De acuerdo:
La entrada anterior la escribí de manera impulsiva, apasionada, sin pensar, sin haberme tomado la molestia de leer la Ley de Tasas, sin haber escuchado comentario alguno,... Me salió así, del corazón.
Después te cuentan cosas y piensas "Será mejor que me lea la dichosa Ley de Tasas para opinar de una forma más racional y menos sentida".
Y me metí en Google y puse LEY DE TASAS y busqué el texto publicado en el BOE y
..
he de decir, que mi opinión no varió un ápice.
Me sorprendió el Preámbulo en el que se supone que se dan las explicaciones que llevan a dictar una ley y resulta que estaba la finalidad recaudatoria, claramente disfrazada para hacerla más bonita:
"aportará mayores recursos que permitirán una mejora en la financiación del sistema judicial y en particular de la asistencia jurídica gratuita"
Desconozco de que modo se articulará esto, pero en principio me da que toda la pasta va a ir directamente al saco del Tesoro Público y de ahí directamente a tapar agujeros. Dudo muy mucho que en este momento, cuando nunca antes preocupó ni interesó la mejora de la Administración de Justicia, vaya a destinarse el dinero recaudado a estos menesteres.
Y el otro fin me parece más que insultante para todos aquellos que acuden a los tribunales, a saber:
"racionalizar el ejercicio de la potestada jurisdiccional".
¿He leído bien?
Sí, es "RACIONALIZAR".
Ello implica que hasta ahora el uso de la justicia ha sido irracional, que hemos despilfarrado en los tribunales, acudiendo por capricho, por afición, como si no tuvieramos nada mejor que hacer.
He de reconocer que es probable que existan personas a quienes les de por denunciar al mundo mundial pero eso ya es algo que puede identificarse con una obsesión, quizás algún trastorno mental, del mismo modo que un hipocondriaco puede hacer un uso excesivo de su Centro de Salud, pero, no por eso,a nadie se le ocurre instaurar las tasas en estos centros o en los hospitales (Ejemmm, perdón, olvidaba que ahora es muy probable, casi ya una realidad, que la Sanidad también dependerá de nuestros bolsillos).
El control de un uso irracional del derecho ya tenía nombre "abuso de derecho" o "fraude de ley" y podía y puede perseguirse por ahí.
Otra cosa que me extraña que no les cause sonrojo es hacer figurar en la ley que la determinación de la carga tributaria no se hace a partir de la carga económica del contribuyente sino del coste del servicio prestado.
¿Es que no se han dado cuenta de lo que han dicho?
Discriminación por razón de bolsillos una vez más, discriminación negativa.
Es verdad que se excepcionan los asuntos penales y se dice: "Eh, eh, que no se incluye todo, que los asuntos penales no exigirán tasa!!!"
Pues sí, estaría bueno que tras robarnos en nuestra casa, tuvieramos encima que pagar una tasa para formular la denuncia, cuando además el Estado es el primer interesado en garantizar la seguridad ciudadana.
"Y tampoco los asuntos de familia"
Parece ser que solo cuando se trate de la guarda y custodia de los hijos menores ¿Y si son mayores de edad? ¿Y la disolución de los gananciales, auténtica losa costosa de por sí, que puede llegar a limitar seriamente la vida de los exconyuges? ¿Y que sucede cuando uno de los dos incumple lo establecido en la sentencia?
En el orden social, se les hace un descuento a los trabajadores (¡Caray, pero qué afortunados que somos!). Por mucho descuento que se haga y por muy "asequibles" ,según Gallardón, que sean las tasas, es un suma y sigue de todo lo demás y no están los tiempos que corren para eso...
Pero, creo que me estoy yendo de lo más importante, de la esencia. Lo verdaderamente importante a mi modo ver es lo que ya dije en la otra entrada. Esa marcha atrás en lo que tanto costó lograr, ese retroceso en el Estado social y democrático de Derecho, en el Estado del Bienestar, en la defensa de lo PÚBLICO, lo que es de todos, lo que deberían ser materias intocables, insitas al respeto del ciudadano en un Estado de Derecho: la Sanidad, la Educación, la Justicia,...
Es cierto que el país está mal pero se me ocurren un millón de gastos superfluos por suprimir antes que tocar la hucha del pueblo.