Hoy os presento otra cuestión bodil: la elección de las joyas de la novia, en este caso, los pendientes . Soy de esas que no han tenido la suerte de heredar de generación esa joya vintage y poder lucirla uno de los días más importantes de su vida. Y me hubiese encantado, os lo puedo asegurar... Para el dia B, o lo que es lo mismo, el día de la boda, había elegido llevar un semirecogido y ningún adorno en el pelo así que podía darle protagonismo a los pendientes, que sea dicho de paso, me apetecían grandes. Según el protocolo no es lo correcto pero sinceramente me daba igual. Una vez que me puse a buscar esa "JOYA" , lo que me encontraba no se asemejaba a la idea que ya me había formado en la cabeza. Y es que a veces las expectativas superan la realidad con creces y lo mejor en estos casos es seguir el archiconocido lema de: SI NO PUEDES CON EL ENEMIGO, "HAZLO TU MISMO" jajajaja Por esa época me daba por trabajar bastante con el aluminio para mis man...