Capítulo 6

Gracias a su hermano, Raquel ha conseguido tranquilizarse y ver las cosas desde otro punto de vista. Aparte de los precipitados estudios extras, Raquel siente que todo esto la ayuda, no está sola, sus amigas la apoyan y su familia, en el fondo, también. A día diez de octubre todo está al caer y lo único que quiere es que todo este estrés desaparezca. Por lo tanto, se marca un objetivo, no debe volver a caer en la desesperación ni el desaire. No sin motivos ni por cosas inesperadas. Le parece absurdo pensar que no la van a coger si ni siquiera ha hecho los exámenes. En realidad, Raquel hace bien en preparar su mente, pues pronto, la va a necesitar fría y serena.

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El viernes por la mañana amanece soleado. Un buen augurio para alguien supersticioso aunque para Raquel será bueno si sale bien parada en los exámenes.

Llega al colegio y se presenta en secretaría junto con Reyes y Kuky.  Cuando se enteran de donde tienen que ir a los diferentes exámenes, se dirigen a toda prisa.

Raquel entra rápidamente en un aula destinada al examen de Matemáticas. Allí se encuentra con algunos compañeros suyos y les saluda. Se sienta detrás de Reyes y dirige una mirada a su alrededor. No puede ser, realmente esto no puede estar pasando. Raquel acaba de cruzar su mirada con Pauli. “Ella no debería estar aquí” piensa Raquel. Aunque le resulta imposible, debe volver a concentrarse puesto que la profesora de matemáticas acaba de entrar por la puerta.

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Como esperaba, los exámenes han sido duros y por supuesto en ingles. Se supone que lo peor ha sido por la mañana. Ha superado Matemáticas, Inglés y Geografía tal y como esperaba. Y los de la tarde han sido extrañamente fáciles. Se lo esperaba de Biología, pero el de Francés ha sido, demasiado sencillo. Debería estar tranquila, ha alcanzado el nivel que se proponía y según sus primeros cálculos, puede ir a Inglaterra. Pero en sus primeros cálculos no contó con Pauli, y no sabe cual ha sido su preparación. Se siente dolida y furiosa, pero sobre todo, traicionada. Su amiga nunca le contó nada y normalmente aborrecía el mero nombre de “intercambio”. Por lo que Raquel llega a su casa totalmente confusa y, después de comer en un silencio nada habitual que preocupa a sus padres, se encierra en el silencio solitario de su cuarto. Tal vez no le hayan dicho nada, pero durante la comida ha habido demasiada tensión, demasiadas preguntas silenciosas dirigidas a ella.

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Raquel ha dormido durante horas. Se levanta en mitad de la noche con un hambre feroz. Al principio no recuerda por qué ha llegado a esta situación, pero una fotografía rajada a la mitad le trae de vuelta todo el dolor a su mente. Detrás de la foto hay una dedicatoria que Pauli le escribió el día que la tomaron: “No te dejes eclipsar, se siempre tu misma y recuerda que te quiero un montón, siempre: Pau Litta”

Está claro que Pauli pretende ir a Inglaterra en vez de ella. ¿Para qué si no iba a mantenerlo todo en secreto? Para Raquel Pauli ha desaparecido. No quiere volver a hablar con ella jamás. Excepto si al final Paula no consigue ir a Inglaterra, momento en el que Raquel se lo restregará en toda la cara. En ese momento, vuelve a sentir esa sensación de división en su interior. Pauli ha sido su amiga demasiado tiempo, y todo esto la hace demasiado