COMPARTIENDO TIPS
CUANDO LA INSPIRACIÓN DE OTROS NOS ALIENTA A CREER QUE SI PODEMOS, CUANDO NUESTRAS FUERZAS ESTÁN AGOTADAS
Como dice la oración de la Serenidad,
del escritor Reinhold
Niebuhr, aceptemos lo que no podemos cambiar, pero no nos resignemos: "
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar y sabiduría para apreciar la
diferencia.". Hay tres asuntos en la vida que podemos diferenciar: Mis asuntos,
los asuntos de los demás y los asuntos de Dios. Como bien dice la
escritora Byron
Katie. Si no queremos pasarnos la vida sufriendo, hagamos lo que está en
nuestras manos, pero no intentemos cambiar ni juzgar a los demás y mucho menos
los asuntos del universo. Si hacemos lo contrario, como decir a la gente lo que
tiene que hacer, o quejarnos de lo injusta que la vida es con nosotros,
estaremos sufriendo innecesariamente. Esto no significa que nos gusten las
cosas que están fuera de nuestro alcance, simplemente las acepto y actúo en
consecuencia.
2.-
Programa tu cerebro:
Los primeros 10 minutos del día son
esenciales. Lo que sentimos, nos decimos y hacemos es fundamental para el
devenir del día. Son como inducciones hipnóticas que nos preparan para enfrentarnos
a la realidad cotidiana. Fijaos qué le sucedía a María. Estaba programando su
cerebro con un software bien conocido
y que el cerebro no tiene ningún problema en aceptar. Es hora de cambiar esto,
de actualizar el software. Tenemos un Ferrari corriendo con gasoleo de marca
blanca. Es hora de cambiar y ponerle la gasolina y el aceite adecuado. Es hora
de levantarme sintiendo que hoy es el primer día del resto de mi vida. Mirarme
al espejo y decirme: hoy puede ser un gran día. Te miras al espejo y te dices:
¡Soy la Lo máximo!
3.- Sé tu el cambio:

4.- Soy irrepetible:
Y lo sabes. No hay
nadie ni nada como tú. Las circunstancias y lo que te pase no te define. Tu
defines lo que haces con las cartas que te tocaron. Las personas que nos
inspiran son aquellas que han sabido jugar y divertirse con cada juego. La vida
es como un juego de cartas. Hay buenas y malas rachas. Pero sólo tu sabes cómo
convertir una mala baza en un juego ganador. Hazle caso a tu alma y corazón y
actúa.
5.-
Soy vulnerable, porque yo lo valgo:
Somos seres
humanos, vulnerables, frágiles, y la realidad es que no controlamos nada. De un
día a otro nuestra realidad puede cambiar. Las personas que son felices son las
que saben de su propia vulnerabilidad y deciden salir al ruedo cada día a vivir
su vida a tope. Sabiendo el riesgo que corren. La vulnerabilidad apreciada es
nuestra mayor fortaleza. Porque desde ahí nada nos puede dañar. Sabemos que
cometeremos errores, que nos caeremos, pero con cada error seré un poco más
sabio, más fuerte, más humano. Y me levantaré con fuerza hasta que estas me
terminen por abandonar. Y sentiré que he vivido con toda mi alma. Se
vulnerable, valientemente vulnerable. Y ponte en marcha.
6.- Hazte un regalo, vive el presente:
"El ayer es
historia, el mañana es un misterio y el hoy es un obsequio, por eso se llama
presente." Cada vez que tu mente divaga en el pasado y siente culpa por lo
que sucedió, estás poniendo una gota de depresión en tu corazón. Y si tu mente
se va al futuro y vive con incertidumbre el mañana, estarás echando litros de
ansiedad en tu alma. Vive el presente. Cierra los ojos, respira y se consciente
de lo que ves, escuchas y sientes en este momento. Luego, estírate y prosigue
con lo que quieres hacer.
7.- Cuando habla el corazón... es de mala educación que la razón le contradiga:
Esta preciosa frase de Milan Kundera, nos traslada a
nuestra mayor sabiduría. Somos mucho más que nuestro análisis, nuestra lógica,
nuestra ciencia. Las sensaciones, intuiciones, la energía, tiene razones que la
razón no entiende. Nuestra esencia, nuestro subconsciente, lo que nos une a la
naturaleza, es algo mucho mayor que nosotros y cada día somos testigos de todo
ello. Y aún somos capaces de eliminarlo de nuestra vida. Tu verás. Tuve un
compañero en la multinacional en la que trabajaba que decía: a la oficina hay
que venir desayunado y llorado. Esta compañero me ayudó a tomar decisiones que
me han llevado a mi felicidad particular. Cuando tengas una intuición, cuando
quieras tomar una decisión, cierra los ojos, y pregúntale a tu corazón. Luego
decide.
8.- Crea tu día:
Puedes hacerlo a última hora de la
noche o a primera hora. Cierras los ojos y te centras en tu respiración.
Después de 10 respiraciones conscientes, empiezas a visualizar tu día, llénalo
de color, brillo, escucha los sonidos, tus conversaciones y sobre todo mantén
emociones y sentimientos positivos, de amor, agradecimiento de alegría y
entusiasmo. Estate abierto a los milagros cotidianos, y evita cosas que tu
propio subconsciente puede rechazar -como que venga Brad Pitt a darte un
beso, o que te toque la lotería-. A continuación te ves a ti mismo en primera
persona sonriendo, con tu cuerpo acompañándote ligero y pleno de energía, con
ganas de hacer cosas distintas, y ves cómo la gente te dice lo bien que estas y
tu te sientes diferente. Disfruta. Hazlo varios días seguidos y haz un diario.
Verás la diferencia.
9.- Eres bueno abogado:
Coge un papel y
empieza a anotar todas las cosas que has conseguido en tu vida en las distintas
etapas, de 0 a 15 años, de 16 a 30 y así sucesivamente. No busques logros
heróicos, cualquier pequeño logro vale: sacar el carnet de conducir, aprender a
montar en bici, el primer beso, etc.....No pares hasta tener al menos 50
logros. Póntelos en la mesita de noche y léelos una vez al día.
10.- Soy un milagro:
Si bien somos
imperfectos y cometemos errores -somos vulnerables- es increíble, lo que, como
seres humanos hacemos y somos. El milagro de la vida que corre por nuestras
venas. Cómo somos capaces de sintetizar las proteínas, grasas e hidratos para
convertirlo todo en energía. Cómo, sin tú hacer nada, tu corazón late 100,000
veces cada día. Cada vez que sientas que no sirves, acuérdate de que eres un
milagro de la vida y grítalo: ¡Soy un milagro!
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