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7 de septiembre de 2010

Alfa y Omega




Cabe la vida entera en un soneto
empezando con lánguido descuido,
y apenas iniciado ha transcurrido
la infancia, imagen del primer cuarteto.

Llega la juventud con el secreto
de la vida, que pasa inadvertido,
y que se va también, que ya se ha ido,
antes de entrar en el primer terceto.

Maduros, a mirar ayer tornamos
añorantes, y, ansiosos, a mañana,
y así el primer terceto malgastamos.

Y cuando en el terceto último entramos
es para ver con experiencia vana
que se acaba el soneto...Y que nos vamos.



MANUEL MACHADO

23 de julio de 2009

El querer

Organizando archivos he vuelto a encontrarme con esta pequeña joya que tengo guardada a buen recaudo. Espero que la disfrutéis como hago yo cada vez que la escucho...


Maat

3 de septiembre de 2008

Canto a Andalucia



Cádiz, salada claridad; Granada,
agua oculta que llora.
Romana y mora, Córdoba callada.
Málaga, cantaora.
Almería, dorada.
Plateado Jaén. Huelva, a la orilla
de las tres carabelas.
Y Sevilla.

MANUEL MACHADO



5 de mayo de 2008

Soleares


Tú eres buena y eres mala;
pero como te quería,
toíto te lo pasaba...

Toíto te lo pasaba...
Y, ahora, como no te quiero,
se acabó lo que se daba.

La veredita es la misma...
Pero el queré es cuesta abajo,
y el olvidar, cuesta arriba.

Tu calle ya no es tu calle:
que es una calle cualquiera,
camino de cualquier parte.

MANUEL MACHADO

27 de abril de 2008

Melancolia



Me siento, a veces, triste
como una tarde del otoño viejo;
de saudades sin nombre,
de penas melancólicas tan lleno...
Mi pensamiento, entonces,
vaga junto a las tumbas de los muertos
y en torno a los cipreses y a los sauces
que, abatidos, se inclinan...Y me acuerdo
de historias muy tristes, sin poesía...Historias
que tienen casi blancos mis cabellos.

MANUEL MACHADO

6 de abril de 2008

Madrid viejo


Una plaza tranquila. Sol...Más de mediodía.
La blanca tapia de un convento... Una
fachada de palacio antiguo...Lerma ...Osuna...
La seriedad del sitio corrige la alegría

de la luz. Vana hierba entre ls piedras crece.
Rejas-las viejas lanzas de los antepasados-
guardan los ventanales y balcones volados
del caserón antiguo que tranquilo envejece.

Llegan las horas y las horas...Suena
una campana. Sale una mujer de luto.
Un mendigo, la calle de un lado a otro pasa.

Es ciego. Su cayado en las losas resuena.
Un viejo de Ribera, avellanado, enjuto...
"Sea la paz de Dios en esta santa casa"...

MANUEL MACHADO


26 de febrero de 2008

Polos y cañas

En tu cariño pensando,
en vela pasaba el día...
y por la noche soñando
soñaba que no dormía.
Tu querer me va matando.

¿Sabes lo que estás haciendo?
Me pones cerca la cara
y me rozas con el pelo.
Esta flamenquilla mala
no sabe lo que está haciendo.

Con lo rojo de tus labios
y lo negro de tus ojos,
paso yo más desazones
que el bendito San Antonio,
aquel de las tentaciones.

Mi corazón me pediste.
No te lo puedo negar.
Me lo quieres devolver.
Yo no lo quiero tomar.
¿Que vamos a hacer con él?

MANUEL MACHADO



3 de febrero de 2008

Primer amor


Primer amor...¡Vago lloro,
deseo de soledad,
inestimable tesoro,
sola y única bondad,
sol de oro
de verdad!

La noche callada ¡y Ella!
(que no es ella todavía).
Carmen, Amparo, María...
¿Ensueño?...¿Mujer?...¿Estrella?...
¡Oh, aquella
melancolía!

¡Oh, aquel beso en la almohada
y aquel mirar más allá,
con el alma en la mirada!
(Éxtasis divino ya.)
Y la amada,
¿dónde está?

Laura, Violante, Jimena,
Beatriz, señoras de amores;
Clara, Julia, Cinta, Flores.
Y la rubia Magdalena,
y la morena
Dolores.

Nombres de menta, sabrosos
al labio y al corazón,
despertares misteriosos,
entre lujuria y canción,
y hermosos
de sugestión.

Locas flores, pasajeras,
de las primeras pasiones,
de las primeras ojeras
y las primeras canciones.
¡Oh, primeras
ilusiones!

Pura, Amalia, Aurora...Coro
de la más divina edad.
Margarita, Soledad.
Primer amor...Vago lloro.
¡Sol de oro
de verdad!

MANUEL MACHADO



28 de enero de 2008

La lluvia

Yo tuve una vez amores.
Hoy es día de recuerdos.
Yo tuve una vez amores.

Hubo sol y hubo alegría.
Un día, ya bien pasado...
hubo sol y hubo alegría.


De todo, ¿que me ha quedado?
De la mujer que me amaba,
de todo ¿que me ha quedado?...

...El aroma de su nombre,
el recuerdo de sus ojos
y el aroma de su nombre.

MANUEL MACHADO

22 de enero de 2008

La buena canción


¡Oh la paz, oh la paz, oh la bendita
paz de un paisaje matinal!...¿Cristales
de mi ventana al campo!...¿Oh la chocita
de la copla entre los cañaverales!

Frente al sol generoso, junto al río
sonoro, en plena gloria de la vega
andaluza-gitana que se entrega-,
bajo el azul turqui del cielo mío.

¡Y un amor solo y grande, aquel primero
que floreció en la senda, tan seguro
que aguarda siempre y sin quemarnos arde!...

¡Aquel primer amor, que fue el lucero
de la mañana y brilla ahora tan puro
en la senda tranquila de la tarde!

MANUEL MACHADO

15 de enero de 2008

Regreso


Largas tardes campestres;
alamedas rosadas;
aire delgado que el aroma apenas
sostiene de la acacia;
huerto, pinar...Llanuras de oro viejo,
azul de la montaña...
Esquilas del arambre
y balido, sin fin, de la majada,
en el silencio claro...
¡Adiós, adiós! ¡Que la ciudad me llama!

Maravillosa noche estremecida
por el rumor del agua
y el fulgor de los astros
-imán de la mirada
perdida en lo insondable
de la eterna pregunta-.(El grillo canta,
corre la estrella, el aire
suspira entre las ramas).
Sueño tranquilo y sano,
velado por las plantas
humildes de la tierra y por el bravo
eucalipto que asoma a mi ventana...
Noche de paz y de salud y sueño...
¡Adiós, adiós! ¡Que la ciudad me llama!

Allegro matinal, tímida gloria
y milagro de nácar,
a las corolas risa,
trino a las aves y delicia del alma,
aire en las sienes, despertar, eterna
juventud-¡oh mañana
que abres los ojos y as rosas!-, dulce
y poderosa gracia...
Mañana de mi huerto, suave y pura...
¡Adiós, adiós! ¡Que la ciudad me llama!

¡Me llama la ciudad-que ignora el cielo
y la tierra y el agua
y el sol y las estrellas-,
febril y jadeante, apresurada,
con su aliento mefítico,
y su llanto y sus máquinas,
sonora de metales
infecta de palabras!

MANUEL MACHADO

11 de enero de 2008

El cantar


Cuando la gente ignore
que ha estado en el papel,
y el que lo cante llore
como si fuera de él...,
copla de mis amores,
cantar de mis dolores,
entonces tu serás
la copla verdadera,
la alondra mañanera,
que lejos volarás...
Y en labios de cualquiera
de mí te olvidarás.

MANUEL MACHADO

4 de enero de 2008

La voz que dice...


Ven, pobre peregrino, que caminas en vano
de una duda implacable el incierto camino.
Amante sin amores, vivir no es tu destino.
Yo sé el solo rincón de paz...Dame la mano.

Vendrás conmigo al templo de la triste alegría.
Conocerás tu sombra...En el jardín, las gracias
de la paz hallarás, y descanso...y acacias...
Irás la senda blanca de la melancolía.

Yo calmaré ese ansia de vida de que mueres.
Y a la divina hora de la tarde violada
te diré lentamente cómo todo se olvida...

Te infundiré el beato miedo de los placeres..
Yo te daré el gran libro que no trata de nada,
y aprenderás a estar solo toda la vida.

MANUEL MACHADO

28 de diciembre de 2007

La canción del presente

No sé odiar, ni amar tampoco.
Y en mi vida inconsecuente,
amo, a veces, como un loco
u odio de un modo insolente.
Pero siempre dura poco
lo que quiero y lo que no...
¡Qué sé yo!
Ni me importa...
Alegre es la vida y corta,
pasajera.
Y es absurdo,
y es antipático y zurdo
complicarla
con un ansia de verdad
duradera
y expectante.
¿Luego?...¡Ya!
La verdad será cualquiera.
Lo precioso es el instante
que se va.

MANUEL MACHADO

18 de diciembre de 2007

Mis amores



Yo adoro la poesía
de los cantares,
la que de noche agita
los olivares
murmurando recuerdos
de los harenes;
la que con la guitarra
llora pesares
y en las alegres fiestas
celebra bienes.

La que engendra en mi tierra
de Andalucía
el ardor en los ojos
de la morena,
y en la mata de nardos
la poesía
y el olor en las hojas
de yerba buena.

Y es en el campo alegre,
verde romero,
y olvido en el suspiro
de la arboleda,
y allá en los altos picos
nieve de enero
que a los goces de mayo
presente queda.
Amo la flor que al sueño
cierra su broche,
las caprichosas nubes
de los celajes,
la venturosa reja
que da a la noche
la soledad dormida
de los paisajes.

Por eso a ti te adoro,
porque en ti miro
realizados los sueños
de mis pasiones;
porque en tus negros ojos
noche respiro,
porque beso en tus labios
mis ilusiones.

MANUEL MACHADO


















13 de diciembre de 2007

Mi Phrine

No es cinismo. Es la verdad:
yo quiero a una mujer mala
fuera de la sociedad.
Una déclassée, lo sé
pero...¿la conoce usté?
¡No! Pues, bueno;
sea usted bueno y cállese,
que es el saber más profundo,
y nadie diga en el mundo
de este agua no beberé.

Es hermosa.
Sabe ser
a ratos voluptuosa
y querer,
o no querer.

De la prosa, sabe hacer
otra cosa.
Y es mujer
muy hermosa,
muy hermosa y muy mujer.

Lo tiene todo bonito
mi Phriné...
Desde el cabello hasta el pie
chiquito.

Ahí tiene usté
disculpado mi delito.

-No es delito.
_Ya lo sé.

MANUEL MACHADO





8 de diciembre de 2007

Nada


Ya nada ansío. Nada mi cabeza
logra ya levantar nuevo y hermoso.
Cuando quiero vivir, pienso en la muerte...
Y, cuando quiero ver, cierro los ojos.

MANUEL MACHADO

5 de diciembre de 2007

Realidad



SONETO
(Al Exmo. Sr. Marqués de Jerez de los Caballeros
glorioso representante de la grandeza andaluza)

.....Más dejad inconsciente a la alegría
gozando y al amor en su locura,
y dejad, mientras dure, a la hermosura
orgullosa mostrar su lozanía.

Si al sol quiere brillar siquiera un día
la flor que ostenta su corola pura,
¿a qué a verter en ella su amargura
viene vuestra mortal sabiduría?

¡Todo es sueño...ilusión!....¿De otras edades
el polvo revolver para eso os vemos?
¿No os engañaron más las soledades?...

¡Callad!... ¡Nada sabéis, nada sabemos!...
¿Qué son, decidme, al cabo las verdades
sino aquellas mentiras que creemos?

MANUEL MACHADO

1 de diciembre de 2007

Canciones

Me dijo una tarde
de la primavera:
Si buscas caminos
en flor en la tierra,
mata tus palabras
y oye tu alma vieja.

Que el mismo albo lino
que te viste, sea
tu traje de duelo,
tu traje de fiesta.


Ama tu alegría
y ama tu tristeza,
si buscas caminos
en flor en la tierra.
Respondí a la tarde
de la primavera:

Tú has dicho el secreto
que en mi alma reza:
yo odio la alegría
por odio a la pena.

Más antes que pise
tu florida senda,
quisiera traerte
muerta mi alma vieja.

MANUEL MACHADO