Ecleciastés 10 - LAS moscas muertas hacen heder... - Ricardo Marcenaro reflexiones
Posted by Ricardo Marcenaro | Posted in Ecleciastés 10 - LAS moscas muertas hacen heder... - Ricardo Marcenaro reflexiones | Posted on 7:16
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¿Por qué estoy brindándoles el Eclesistés en mi blog?
Dejé de ir a misa a los 14 o 15 años y fue no poca revolución en mi hogar pues vengo de uno con tradiciones religiosas, con numerosos curas y monjas en ella, en general gente ejemplar, muy activa socialmente con los más desprotegidos, muchos de ellos habiendo accionado en lugares en los que hay que tener mucho valor para vivir en ellos.
Para más datos, mi padre a quien tanto amé y amo, fue seminarista, no fue nada fácil para él y menos para mí que debí imponerme ante un padre estricto pero re-flexivo.
Un sentimiento de la existencia de Dios estaba vivo en mí como aún y lo estará siempre por pruebas, comencé a leer acerca de otras religiones, así el Corán, el Hinduismo con sus numerosos libros, el Budismo, el Budismo Zen que me deslumbró, amé y sigo amando como un ejercicio inmenso para desestructurar los procedimientos de la mente apegados a una lógica plana o literal, obligando a la creación salvaje del concepto nuevo, del sentido nuevo.
Luego releí la Biblia a la que siempre vuelvo y suelo usar de diferentes modos, a veces haciéndole preguntas sobre asuntos muy graves o personas a los que me debo o me deberé, de una forma que en mi inocencia creí que había inventado pero que un día leyendo acerca de los Jesuitas encontré el mismo método que ellos ya usaban así, en similar procedimiento, aunque precediendo de una operatoria ceremonial a las que no soy afecto aunque esto no quiera decir que no sepa con las fuerzas que trato, el respeto, prudencia y humildad en las que debo preservarme para que sobre mí no caiga un tipo de justicia que no quiero merecerme.
Los libros sagrados, sean de la religión que sean, hay que respetarlos, no hay vuelta en eso.
Comprendí que una cosa eran las iglesias y las organizaciones político burocráticas que las conformaban y otra cosa los libros y la sabiduría que las conformaron en su origen, entonces pues, ignorando a las que a veces con sus acciones se hacen acreedoras, desgraciadamente pues alejan a las personas de grandes verdades, me aboqué a tomar para mí su sabiduría.
Son estos libros una cadena de conocimientos presentados, así leo cualquier libro, en esa conciencia del fruto.
Y gané para mí muchos conocimientos, pues en ellos hay, según los leas: para el religioso, el filósofo, el artista, el arquitecto, ingeniero, médico, el sociólogo, el psicólogo, el médium y como sea que quieras leer y te intereses en conocer la crónica, el testimonio, los aspectos.
Ecleciastés me parece ser uno de los lugares de la médula del conocimiento, desborda sabiduría, está lleno de poética, la que está íntimmente relacionada con ella y que a mi modo de ver es una base absolutamente necesaria para animar nuestra vida tanto como el arte: con sentido, eso ilumina el sentimiento poético en mi opinión.
Pues sin sentido, sin contener, sin continente: muerte y olvido, nunca palpitación de vida, nunca Trascendencia.
Un día comprendí meditándolo a Dios y a las religiones que el humano ha adoptado en tantas regiones como ha vivido y vive, las de nuestros antiguos americanos incluídas, algunas africanas también, que si Dios es principio y es justo, necesariamente debería amar a todos los justos del mundo, de religión o creencia que fuere.
Esa noción me lleno de paz y de contento, mi cerebro, mi espíritu, mi alma ampliaron su canal, abandoné cualquier rechazo al que nunca fui afecto, soy un declarado enemigo del racismo que apenas siente que una sombra de él me aparece, indignado de mí y a lo que cueste, comienzo a trabajar para sacarme la espina que sé que si más se clava hará nacer resentmientos, violencia, creencia de superioridades que en la relidad de lo creado no existen esas fronteras de la cultura de los necios. Todo y todos es lo vivo y lo necesario.
Todo y todos es lo vivo y lo necesario. Recuerda.
Por supuesto que estudiando ciencias también referí y descubrí esta necesidad de la variedad y de la necesariedad que interacciona.
Dios, Alá, Buda, Zoroastro, La Fuerza, El Cosmos, El que Vibra, La Pachamama, Inti o ponedle el nombre que queráis: Ama a todos los justos del mundo.
Dios Ama A Todos Los Justos Del Mundo. Recuerda.
Mejor ponerse de ese lado, sin grandes palabras ni grandes intenciones, simplemente, humildemente trabajando entre las personas que te rodean y a las que con tus acciones sociales o profesionales pudieras tocar.
Es una conciencia: expandámosla. Por favor, trata de hacerlo, no es difícil, es una tarea pequeña que aparte de mejorarte mejorará este mundo.
Es una conciencia: expandámosla. Recuerda.
Reparémonos y reparemos (en el extenso sentido de ambas palabras) Medítalo.
Ricardo Marcenaro
Eclesiastes 10
1 LAS moscas muertas hacen heder y dar mal olor el perfume del perfumista: así una pequeña locura, al estimado por sabiduría y honra.
2 El corazón del sabio está á su mano derecha; mas el corazón del necio á su mano izquierda.
3 Y aun mientras va el necio por el camino, fálta le, su cordura, y dice á todos, que es necio.
4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la lenidad hará cesar grandes ofensas.
5 Hay un mal que debajo del sol he visto, á manera de error emanado del príncipe:
6 La necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo.
7 Vi siervos en caballos, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra.
8 El que hiciere el hoyo caerá en él; y el que aportillare el vallado, morderále la serpiente.
9 El que mudare las piedras, trabajo tendrá en ellas: el que cortare la leña, en ella peligrará.
10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza: empero excede la bondad de la sabiduría.
11 Muerde la serpiente cuando no está encantada, y el lenguaraz no es mejor.
12 Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.
13 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla nocivo desvarío.
14 El necio multiplica palabras: no sabe hombre lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
15 El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir á la ciudad.
16 ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes comen de mañana!
17 ¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!
18 Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de manos se llueve la casa.
19 Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos: y el dinero responde á todo.
20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
1 LAS moscas muertas hacen heder y dar mal olor el perfume del perfumista: así una pequeña locura, al estimado por sabiduría y honra.
2 El corazón del sabio está á su mano derecha; mas el corazón del necio á su mano izquierda.
3 Y aun mientras va el necio por el camino, fálta le, su cordura, y dice á todos, que es necio.
4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la lenidad hará cesar grandes ofensas.
5 Hay un mal que debajo del sol he visto, á manera de error emanado del príncipe:
6 La necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo.
7 Vi siervos en caballos, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra.
8 El que hiciere el hoyo caerá en él; y el que aportillare el vallado, morderále la serpiente.
9 El que mudare las piedras, trabajo tendrá en ellas: el que cortare la leña, en ella peligrará.
10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza: empero excede la bondad de la sabiduría.
11 Muerde la serpiente cuando no está encantada, y el lenguaraz no es mejor.
12 Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.
13 El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla nocivo desvarío.
14 El necio multiplica palabras: no sabe hombre lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
15 El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir á la ciudad.
16 ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes comen de mañana!
17 ¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen á su hora, por refección, y no por el beber!
18 Por la pereza se cae la techumbre, y por flojedad de manos se llueve la casa.
19 Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos: y el dinero responde á todo.
20 Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.
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Ricardo Marcenaro
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