Nos encanta el angel cake.
Lo hemos hecho un montón de veces, y es de esos bizcochos que jamás te cansan. A veces hacemos dos en un mismo día, para aprovechar la botella de litro de claras pasteurizadas (y repartir más, que somos tres!).
Y es que es realmente celestial.
La primera vez que lo probamos fue de la mano de nuestra amiga Ara de Ara Galetes, y fue un lujo, la verdad, era de coco, y le dije, "Ara, dame la receta, por favor", "es la de Bea", me contestó.
Como no ;P
Si quereis un PAP perfectamente detallado de cómo hacer un angel cake, entrad en el blog de El rincón de Bea, porque está tan bien explicado, que ni se me ocurre extenderme demasiado en esta entrada.
El caso es que mirando las recetas de su angel cake, las proporciones de los ingredientes no me cuadraban, así que el otro día la llamé. Me comentó que la receta original de Sonoma tiene mucho azúcar, que es lo que me pareció a mí, y que ella se lo rebajó mucho más.
El caso es que nosotras le hemos añadido un poco más de azúcar, y hemos sustituido una parte por azúcar glass, y, finalmente, hemos encontrado la proporción perfecta para nuestro gusto.
Así que ahí va:
Ingredientes:
500 grs de claras pasteurizadas
1 cdta de crémor tártaro
1 pellizco de sal
300 grs de azúcar granulado
75 grs de azúcar glass
170 grs de harina normal
50 grs de pasta de mora*
*En este caso lo hemos hecho de pasta de mora de la marca Home cheff, que nos rechifla! Nuestra amiga Ivana de Cupcakes a diario tiene mil sabores, así que lo podéis hacer de lo que más os guste.
Es importante que os fijéis en la proporción de grs/Kg que recomienda el fabricante para las pastas de fruta, porque no siempre son iguales. En otro sabor puede variar el peso de la pasta de fruta. Miradlo bien, porque eso puede alterar mucho el sabor de vuestro bizcocho.
Un molde para angel cake (nosotras usamos el de 25, si tu molde es más pequeño, adapta proporcionalmente los ingredientes)
El molde es importante, primero por la chimenea, que deja que pase bien el calor por el centro, segundo por las patas, que al enfriarlo boca abajo evita que toque la superficie sobre la que lo colocaremos y tercero, porque es de aluminio, NO antiadherente! No pondremos ni una micra de mantequilla. Queremos que la masa trepe por las paredes del molde.
Sí, se va a pegar, pero no importa, lo despegaremos pasando un cuchillo.
Además la base es desmontable, así que, aunque se pegue, podremos sacarlo bien pasando de nuevo el cuchillo por la base.
El molde es importante, primero por la chimenea, que deja que pase bien el calor por el centro, segundo por las patas, que al enfriarlo boca abajo evita que toque la superficie sobre la que lo colocaremos y tercero, porque es de aluminio, NO antiadherente! No pondremos ni una micra de mantequilla. Queremos que la masa trepe por las paredes del molde.
Sí, se va a pegar, pero no importa, lo despegaremos pasando un cuchillo.
Además la base es desmontable, así que, aunque se pegue, podremos sacarlo bien pasando de nuevo el cuchillo por la base.
Elaboración:
Ponemos a calentar el horno a 170º sin aire
Tamizamos todos los ingredientes secos y los dejamos preparados.
Mezclamos la harina con el azúcar glass y los volvemos a tamizar un par de veces más.
Echamos en el bol de la KA las claras, el crémor tártaro y la sal tamizados. Empezamos a batir a velocidad baja y vamos aumentando hasta media-alta hasta que tengamos un merengue de pico blando. Es decir, de ésos que cuando levantas el globo no se aguanta y cae hacia abajo.
Empezamos a agregar el azúcar granulado en forma de lluvia y muy poco a poco, de forma que veamos como va desapareciendo con el batido.
Cuando hemos agregado todo el azúcar y obtengamos un merengue de pico duro, paramos la máquina. Ahora añadimos la pasta de fruta y batimos un poco más para que quede bien integrada
Ahora añadimos la mezcla de harina y azúcar glass tamizándola de nuevo. La agregamos con una espátula de forma envolvente y muy poco a poco para que no se nos baje el merengue.
Echamos la mezcla en el molde de angel cake y lo alisamos con la espátula para que quede lisito.
Horneamos 40 minutos.
Lo sacamos del horno, y lo dejamos enfriar inmediatamente boca abajo para que no se nos baje.
Dejamos enfriar hasta que podamos tocar el molde cómodamente. No nos pasamos o se humedecerá.
Lo desmoldamos pasando un cuchillo por los laterales y la base, y lo dejamos enfriar sobre una rejilla hasta que esté completamente frío.
En la foto veréis que le falta un pelín de cocción. Cinco minutos exactamente ;P
Es que estaba hablando por teléfono con mi amiga Ivana, le decía que me había encantado el post de panteras rosas que publicó (hoy he comprado pastelitos de pantera rosa porque no tengo aún EL MOLDE! jajajajajaaaaa)
El caso es que llevaba 35min y me ha parecido que ya estaba y lo he sacado. Pues no. Le han faltado esos cinco minutillos. Pero vamos, de sabor estaba divino.... estaba tan bueno, que después de la foto me he comido los dos trozos del plato!!! ;P
Pero para que veáis la diferencia, os pongo la foto del que hicimos ayer de leche merengada. Por favor, estaba brutal.
Llevaba 50 grs de pasta de leche merengada de Home Cheff. Después le echamos canela por encima.
Pero que después pensamos que podríamos haber echado una buena cucharada de canela en polvo a la masa.
De esas cosas que siempre piensas después, vaya.
Esperamos que lo probéis y que os guste tanto como nos gusta a nosotras.
Lo hemos hecho de fresa, de coco, de violeta, de vainilla... cambiad la pasta de fruta y lo podréis hacer del sabor que os guste.
El siguiente va de fruta de la pasión <3
