un estilo renovado. Nueva gente aunque antiguos creativos que intentarán mantener el espíritu de la serie original. Vuelve con nueva música, más actual, que no peor. Vuelve una nueva nave de la imaginación tan fantástica y cómoda como la otra. Pero sobre todo vuelve para hacer palpitar de nuevo los corazones cuando se hable del Calendario Cósmico o cuando se medite sobre las consecuencias de guerras entre nosotros. Lo hace para reflexionar sobre la situación política mundial. Seguro. O para hacernos viajar al interior de los objetos más inimaginables que se os ocurran. Desde lo más grande a lo más pequeño.
Vuelve porque así son las cosas más bonitas: las haces, las dejas, las echas de menos, y poco a poco casi sin darte cuenta, vuelves a escribir.
La ciencia no es aburrida. La ciencia mola. La ciencia da respuesta a las cosas que nunca pude responder. La ciencia emociona. La ciencia te hace crecer. Y sobre todo, la ciencia, enamora. Lo fácil sería desquererse, pero ¿quién rebobina este cuento?
Esta vez, seguro que volverá a entrar en el corazón de millones de personas. La ciencia no tiene ni se merece un lugar en esa absurda competición por la audiencia, teniendo como rivalea a estafadores con túnicas. La ciencia es prime-time. El Cosmos es prime-time. Se merece trato de superproducción. Porque no se me ocurre mejor superproducción que la historia de todo. La historia de todos nosotros (y no lo último de Facebook).
Vuelve Cosmos y vuelve la ciencia más apasionante y emocionante. Pero también vuelven reflexiones sobre religión. Sobre Política. Arte. Historia. Sociedad. Escepticismo. Pensamiento Crítico. Humanismo. Cultura. Vuelve TODO. Y toda vuelta es en realidad un quédate conmigo. Sea en el Empire State o en el Pirulí. Tú, también eres el Cosmos. Que como dijo Sagan: "El Cosmos es TODO lo que es, o lo que fue, o lo que será alguna vez”.
P.D: os dejo los dos trailers. El primero tiene ya unos meses. El segundo es de hace pocos días y para anunciar la fecha de estreno.
Carl Sagan hoy cumpliría 78 años. Carl estaría aun activo en divulgación científica. En tiempos como los que corren, Sagan estaría indignado y daría su imagen y su carisma en pro de las clases más desfavorecidas. Estoy seguro que sería impasible en su crítica a los gobiernos de todo el mundo. Carl lucharía desde la dialéctica con la dictadura de los mercados. Sagan, se manifestaría en las calles junto con toda la ciudadanía. Él, como siempre a lo largo de su vida, seguiría luchando y peleando por una vida mejor. Para Sagan sería inconcebible que con el nivel tecnológico actual, por culpa de decisiones políticas, hayan millones de personas muriendo de hambre o no escolarizadas. No sería capaz de concebir como aun las mujeres son de largo, el colectivo más discriminado del mundo. Rechazaría categóricamente cualquier tipo de violencia, provenga de donde provenga. Criticaría abiertamente a políticos, empresas y banqueros. Promocionaría actividades de ciencia por todo el mundo. Probablemente tendría una web de las más activas de la red. Seguiría escribiendo libros que inspirarían a generaciones enteras. Con seguridad, sus exposiciones y conferencias alrededor del mundo, evitaría que muchos gobiernos, por no pasar el bochorno, recortasen en I+D. No consentiría ni daría tregua a aquellos que están cargándose el planeta. Carl Edward Sagan, simplemente seguiría siendo el mismo que fue.
Sin embargo, ya no está. ¿O sí?
Sí. Sigue estando. Está en todos y cada uno de nosotros. Continuamente en mi corazón y mi mente, como ejemplo que seguir. Está en el corazón y la mente de miles y miles de personas alrededor del mundo que decidieron dedicar sus vidas a la ciencia, a la defensa de los derechos humanos y al progreso de la humanidad. Está en todas y cada una de las entradas en blogs que tratan de ciencia. Está en cada manifestación de la ciudadanía. Está en los cientos de videos, debates, conferencias y canciones que circulan en la red y que aun, hoy, sin desgaste alguno, le hacen a uno volar en la nave de la imaginación. Le hacen inspirarse. Le recargan a uno de ganas de compartir un amor, un amor por la ciencia. Un amor que merece ser de todos y que se encuentra en todos. Carl no murió. Mientras se siga hablando de él, mientras sigamos divulgando ciencia, luchando en pro de los derechos humanos por todo el mundo, su memoria seguirá siempre viva. Su obra se encuentra en cada nuevo niño al que consigamos mantener encendida su llama de la curiosidad. Se encuentra en cada nueva vocación científica. En cada descubrimiento apasionante.
Siempre he querido parecerme a él. No es un secreto que lo tengo como ejemplo a seguir. Después de una época absurda de mi vida donde, de nuevo de forma absurda, abandoné todas estas cosas, vuelvo a concretar proyectos, a tener ideas, a moverme por defender lo que considero ético y que ayuda a hacer un mundo mejor. Vuelvo a tener esas ganas de agradecerle a Sagan, todo lo que sin el saberlo, me dio. Esa llama en mis ojos cuando hablo de ciencia. Esa indignación cuando creo que algo no es justo. Esa batalla en favor de la defensa de los derechos humanos de polo a polo. Por mi parte, y como dije en una ocasión en este mismo blog: mientras me sea posible, mientras pueda, voy a seguir haciendo cosas para que la llama nunca se extinga no solo en mí, sino en los ojos de todos aquellos a los que pueda llegar. Siempre que pueda y me dejen (y si no, peleare para que me dejen), honrare la memoria de Sagan haciendo aquellas cosas que con seguridad el haría mucho mejor que yo.
Carl Sagan es sin duda, uno de los héroes de la humanidad a pesar de que el rechazaría ser considerado como tal. Sin embargo, creo que honrar su memoria y su obra, es lo mínimo que podemos hacer.
Carl inició un viaje que todos también realizaremos, un viaje a las estrellas. Pero mientras no sea tu turno, ¿Qué haces tú para ayudar al progreso de la humanidad? Tú tambien puedes.
Vaya por delante que no pretendo ni soy nadie para dar clases o enseñar cómo se debe divulgar la ciencia. No obstante, llevo desde los 15 añitos dando charlas por ahí, asistiendo a eventos, escribiendo mis cosas, devorando documentales, páginas web y libros. Después de la resaca de divulgación científica del pasado fin de semana en Bilbao, en el evento Amazings 2012, donde lo más granado de la divulgación en este país estuvo presente si bien con una charla unos, los otros como colaboradores y a buen seguro muchísimos más como público sin ser de Naukas, Amazings o Perico de los Palotes, me di cuenta de varias cosas entre los ponentes que me gustaría resaltar y con las que comulgo. Así pues, si te apetece hablar de ciencia a la gente, si justo estas empezando en esto (todos empezamos en esto, y aunque pasen los años aún tenemos muchísimo que aprender...así que es como si continuásemos "empezando"), quizá te vayan bien estos 10 puntos que según mi opinión, repito, SEGÚN MI OPINIÓN, deberían ser obligatorios o tenidos en cuenta por todo aquel que decida divulgar la ciencia:
1. No existe una regla sobre si preparar o no las charlas. O sobre el tiempo que deben durar.
Pues eso. En mi caso no suelo prepararme mucho las charlas, porque personalmente creo que se me da bastante bien la improvisación. Y hasta el momento, así me ha ido genial. Me gustan tanto los temas de los que suelo hablar y me he pegado tantos discursos para mí mismo, que al final improviso a mi manera.
Pero no tiene por qué ser así. Quizá si eres de preparártela, te saldrá mejor que a mí. En el fondo consiste en explicar conceptos básicos de ciencia de la mejor forma posible. Y da igual como lo prepare el ponente.
Sobre el tiempo, se suele decir que charlas de más de 40 minutos empiezan a aburrir o hacen perder la atención entre el público. Yo he dado charlas de 10 minutos y de 2 horas y media sin parar. Al final depende de lo que tu sepas hacer y de lo bien que sepas captar a la gente con tu charla. Una recomendación: Siempre que puedas lleva una libreta encima. De esas de bolsillo. Seguro que te ha pasado como a mí, que las mejores ideas te suelen venir mientras paseas por tu ciudad o pueblo, comprando o haciendo cualquier otra tarea de la vida. No dejes pasar la oportunidad de registrarla. Te ayudara a ser mejor. Hay quien incluso usa las antiguas grabadoras. No suelen ser muy caras. Empiezan a grabar rápido y al final siempre es mejor oírte como explicas algo que leerlo en una libreta, donde probablemente habrás simplificado muchos puntos por tal de agilizar la escritura. Pero ambas cosas están bien.
2. Usa presentaciones sin mucha letra
Esta es una de las cosas en las que hice mayor hincapié en el último Amazings. Por suerte, la inmensa mayoría de los ponentes no usaron farragosas presentaciones con kilómetros de frases. La gran mayoría se basaba en imágenes, videos, pequeños esquemas. Y si, algo de letra pero muy poco y en los momentos en que se antoja necesario. Como Julián Palacios, cuando hablo de los 3 puntos básicos para salvar una vida. Estamos demasiado acostumbrados a hacer presentaciones con líneas y líneas de texto y esto no hace más que aburrir al oyente. Pero además, creo que deslegitima al propio ponente. Me explico: Si tu estas dando una charla sobre un tema es porque eres el ¡puto amo! sobre ello. No necesitas leer. Con presentaciones con imágenes que te ayuden a acompañar tu discurso es suficiente. Si lees de la pantalla, quedarás como aquel que está ahí pero tiene que leerlo todo. Aburrirás al personal. Y probablemente no te vuelvan a llamar.
3. En la medida de lo posible intenta ser cercano sin restar rigurosidad.
En este punto me refiero por ejemplo a la figura de Carl Sagan. Si os fijáis, en su célebre serie documental Cosmos, Carl innovo en un aspecto: miraba al espectador a través de la pantalla. Compartía contigo, sí, contigo, todo aquello de lo que hablaba e incluso te invitaba a subirte a su nave de la imaginación. Y todo ello sin perder un ápice de rigurosidad.
En Amazings 2012, vimos multitud de charlas que se movían entre el humor y la emoción (Emocionantísimo final de Sergio Pérez Acebron "Un latido de vida en una placa de Petri") sin restar rigurosidad. Y es que divulgar ciencia es eso: explicar las cosas como son, ni más ni menos. Pero de forma amena, agradable. Cercana. Emocionante.
Busca metáforas. Asiste a charlas. Lee historias. Seguro que existe ya alguna metáfora para explicar "eso" que tú quieres contar.
En mi caso siempre intento mezclar emoción en mis charlas. Intento que cuando acabe, al público se le erice el bello del brazo, miren con ojos de querer saber más. Pero tú elijes. Eso sí, siempre manteniendo el rigor de la ciencia. No como hacen algunos vendedores y promotores de pan Bimbo.
4. En la medida de lo posible, participa en este entorno.
Hazte un blog si no lo tienes ya. Cuenta tus cosas. No tengas miedo a los grandes gurús de la red. El blog es para compartir lo que a ti te gusta y de la mejor forma que puedas. Todos sabemos cosas, pero es mucho más lo que desconocemos. Asiste a los eventos que se creen cerca de tu comunidad. Tienes multitud de formas de enterarte que es lo que hacen cerca de tu casa. Probablemente si asistes a la universidad más cercana te podrán informar. Habla con gente. No tengas vergüenza. Sin ir más lejos, yo desde pequeño admiraba a Javier Armentia. Recuerdo la primera vez que hable con el que casi temblaba. Hoy me tomo copas con él, me rio haciendo bromas y me sigo en diez mil redes sociales. Al final, en este rollo todos nos abrimos y no ponemos palos a las ruedas. Nos gusta que seamos cuantos más mejor. Sabemos de lo difícil que es ya no solo hablar de estos temas en público, sino conseguirlo hacer alguna vez. Reúnete de gente con tus mismas aficiones. Intercambia ideas. Aprende. Monta proyectos juntos. Esto último me paso a mí con Iván García Cubero de Wis_Physics, con el que cree el proyecto Docuciencia que nos dio muy buenos frutos. La distancia, en la era de internet, no es un problema. Muévete. Asiste. Habla. Interacciona. Muestra que tú también vales.
5. Mantén un correcto y sano escepticismo en tu vida.
El escepticismo no es nada raro, es una forma de vivir. Una herramienta intelectual sana que nos ayuda a ser mejores y a dilucidar entre lo que es falso y lo que tiene muchas posibilidades de ser cierto. Sin escepticismo no habría ciencia. El escepticismo es uno de los pilares de la ciencia: la duda, el cuestionamiento constante de lo establecido. Esto te ayudará a desechar ideas de gente que bajo el paraguas de palabras que "suenan" a ciencia, te intentaran vender sus "líneas de investigación". Sí, hablamos de ovnis, terapias alternativas, creacionistas o defensores del diseño inteligente, conspiracionistas, espiritistas, etc. Vamos, sabes de sobras de lo que hablo. Pero se trata de hablar de ciencia. No de pseudociencia. En este aspecto también hay asociaciones con gente que intenta promover el escepticismo, como la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, de la que formo parte. Si tienes alguna duda o te interesaría saber más, no dudes en escribir a la asociación o a mí mismo. Sí, divulgar el escepticismo es también una forma de hacer ciencia.
6. No es necesario ser científico para poder divulgar la ciencia.
La ciencia se encuentra en todos nosotros, ¿Cómo no vas a poder hablar tú de ella? Si te fijas, centenares de divulgadores científicos son periodistas. No es necesario tener una carrera de ciencias, aunque ayuda. Lo necesario, lo único necesario, es que ames a la ciencia. Que te encante empaparte de ella. Leer hasta que se te sequen los ojos. Navegar. Preguntar. Dudar. Ver. Experimentar. Como me dijo en una ocasión Sergio Palacios, el autor del blog Física en la Ciencia Ficción Plus, para él, el científico no es el que tiene la carrera de ciencias sino el que tiene una mentalidad científica. Que no repriman tus anhelos de poder hablarle a la gente de lo que más te gusta por el simple hecho de que no eres científico. Como ya te he dicho antes, la mayoría de las veces los propios científicos que viven en su torre de marfil, son los que precisamente hablan peor sobre ciencia. Y si alguna vez te espetan en la cara que no tienes nada que te avale por ser por ejemplo, de letras, yo siempre respondía lo mismo: para saber que 2+2 son 4 en cualquier lado del Universo, no necesito tener una carrera de ciencias. Necesito entender el motivo por el que son 4 y no 5.
7. No trates a la gente de gilipollas.
Hay muchos casos de gente bien conocida que trata a la gente de gilipollas. Este no es el camino. Si deseas que la gente se acerque a la ciencia, lo que no hay que poner son piedras en el camino. En el fondo, de lo que se trata es de hacerle ver a la gente que la ciencia es fácil (vivimos cada día con ella) y es la mayor fuente de conocimiento contrastado que tenemos. Si empiezas diciéndole vulgaridades a alguien simplemente porque tú le estas juzgando con groserías, esa persona no tan solo no querrá saber nunca nada mas de ti sino que probablemente ni tan siquiera del resto de divulgadores. Aún más, seguramente hable a su gente más cercana de lo "capullos" que son "esos" divulgadores. El daño de una mala palabra en este caso es muy superior a lo que podemos conseguir siendo educados. Al final se trata de divulgar ciencia así que pensemos en la mejor forma de hacerlo y con el menor número de víctimas por el camino. Siempre digo que no me meto con las creencias de las personas pero si con quienes se aprovechan de ellas. Para con estos últimos, sí que en mi opinión, me doy carta blanca para decirlos lo que pienso con las palabras más bonitas que tengo. El astrónomo y divulgador científico Phil Plait explicaba muy bien este punto en una charla suya titulada "Don't be a dick" y que puedes encontrar subtitulada en castellano aquí.
En la mayoría de las ocasiones este es el mejor momento de cualquier conferencia, ponencia o charla. Ahí salen a relucir los temas que más le interesa al público. En el fondo, los adultos aún siguen siendo niños en temas de ciencia y lo que quieren es preguntar. No tengas miedo en decir que no sabes la respuesta. Al contrario, la ciencia es humilde porque coloca a cada uno en su lugar en el universo. Te hace ver la verdadera magnitud de lo que eres y te ayuda a darte cuenta que puedes ser barrido de aquí por un suspiro cósmico. Ante tal profunda reflexión, solo nos queda relajarnos y admirar la belleza del cosmos. Sin embargo, ahora empezamos a tener las herramientas para cuestionar al universo de tú a tú. Para dirigirnos a él con la soberbia y valentía del hijo que le lleva la contraria al padre, y decirle "Yo sé que eres, y voy a seguir estudiando todo lo que pueda y más, para desvelar todos tus secretos". Sí, en la cabeza de un niño que sale de la ESO o bachillerato, están las herramientas más poderosas que jamás se han conocido en todo el universo: el conocimiento y la valentía. La valentía nos hace dar un paso más. El conocimiento nos hace ser cautos y humildes. No tengas miedo en decir que no sabes la respuesta a la pregunta de alguien de la sala. O si él tampoco la sabe, anímalo a que la busque y te la comunique. Nunca reprimas un ansia de saber más. Poténciala. No quedarás peor por no saber una o diez preguntas. Pero te ayudara a darte cuenta de que es lo que realmente le interesa de tu charla al público. Y la siguiente, la llevaras muchísimo mejor porque te basaras en las reiteradas preguntas de otras veces. Al final el ser humano ansia saber. No que le digan lo que tiene que saber.
9. Aunque lo seas, ante tu público no te comportes mayoritariamente como un friki.
Aunque en este ámbito a todos nos gusta serlo o directamente lo somos, no es una imagen que ayude mucho. El tópico del científico loco nos ha hecho más daño que otra cosa. Pregunta a la gente de tu entorno que imagen tienen de un científico. Deja que use mis dotes de adivinación: va con bata blanca, con gafas, bolígrafos y libretas, habla con palabras raras y escribe formulas increíbles. Esta despeinado. No tiene vida social. No bebe. No fuma. No sale de fiesta. No se emborracha. No folla.
Esta imagen ha hecho muchísimo daño. Convierte al científico en poco menos que en un ser raro en la comunidad. El apartado. El marginado de la clase. El aburrido.
No, el científico y el divulgador no son así. Gracias a Carl Sagan o actualmente a Brian Cox, esta imagen está desapareciendo, o como mínimo suavizándose. Los científicos y los divulgadores somos gente normal, que nos gusta lo de la gente normal. Si en tu ámbito privado eres un poco friki (apuesto que sí, como todos nosotros), que se quede en tu ámbito privado a ser posible. Cierto es que a veces un toque de "genio loco" ayuda para hacer reír y quitar hielo al ambiente antes de empezar la charla. Pero por favor, que no sea una constante en tus charlas y no vayas con tus cartas Magic, porque al final los que te vendrán a ver serán tus amigos del clan de Magic o del Call of Duty. No olvides que la divulgación científica es por el bien de todos, de la sociedad en general.
Sí, no te miento. Me gustaría en un futuro ser algo parecido a Brian Cox :P
10. Y el más importante: Ama lo que haces.
A menudo este suele ser el error más grande que tiene todo divulgador científico o persona a la que le toca hacer divulgación. Y esto segundo es el problema. Estamos hartos de comprobar como científicos de toda índole se ven obligados a dar alguna charla para divulgar sus trabajos y lo hacen a desgana. No es que no sepan, o quizás sí, pero creo que es porque menosprecian esta parcela. Sin una buena divulgación que prepare a la sociedad en estos temas, el trabajo de todo investigador no podrá ser suficientemente entendido por el conjunto de la sociedad. Que al fin y al cabo es quien paga con los impuestos. Poder hablar de ciencia con cierto fundamento es una experiencia única. Saber y comprender de ciencia te da un poder que no te da ninguna otra rama del conocimiento humano. Te da el poder de mirarle a los ojos a toda la creación y gritarle al Cosmos "No soy nadie, pero se quién eres y puedo saber muchísimo mas de ti". La simple idea de que los átomos que forman tu cuerpo se crearon en las entrañas de las estrellas es algo de tal magia, que creo incomparable. No tan solo formas parte del Universo sino que el Universo habita en ti. Al final todo se traduce en un ciclo y después otro, y después otro. Y así. Y tus átomos, aquel que algún día fuiste "tu", otro día serán una terrible estrella, o un planeta gaseoso, o quizá el crisol de una nueva vida que empieza a luchar por su supervivencia en un lejano y extraño mundo.
Ama lo que haces hasta el punto en que ocasiones, te erice el bello hablar de ciencia o te humedezca los ojos contemplar una bellísima noche estrellada de verano al lado de la persona a la que amas. Te animo a que tumbado en una playa, en una noche de verano, levantes tu mano e intentes tapar una estrella con tu dedo pulgar. Tan pequeño y tan grande a la vez. Todo es cuestión de perspectiva. Sin embargo, tu estas aquí leyendo esto ahora. Intenta que más gente lo lea. Escríbelo tú con tus propias palabras. Lo que sientes. Lo que te despierta. Las lágrimas que eres capaz de arrancar de dentro tuyo, por observar un planeta por tu pequeño telescopio. Ama a la ciencia y la divulgación como si estuvieses enamorado. Grítalo a los cuatro vientos. No te amedrentes. Se pasional. Porque de hecho, eso es de lo que se trata todo esto: de estar enamorado. Tu único límite será tu tiempo. Pero antes de eso, el infinito se extiende sobre ti. Y hay muchas cosas que hacer. Y ante el poder del amor, no hay nada que te pueda detener.
Enamórate de la ciencia. Cuéntalo. Anímate. Y disfrútalo.
Hoy se cumplen 15 años desde que Carl Sagan decidió dejarnos e iniciar su viaje hacia las estrellas. El lugar donde siempre quiso estar. El lugar del que nunca se fue.
Debajo, como anunciaron su muerte en TVE
Y una entrevista que hizo con Ted Turner y que no tiene desperdicio. Como siempre, el mensaje de Sagan sigue totalmente vigente hoy en el 15 aniversario de su muerte.
Aunque quizá no se le pueda llamar muerte. Tipos como Sagan, son y seran inmortales.
Hace un tiempo vimos a James Randi hablar de Carl Sagan y su esfuerzo perenne por hacer la ciencia más amena. Además, hacia el final del video, pedía con nostalgia más "Carl Sagan".
En este video, Neil deGrasse Tyson (@neiltyson en twitter) reconoce otra vez más, que su inspiración fue Carl Sagan y además, nos da un dato hacia el final, que demuestra la calidad humana del célebre astrónomo que tristemente nos dejó un lejano 20 de Diciembre del 1996.
Tal día como hoy en el 1934, nació la persona que más me ha inspirado en esta vida. Quien me ha dado la fuerza de hacer lo que hago. Quien compartió su pasión con todos y nos enseñó a hacerlo. Todos conocemos la pasmosa facilidad que tenia Carl Sagan para emocionarnos en todas y cada una de sus argumentaciones. Pocos ha habido en la historia como él. Creo que una buena forma de recordarlo, es recordar sus palabras. Que su mensaje continúe vivo. Mientras sus palabras se sigan escuchando, mientras su mensaje siga evocando emociones y momentos, su recuerdo seguirá vivo en toda la humanidad.
En este video, Carl Sagan nos habla de lo que realmente supuso el proyecto Apollo para el conjunto de la humanidad. No solamente fue una batalla puramente tecnológica y política, sino que fue sobre todo un elemento unificador para toda la especie. Como explica Carl, el ser humano pasó del reino de lo terrenal, al reino del mito. Se atrevió a mirar hacia los cielos, a desarrollar tecnologías asombrosas nunca antes imaginadas, que se ayudaban unas de otras para lograr un objetivo común, para conseguir posar a un ser humano en la Luna.
Pero como en otras ocasiones, la especie humana se levantó de nuevo. Osó un día mirar a la cara a los dioses y les gritó como el niño que quiere alcanzar su sueño:"¡Aquí estamos! ¡Estos somos nosotros! y no solo no nos vamos a quedar aquí sino que iremos más allá". Esos tres valerosos hombres (Armstrong, Collins y Aldrin), no solo contemplaron con indiferencia a la muerte, sino que alcanzaron el reino de los cielos. No en nombre de una nación. En nombre de toda la humanidad.
Por primera vez, el ser humano contemplaba su casa desde la lejanía, y comprobaba como no existían fronteras. Como esas fronteras son tan solo imaginarias. Como todos navegamos juntos en esta débil barca cósmica. Como ese frágil y débil globo azul se suspendía en el vacío, como "una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del Sol".
El Apollo fue muchas cosas, y aun hoy, nos aprovechamos de su importancia y de sus hallazgos en cada momento del día. En nuestras casas, aprovechamos cada día descubrimientos que se hicieron y tecnologías que se crearon durante el proyectoApollo.
La foto del "Amanecer de la Tierra", probablemente sea la más importante de toda la historia. Por lo que supuso en su momento y por lo sigue suponiendo. Un planeta, la Tierra. Un lugar. Nuestro hogar. Un hogar que estamos destruyendo. Un hogar donde continuamente aparecen disputas entre los vecinos de una parte, contra los apenas distinguibles vecinos de la otra. Un hogar con muchos visos de dejar de serlo si no lo cuidamos concienzudamente. Si la única lucha que hacemos no es la de ser mejores los unos con los otros. Daros cinco minutos para contemplar esta bella fotografía y entender toda su fuerza, toda la emoción que desprende. Cuantos reyes y gobernantes en toda la historia de la humanidad hubiesen dado sus reinos por contemplar tan solo un segundo, esta imágen. Probablemente, la más importante que hayáis visto jamás.
Visto lo visto, quizá sea hora de volver a unir a toda la humanidad en un proyecto conjunto. Un proyecto que implique al completo a todo el mundo. Un proyecto que represente un abrazo que abarque al conjunto de la especie.
Somos los que un día osamos entrar en el hogar de los dioses.
Os contaré como descubrí yo a Carl Sagan. Hace muchos años, tendría yo 8 o 9, corrían por casa dos cintas VHS de Cosmos. Las había comprado alguien de mi familia, en la típica oferta de lanzamiento de los coleccionables de cada año. Supongo que debía ser algo así como 195 pesetas 2 cintas, o a saber...
El caso es que si ya desde bien pequeño me interesó la astronomía y sentía una profunda emoción siempre que contemplaba una noche estrellada de verano, disfrutaba también con cada noticia, apunte o referencia al cosmos que aparecía en la televisión.
Pero un buen día -y es una imagen que tengo guardada inmutable, y que espero preservarla durante toda mi vida- recuerdo que estaba corriendo y jugueteando por el suelo de casa cuando fui a parar al comedor, donde de golpe y porrazo vi en la televisión a un hombre, con un curioso jersey de cuello alto, hablando de lo que a mí me gustaba y además parecía tranquilo y sensato. Recuerdo que creí que estaba ocurriendo algo impresionante para que un hombre apareciese más de 1 minuto seguido hablando de astronomía. Mi experiencia hasta ese momento era que la astronomía solo era tratada en la televisión -para mi, noticias, películas y cualquier otra cosa era simplemente "televisión", como un todo- escasos segundos con alguna imagen que duraba otros tantos segundos. Pero no, ese hombre estaba ahí, impasible, inmutable, hablando sobre mi mayor pasión. Y además, parecía contento. Radiaba emoción. Radiaba pasión por los temas de los que hablaba. Y encima, se hacia cómodo escucharle. Uno se relajaba y se dejaba llevar por esa voz tan especial y la forma como decía las cosas. A pesar de que no había estado presente desde el inicio de esa emisión y que fui a parar ahí de casualidad mientras jugaba, ¡Lo estaba entendiendo todo! ¡Como explicaba ese hombre! Puedo decir que ahí prácticamente, quede enamorado -que nadie me malinterprete- de la figura de ese hombre.
Me pareció alguien importante: ¡Iba en una nave espacial! ¡Y ya llevaba más de 5 minutos hablando sobre astronomía sin corte alguno! Debía ser alguien realmente muy importante. Al instante, la imagen se fue y volvió la televisión de siempre.
Pasaron los años y fui cuidando mi afición. Descubrí en casa 2 cintas VHS con el título Cosmos. Pero por entonces, aun no había un reproductor VHS en casa. Aun así, me miraba y requete miraba la portada, los textos de la contraportada, las escasas imágenes que salían, etc. Y como no, revisaba periódicamente el típico panfleto que viene con los coleccionables. Era poco, pero era lo más valioso que tenia sobre astronomía. Cualquier noticia de astronomía que me llegaba en un papel, era automáticamente recortada y guardada. Si escuchaba de fondo en la televisión o la radio la más leve referencia a "planeta", "universo", "trasbordador", "sonda" o similar, corría por casa para intentar llegar y enterarme. Y así fueron pasando los años. Pensando que la astronomía quedaba relegada a los minutos finales de los noticieros, a los pequeños titulares de los periódicos y poco más.
Pero un día, ocurrió uno de los hechos más importantes en mi vida: abrieron una biblioteca cerca de mi casa. La Biblioteca Salvador Allende de Girona. Estaba a escasos 300 metros. ¡Podía ir siempre que quisiese! Y allí, acaparé prácticamente toda la sección de libros de ciencia. Entre ellos, descubrí uno muy particular: Cosmos de un tal Carl Sagan. En el instante que alquilé el libro por primera vez no lo reconocí.
Llegué a casa y me estiré a leerlo. Conforme iba avanzando paginas, lo que leía me recordaba a alguien que hacía muchos años había conocido. Las mismas palabras, el mismo tono, la misma facilidad para explicar conceptos, la misma profundidad en las argumentaciones,... ¡No podía ser! Fui corriendo a buscar las cintas de video VHS que llevaban años criando polvo. ¿Ponía "Cosmos de Carl Sagan"? ¡No me lo creía! Fui corriendo al reproductor de video, y metí las cintas. Era el. El mismo. La misma persona que había prendido la mecha de mi pasión por la ciencia y en especial la astronomía. ¡La misma música! ¡Me evocaba los mismos sentimientos! ¡La misma poesía! No podía ser. ¡Ese increíble hombre había estado en mi propia casa! ¡Y durante años! ¡Lo había tenido en mis manos! ¡Había pasado por alto sus cintas cuando buscaba algunas otras en el armario de las cintas! Irremediablemente, comencé a llorar. No totalmente de tristeza -que también, porqué pensé que había perdido un tiempo precioso-, lloré de emoción. Nunca más iba a perder de vista a ese gran hombre y su obra. Ahora ya sabía quién era, sabía donde estaba y sabía como podía conseguir más. Ese día, que recuerdo con mucha emoción, me prometí a mí mismo dedicar mi vida a parecerme todo lo posible a él, a mantener su obra, a promocionarla lo mejor que pueda. Las personas tenemos ídolos en la vida. Ídolos de todo tipo: deportistas, artistas, modelos, escritores, científicos,... El mío no era el científico más importante de la historia. Ni siquiera fue un revolucionario con sus estudios. Pero fue un revolucionario de explicar la ciencia. Nadie ha conseguido superarlo. En mi opinión, merecía estar en lo más alto de los altares de la ciencia por ser la persona que hasta la fecha más ha acercado la ciencia al conjunto de la humanidad. Conmigo lo consiguió. Tiempo después descubrí que lo consiguió con más de 600 millones de personas.
Mirad este video y estremeceros.
Siempre se valora a quien descubre algo revolucionario. Y es justo hacerlo. ¿Pero cuantas veces se valora a quien ha potenciado esos descubrimientos creando vocaciones científicas? ¿A quién ha dedicado su vida a inspirar otras? ¿Cuantas veces se valora de forma importante la divulgación? ¿Cuantas veces se premia la divulgación? ¿Cuantos serian los adelantos científicos y tecnológicos que hoy no tendríamos de no ser por la labor divulgadora, la labor de hacer la ciencia emocionante, de ese profesor de colegio o instituto, por ejemplo? ¿Cuanto tardaremos en comprender que la divulgación científica y la ciencia generan riqueza económomica y cultural en toda sociedad que apueste por ellas? ¿Cuando entenderá el conjunto de la sociedad la importancia de estar formado en ciencia? ¿Cuantos científicos de hoy le deben su vocación a la obra de Carl Sagan?
Carl Sagan y Cosmos abrieron, han abierto y abrirán la caja de los sueños a miles, a millones de personas. Lo hizo en su momento y lo seguirá haciendo. Ahora todo el mundo, mayores y jóvenes, tienen la oportunidad de unirse por un fin común. Ahora niños y padres de toda España pueden y deberían reunirse de nuevo en el sofá del comedor. Tienen un motivo para pasar la tarde juntos: El diario Público regalará cada domingo a partir de mañana, la serie documental Cosmos, que cautivó a más de 600 millones de espectadores en todo el mundo. La mayor y más exitosa serie documental de todos los tiempos. La serie más inspiradora y evocadora probablemente de la historia de la televisión. Reuniros, sentaros juntos en el sofá, encended el reproductor de DVD y mirad Cosmos. Debatid en cuanto acabe. Miraros a los ojos y contemplad las implicaciones de todo lo que acabáis de escuchar y ver. Contemplad entonces vuestro alrededor y pensad cuánta razón tiene ese hombre del DVD. Reuniros, de verdad, y mirad juntos Cosmos de Carl Sagan. Es una experiencia reveladora, emocionante, evoca momentos entrañables y de humildad respecto al cosmos. Es una experiencia que debe vivirse en compañía. Es una experiencia integradora. Una experiencia chocante que une a las personas en lugar de separarlas. Es una experiencia unificadora entre los seres humanos, hace que las personas se olviden de sus injustas catalogaciones políticas, religiosas o culturales, y se unan en un todo, en lo que realmente son: ciudadanos del Cosmos.
De verdad os digo, que es una gran oportunidad. Una oportunidad histórica de hacerse con un documento valiosísimo, vigente aun a pesar de los años que han transcurrido. Una colección que debería estar presente en todas las casas. Una colección que educa, anima y nos hace contemplar el universo que nos envuelve con otros ojos.Y todo por 2€. Cada domingo, el diario Público y un DVD de Cosmos por tan solo 2€.
No intento venderle a nadie la moto, en serio. Pero me sabría mal que esta oportunidad fuese desaprovechada por la gente. Público hace tiempo que se convirtió en mi diario de cabecera, que leo cada día. El único periódico con el que me he sentido prácticamente identificado al 100% desde el primer día. El único periódico innovador de todos los que tenemos en este país. El único que es verdaderamente crítico. El único capaz de hacer el encomiable esfuerzo de dedicarle 4 páginas diarias a la ciencia.El único que realmente valora, se preocupa y cuida a sus lectores. Y lo ha demostrado con este coleccionable.
Mientras el resto de periódicos de España se encargan de regalar vajillas, manteles o ecobolas -ecotrolas-, Público apostó desde el primer día por laCULTURA. ¿Y qué mayor expresión de la CULTURA que la serie Cosmos? De verdad, no os la perdáis. Es un esfuerzo que vale la pena hacer. Quizá ahora no lo valoréis, pero lo haréis en el futuro. Es una inversión de futuro. Una inversión en la memoria de la obra de Carl Sagan.
Por mi parte, a pesar de tener todos sus libros, la serie documental y otros documentos, voy a hacerme con la colección. Porque vale la pena apoyar estas iniciativas. Porque vale la pena esta inversión. Es una inversión en conocimiento, en educación, en cultura. Y lo más importante,
Hoy traigo una entrevista de Ted Turner a Carl Sagan en el programa "El Dialogo".
En esta entrevista hablaran de la importancia de educar a la población, de educarla en la ciencia, de la guerra nuclear y sus consecuencias, de la fe y las religiones, de la importancia de la investigación científica, de que podemos hacer todos y cada uno de nosotros para preservar el medio ambiente,...
Por la de veces que me he tenido que enfrentar a la misma pregunta, quisiera destacar el momento Carl Sagan responde a la pregunta de Ted Turner sobre la necesidad de invertir tanto en investigación espacial. Sublime.
Como siempre, a pesar de los años que tiene el video, el mensaje de Carl Saganes de rabiosa actualidad.
Me encantan todas esas canciones que en los foros de astronomía se les llama "música cósmica". Me hacen desconectar, me provocan estados de paz, calma. Siempre he dicho que me gustaría tener una banda sonora para cada momento de mi vida. Cuando miro el cielo, por ejemplo, también me gustaría que sonara música. En definitiva, soy muy temperamental y me encanta emocionarme con cosas de ciencia mientras escucho música. Hace tiempo ya, encontré una web que tiene música de este tipo.
Corre por Internet la web Symphony of Science. Una web creada JohnBoswell, productor y compositor musical aficionado a la ciencia, la filosofía y la obra de Carl Sagan.
John Boswell tuvo una idea reveladora: divulgar ciencia mediante la música y fragmentos de documentales o entrevistas a los más grandes divulgadores. Dicho y echo. Se puso manos a la obra y salieron verdaderas joyas que destilan buen gusto, además de lo más importante y rasgo inconfundible de la ciencia, la humildad.
Os dejo solo dos canciones de las 5 o 6 que hay:
En la web Symphony of Science, podéis descargar las canciones en varios formatos para llevarlos en vuestro mp3. Y si os gusta tanto como a mi, pensad un momento si no vale la pena colaborar con estos proyectos donando algo. Yo lo he hecho, así que te animo también a ello.
Disfrutad de ratos de buena música y grandes poetas de la ciencia.
"Siempre que afloran los prejuicios étnicos o nacionales, en tiempos de escasez, cuando se desafía a la autoestima o vigor nacional, cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea. Tiembla su pequeña fuente de luz. Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse"
Hoy se cumplen 75 años del nacimiento de Carl Edward Sagan, probablemente el divulgador científico más carismático de la historia. Su serie Cosmos(que por cierto, podeis ver en DocuCiencia), emitida en el mundo entero (y que se calcula que la ha visto un 3% de la población mundial), fue un éxito rotundo. El libro basado en la serie, fue el libro de ciencia más vendido de la historia en su momento. En definitiva, Carl inspiro a miles de personas a que dedicasen su vida en mayor o menos medida, a la ciencia.
Pero esta entrada no es para explicar la vida de Carl, fue un personaje tan conocido en todo el mundo que es relativamente fácil encontrar información sobre Carl relacionada con cualquier temática. Inclusive sobre su vida privada.
La entrada es para comentar como me inspiró a mi, como compartió conmigo un poquito de ese amor que el sentía por la ciencia y que os prometo que comprendí a la perfección.
No se en que año seria, que salio a la venta en fascículos la colección de Cosmos en VHS. Como siempre, la primera y segunda entrega eran muy baratas, así que alguien en mi casa se decidió a comprar esas dos entregas. Increíble. Solo puedo decir eso. Me puse los vídeos y probablemente no me equivoque si digo que los vi unas 4 o 5 veces durante 4 o 5 días. ¡Llego un punto que incluso me sabia la mayor parte de la narración de memoria! ¡Ese hombre que aparecía ahí, a bordo de la nave de la imaginación (mucho más buena que la nave del misterio) tenia la sorprendente capacidad de hablar de ciencia como si fuese poesía! ¡Era incluso capaz de arrancarme lágrimas! ¿Y como lo conseguía? Saltaba a la vista. Cuando uno ve a Carl Sagan hablar de ciencia, ve como le brillan los ojos, como siente pasión por lo que dice y como demuestra unas ganas tremendas de compartirlo con todo el mundo. No en vano, una de sus citas más famosas es:
"...Después de todo, cuando estás enamorado, quieres contarlo a todo el mundo. Por eso, la idea de que los científicos no hablen al público de la ciencia me parece aberrante".
Es increíble lo que demuestra esta cita. Demuestra amor por algo en tiempos en que la gente en su mayoría es pasiva, no siente devoción por nada. Y Carl sentía devoción por la ciencia. Y supo transmitírsela a todo el mundo. Ese es su gran logro: Conseguir que otras personas, al igual que yo, sintiésemos amor por la ciencia.
Recuerdo que después de ver esos primeros vídeos, me fui a la salita, donde mi padre tiene multitud de libros para ver si había alguno de Carl Sagan. En efecto, habían dos: La conexión cósmica y Cerebro de Broca. Os puedo decir que creo que son los libros que más rápido me he leído en mi vida. En cuestión de una semana había visto como 20 veces los vídeos de Cosmos (los dos primeros, repito) y me había leído dos libros suyos. Y ya me enganché.
Al poco tiempo, abrieron una biblioteca en mi barrio. ¿Que fue lo primero que busqué? En efecto, libros de Carl. ¿Y cual fue el primero que vi? En realidad fueron dos: Cosmos y Un punto azul pálido (libro que de pequeño yo confundía y le llamaba Cosmos 2, aunque realmente podría considerarse así). Solamente os diré que fui (y a día de hoy aun lo soy) el usuario de la biblioteca que más tiempo a tenido alquilados los libros: 1 año y medio. A 15 días por alquiler,...
En cuestión de un año me había empapado de Carl Sagan y se iniciaba así un camino en mi vida honrando a su persona. A todo lo que hizo por abrirme los ojos y enseñarme el maravilloso mundo de la ciencia.
Lo bueno, es que con los años comprobé que a otras personas les ocurrió algo parecido a lo mio. Carl les sirvió de inspiración. Entonces se me engrandeció más su figura.
Y hasta el día de hoy, donde siento pasión por su figura, por su humanidad y su calidad como científico. Porque esa es otra. Mucha gente conoce a Carl Sagan por su serie documental o por su inestimable divulgación del escepticismo y el pensamiento crítico, pero también destaco en investigaciones científicas: especialmente relacionadas con el planeta Venus y su fuerte efecto invernadero. Fue también uno de los impulsores del proyecto SETI y del envío de placas y discos en sondas espaciales con información sobre los humanos. Creo que soy de las pocas personas que tiene todos sus libros publicados en castellano. Mi dinero me ha costado y bastante esfuerzo, la verdad. Pero me vale la pena. En definitiva, me he convertido en un coleccionista de todo lo relacionado con Carl Sagan: cartas, sellos, vídeos, conferencias,...
Y hoy, cerca ya de ser día 10, se celebra el 75 aniversario del nacimiento de este grande de la ciencia en la historia, no podía fallar. Quizá penséis que es algo exagerado, pero quisiera plantear una cuestión aquí: Einstein, Newton, Galileo, Kepler, y otros, son de los más grandes científicos de la historia. Todos ellos por descubrimientos. ¿Pero cuantos científicos son considerados como los grandes de la historia por divulgar la ciencia? ¿Que no es quizá, tan importante como los descubrimientos, que se divulguen estos? Si no, la ciencia se vuelve endogámica. La ciencia estaba encerrada en su torre de marfil y era solo para elegidos o para los pocos interesados que habían. Por estos motivos, en mi altar personal, sitúo a Carl entre los más grandes de la historia de la ciencia. Porque según mi modesta opinión, fue el primero que consiguió llevar las maravillas de la ciencia al gran publico y por fin, después de siglos, alguien consiguió hacer accesible la ciencia a todo el mundo. Como debió ser desde el principio.
Carl Sagan NUNCA murió, viajó rumbo a las estrellas.
Son muchas las ocasiones en las que he querido explicar el motivo de la creación de este blog. Es como una forma de explotar. Necesito contarlo, vamos.
Desde pequeño me ha encantado la ciencia. Todos los libros de ciencia la biblioteca de mi barrio primero pasaban por mi y luego por el resto de usuarios. Es un privilegio que me gane cuando me hice amigo de los dos bibliotecarios. Especialmente, Cosmos de Carl Sagan, fue el primer libro que cogí y el que más tiempo alquilé. Lo llegue a tener, entre alquiler y alquiler, 2 años en mi casa. Si contáis que cada alquiler eran 15 días,... Hay cuatro cosas que me influyeron enormemente y que consiguieron despertar la chispa dentro de mi:
Cuando mi hermano me explicó que al ver las estrellas, estábamos "viendo el pasado".
La visión del cometa Hale-Bopp.
Un profesor de mi instituto al que siempre honrare, Juan María de Batlle. Nunca tuvo ningún reparo en quedarse después de clase el tiempo que fuese necesario para contestar cualquier duda que tuviese. Muchas veces dejo de ir a almorzar con otros profesores por responder o debatir conmigo algo en las horas del recreo. Siempre hizo lo posible por recrear fenómenos con experimentos, aun fuera de horas lectivas. No tenia ningún problema en que fuésemos a su casa donde tenia libros, o podía montar experimentos. Me llevo a conferencias sobre astronomía y biología en Girona. Me proporcionaba información a diario(el fue quien me hablo del material gratuito sobre energía nuclear). Además de profesor y amigo, es junto con Carl Sagan, las dos personas de ciencia que más me han influido a los que más les debo. Con todo lo que pueda hacer en mi vida, no hago más que honrarles. Y en el caso de Juan María de Batlle, su dedicación conmigo.
En todos los momentos de mi irrelevante vida, he intentado hablar de ciencia con todo el mundo. A veces con mejor o peor suerte, pero lo he intentado: cenas, cumpleaños, dando una vuelta, tomando algo, inclusive de fiesta,... Y en muchas ocasiones escuché uno de los comentarios que más me han afectado: "No me rayes ahora con chorradas".
Estos comentarios curiosamente, han sido los que me han hecho más cabezota. Los que me han hecho que intente hablar aun más sobre ciencia y con más gente. Curiosamente, los que hacían esos comentarios eran los que me contaban más historias raras y los que en muchas ocasiones me decían "Claro, como tu eres astrólogo...", refiriéndose a que lo que más pasión me despierta en este mundo es la astronomía. Al principio hace gracia e incluso te gusta corregir a la gente y decirle que no, que no me gusta la "astrología", que lo que me gusta es la astronomía. Pero con el tiempo cansa. Y mucho. Al menos a mi me ocurre así.
Poco a poco y con cosas como estas, empecé a crearme una visión escéptica sobre el mundo de lo paranormal. Al igual que mucha gente de pequeño ha creído en fantasmas, magias y demás, yo, por buena o mala suerte, no he sido así. Supongo que el hecho de que en mi casa aparecieron vídeos de Cosmos de una colección de fascículos cuando era bien pequeño, que mi padre siempre ha sido bastante escéptico con muchos de estos temas (aunque pasivo), y dos experiencias que relataré, me hicieron ser critico con todas estas cosas desde bien pequeño. Amigos mios me desafiaban a que con unas tijeras, delante de un espejo, dijese "666" o "Verónica, Verónica, Verónica". Lo hice y no ocurrió nada. Me desafiaban a una sesión de Ouija. La hice y no ocurrió nada. He pasado muchas horas mirando el cielo, en diferentes épocas del año. Y nunca vi nada parecido a platillos volantes o que no pudiese explicar informandome un poco. He ido a un castillo de Girona donde supuestamente y parece ser que siempre, si lo visita alguien, se aparecen fantasmas. Fui y no ocurrió nada. Y así hasta hoy.
Con el tiempo, fui viendo que la gente era proclive a creer en todo lo paranormal y que la gente suele ver lo que quiere ver, así que en dos ocasiones decidí poner esto a prueba.
En una ocasión, me subí a hombros de un amigo y nos cubrimos con una sabana. Cogimos bastantes linternas rojas y nos paseamos por la noche, entre tiendas de campaña de unas colonias de niños de no más de 14 años. Todos se asustaron, gritaron, etc etc. Lo sorprendente de todo esto, es que al día siguiente en el periódico local, los monitores decían haber visto "luces cegadoras en el cielo", entre "10 y 15 figuras" cerca de las tiendas, un "ruido insoportable",...
En otra ocasión(tenia 17 años), cuando descubrí que era posible ver a una hora exacta el reflejo de los satélites Iridium, quedé con varios amigos que estaban confundidos con mis pasiones: ellos creían que a mi lo que me iba era lo de los extraterrestres y demás. Todo lo contrario, ya sabéis. Total, que aprovechando esta "confianza" que tenían en mis "conocimientos de ovnis y abducciones" (cosa que no es cierta), me inventé que me habían pasado información privilegiada y secreta. Que "tal día" a "tal hora", una nave extraterrestre descendería para tener contacto con varios humanos. Total, que ese dia a esa hora, nos plantamos en el campo donde dije que iba a aterrizar la nave. Les dije que mirasen hacia un lugar concreto del cielo y les dije "En 1 minuto veréis la nave por ahí, haciendo las maniobras de entrada en nuestra atmosfera". Cuando pasaron 55 segundos, dije "¡Mirad! ¡Mirad! 5, 4, 3, 2...1..." y Patapam! una estela cruzo el cielo. Os podéis imaginar a mis amigos. Pálidos, temblando. Empezaron a suplicarme que nos fuésemos de ahí. Alguno entre lágrimas. Otros tartamudeando. Nos fuimos corriendo y yo riéndome que no podía más. Del flato que me daba pensaba que me caería a medio camino de las motos. Estos amigos se pasaron como 5 o 6 días sin apenas salir de casa. Asustados. Preguntándome que "que iba a pasar ahora". A día de hoy aun no saben que todo fue una broma.
Estas dos experiencias me hicieron ver que era más que importante la divulgación del escepticismo científico. Era necesario. Imprescindible. Así que poco a poco empecé a buscar información sobre estos temas y con lo primero que fui a topar fue con El Escéptico Digital y con entrevistas a Javier Armentia. Total, que cuando empecé a meterme en todo esto "del interné", y al ver que había tanta publicidad pseudocientífica por ahí y que en Internet las leyendas y bulos corrían que daba gusto, decidí crear este blog. Estaba harto de que la ciencia y la critica a las pseudociencias no tuviesen tanta voz como el "misterio". Y se que mi voz es ínfima, pero es una más. Quizá no sirva de mucho todo lo que digo, pero el orgullo que siento al compartirlo con todo el mundo, no tiene precio. Podía quedarme tan tranquilo en casa, leyendo muchas de las tonterías pseudocientíficas que campan por ahí. Me cuesta un trabajo, un tiempo estar aquí. Pero en mi fuero interno pienso que el precio de no hacer nada ante esto, es mucho mayor. No debo ser de fiar ni mucho menos, hay muchísima gente que habla de estos temas mejor que yo, tienen más información. Pero por convicción propia, siento que debo hablar desde la ciencia, de todos estos temas. Siento que debo hacerlo, que es aberrante que no de un paso al frente cuando alguien me aborda con afirmaciones paranormales. Como he dicho, lo que cuenta es que ofrezca mi apoyo. Sabiendo que en muchas ocasiones puedo rebatir algunas de esas afirmaciones, no asimilo la idea de callarme. No solamente por rebatirlas, sino porque mis convicciones me piden que divulgue esta forma de pensar. Mi voz es pequeña si, pero junto con otras constituye el arma más poderosa que pueda existir para combatir la sin razon. Y eso es lo que cuenta. No es el mejor ni el peor, no es el más ni el menos visitado. Simplemente es el mio. Y con el me he llevado más de un berrinche pero también más de una alegría. Especialmente más alegrías que berrinches. No he sido constante, lo reconozco. Y me he currado pocos post largos y con buen contenido, y para colmo, la mayoría de estos son de hace tiempo ya. El blog ha notado como ha transcurrido mi vida este ultimo año, o año y medio. Pero aunque no escriba cada día o cada semana, aunque no desmitifique cada vez algo, lo que siempre he querido y deseado con este blog es compartir el material con todo el mundo. Ya sea directamente en mi blog, como redireccionando de otros blogs o webs. Este pequeño blog solo ha querido ser un punto de reunión o un lugar donde comenzar a buscar. Y me quedo satisfecho con que así sea.
A las puertas de cumplir 3 años, necesitaba contar esto.
Una mañana, Carl se dirigió a una biblioteca y una vez allí le pregunto a la bibliotecaria si tenían libros de estrellas. Esta le dijo que síy acto seguido le dio un libro sobre actores y actrices de cine. Carl se enfadó. Esas no eran las estrellas que el buscaba.
Este debate se subió previamente al canal DocuCiencia, que llevo con Iván, pero creí conveniente subirlo también a mi canal de youtube, que es mayoritariamente sobre escepticismo.
Como nota final, destacar la diferencia entre los debates actuales y los de hace 21 años. Antes juntaban a grandes de la ciencia como estos y se hablaba sin tapujos de Dios, el universo, vida extraterrestre y cualquier otra cosa. Sin embargo, actualmente, juntan a 8 tipos pegando gritos, de los cuales 4 provienen de Gran Hermano, 2 han tenido lios con la Obregón y la otra es la Patiño esa, y el ultimo que queda, con suerte, es el único que sabe algo sobre el tema que se habla pero apenas puede decir nada porque el conductor del programa lo corta o el resto gritan más.
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