Toda forma apasionada tiene algo de asocial, de anacrónico.
Que no puede defenderse sola.
En toda forma apasionada, se aísla algo aislado. Algo que se excluye a sí mismo del mundo y por sí mismo es expulsado del tiempo.
Vine y me fui. Me volví a ir. Me fui de nuevo. Fundé una nueva ermita sobre un páramo amarillo.
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martes, marzo 24, 2009
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