anhelar
una sociedad
que se organice en torno a las necesidades humanas,
no comerciales.
que el bienestar de todos los niños y ancianos sea una prioridad pública superior.
que sanar no sea una mercancía distribuida según las leyes del máximo beneficio.
que los conocimientos sean adquiridos por la experiencia y libremente compartidos.
La cuestión femenina no es la cuestión de las mujeres. El problema no somos nosotras.
Nuestras necesidades no son el misterio. La cuestión femenina es el problema de cómo
vamos a organizar nuestra vida en común, todos, mujeres, niños y hombres.
(y yo añadiría animales)
'Por tu propio bien. 150 años de consejos expertos a mujeres'
de Barbara Ehrenreich y Deirdre English
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el enlace: Verónica Bueno