Showing posts with label retratos escritos. Show all posts
Showing posts with label retratos escritos. Show all posts

Monday, May 30, 2011

FIN DE TRAYECTO



Desde atrás del mostrador,
con poca simpatía y un obligado toque de eficiencia,
la muchacha pregunta sin pasión alguna
por el código de identificación de su reserva.
"C de Casa, M de Mamá",
responde el que me acompaña sin dudar ni un solo instante,
para después seguir diciendo:
"Erre"
"¿Cómo?" (la empleada no lo entiende)
"Erre de Ramón", repite ufano
y termina su alfabético espiche
recitando algunos pocos números que no vienen al caso.

Estoy a su lado y lleno de tristeza inconsolable
por la apabullante verificación de aquello que
por infortunada suerte todo yo sospechaba y mi cuerpo sufría,
(escozor en las tripas,
agujas en los pies,
gotas de aceite hirviendo sobre la fina piel de mis encías),
cual David sin honda ni Goliath,
cual Gioconda sin marco,
contenido, galante, para mí y hacia adentro,
suavemente, sonrío.

Mi aniñado caballero andante,
mi príncipe de celeste envergadura,
el jinete embozado y fantasioso
con pies de silicato de magnesio
y manos de seráfica estructura,
no se atrevió a pronunciar "Retorno"
ni "Regreso",
tampoco "Renunciar"
o "Reincidencia".
¿Será que su inconsciente algo maltrecho
(buchón sin contenciones, delicado palomo malherido)
no pudo soportar el ensordecedor estruendo
de las anteriores evidencias?

Thursday, April 28, 2011

Trànsit(o)s


Nueve de noviembre de 1999

Feliz cumpleaños, me digo
sin abusar de signos de uno u otro tipo
porque aunque la tristeza acecha mis momentos
como un lobo a su caperucita
tengo una casa confortable recortada sobre un cielo con gaviotas
varias plantas de hojas desmedidas
verdes
un par de asustadizos peces rojos
dos gatos con nombre de persona
un puñado de dinero para ir tirando
y otro de amigos con los que hablar de un puñado de cosas


Mientras tanto
a trescientos metros mal medidos
de mi festejo sin algarabías
un tipo de cuarenta y nueve años
natural de la república argentina
y del mismo barrio donde yo nací
hace un montón de años
salta por la estrecha ventana de un cuarto piso
para estrellarse como un huevo fresco
sobre la superficie asartenada del asfalto

Casi un final sangriento de ópera italiana
a cien metros escasos del pequeño y antiguo Teatro del Liceo

No sé si los diarios sacarán la noticia en su portada
porque hoy se conmemora la caída del muro
que nunca fue de acero
y todos pensarán en consignas trasnochadas
en el fin de la guerra fría
en esa dura pantalla de ladrillos
abatida por los certeros golpes
de un montón de manos
de unos cuantos picos de metálicos pájaros


No es ninguna noticia trascendente
que el hijo de unos pobres griegos que no hicieron la América
termine como una señal de alerta para perros hambrientos
en medio de una calle con nombre de marqués
la piel fría como la cáscara de un huevo
las desplumadas alas rotas
los huesos derramados como lágrimas
la cabeza convertida en una caja abierta
desguazada
vacía para siempre de todo pensamiento

Muerto
fatal e irremisiblemente muerto
después de recibir
cuatrocientos noventa golpes de la vida
cuarenta y nueve certeros golpes de la suerte

(13 de noviembre de 1999, Barcelona - Ilustra: retrato de Andy Warhol por Richard Avedon)

Saturday, October 02, 2010

Ocultas, muestras


Muestras, ocultas, ocultas, muestras.

No quedan posibilidades
¿o será que tú, vos,
no has encontrado ninguna otra válida?

Las preguntas tienen música machacona de fondo:
el ruido infernal de tus incertidumbres, la voz,
entre nasal y áspera, de tus paranoias y tus dudas.

Casi no puedes articular palabras
y al mismo tiempo no puedes dejar de anunciarlo.

El silencio es la muerte, la inacción, el no ser.

Tambaleándote en un terreno fronterizo, fangoso, inestable,
un terreno impertinente, siempre ajeno,
te preguntás si un paso atrás es un paso al vacío,
si un paso adelante es un salto al abismo.

Y lo llamas amor sembrando el paisaje de basura inconsciente
mientras el inconsciente siembra de basura el futuro posible.

Deberías hablar de tus recuerdos, ¿pero a quién le importan?
Deberías hablar de tus proyectos, pero no te atrevés a tanto.
¿Habrá suficiente tiempo, ilusión suficiente, suficientes ganas?

Palabras, palabras, palabras...
¿no tengo nada más que eso?

Tu perfil tiene la insostenible firmeza del deseo.
Mis caricias son un gesto asustado que no se atreve
a despojarse de sus miedos.

Ilustra: Dalí, Gala y una joven modelo. Foto de Paul Eluard.

Saturday, February 06, 2010

respuesta a una carta que llega desde lejos

febrero de 2010
(y son 16 de todos esos años sin pisar la Argentina...)

recibo tu carta en Barcelona cuando llego a casa cargado de verduras:
compras de sábado después del desayuno,
todo un ritual sabático en un café cercano

Recuerdo, por supuesto, la casa con perros
y la otra, materno-paternal, sobre la ruidosa Rivadavia
ciertamente señorial para estas épocas de poco señorío,
mi madre, sus empanadas primorosas y un chico de rulos,
rizos decimos por aquí,
que alguna vez me visitó a destiempo
conduciendo a todo tren su estructura celestial por aquellas
estaciones infernales de mis recién cumplidos treinta años,
conmigo totalmente inmerso en una locura que nadie de mi entorno detectaba

No puedo asegurar que seas vos, por entonces un albertito blanco, etéreo,
el que me escribe
pero si lo sos, y espero que no te ofendas por una confusión más
superpuesta a aquella época sembrada de hojas verde oscuro y confusiones varias,
de ensordecedor redoble de plumas no siempre angelicales,
si fueras vos, repito,
llevabas una marca en el cuerpo
que parecía el azote de un demonio ajeno a tu presencia,
guardián despistado de las llaves edénicas

Por allí había también una tasca cerrada
y un tasquito de ojos redondos que tenía en su casa
menos muebles que árboles,
más amantes que amistades
Recuerdo a Claudio, por supuesto, y sus marinas varias
todas ellas de aguas desatadas y maneras bravas
sin embargo nadie, nunca, me habló
sobre mi olor salvaje
una marca del león que llevo en ascendente
una muesca del escorpio encerrado en mis genes desde el día que nací
un caluroso 9 de noviembre a las dos de la mañana

Seas o no seas vos el que recuerdo ahora
a tropezones con todos mis fantasmas
me alegra este reencuentro con un pasado que todavía no añoré lo suficiente
como para sentir la más que necia necesidad de olvidarlo.

fotografía de Pier Paolo Pasolini

Wednesday, June 17, 2009

voces


su voz ronca quiebra la tarde
estremece a los pájaros
hace vibrar las hojas con el temblor del pánico
pero no logra acallar la fuente del jardín
que canta sin inmutarse
altiva y desarmada
frente a la voz poderosa del robusto macho



Foto propia: cartel publicitario, BCN 2008

Wednesday, May 20, 2009

los muertos queridos, los queridos muertos


Los muertos, nuestros muertos queridos,
permanecen sonriendo en las fotografías,
posan erguidos y muy serios para las estatuas
y se quedan quietecitos en los mausoleos:
el bronce bruñido, la frialdad del mármol,
la inestable estabilidad de las peanas,
aligeran sus urgencias,
atemperan sus bruscos apasionamientos vitales.
Cuando llega el calor no consumen refrescos ni transpiran sudarios,
y el cruel, el crudo invierno,
los encuentra sumidos
en el más profundo y mortal de los silencios.

Los que fueron vivos y se han muerto, nuestros amados muertos,
van perdiendo su empaque y también su estructura,
segundo tras minuto,
minuto tras año.
Ennegrecidos y húmedos como la misma tierra que
es ahora su casa, su mortal domicilio,
desaparecen poco a poco, se pudren con el agua,
se escurren de sus cajas como hilos de baba
olvidando conjuras, pesares, insultos,
búsquedas y vanidades.

Sin murmurar plegarias,
ni susurrar canciones,
ni repetir sus mantras.
Sin decir ya nunca,
nunca,
jamás,
nunca,
nada.

Una vez ya muertos, los muertos, nuestros pobres muertos,
se quedan quietecitos, callados, espectantes,
tendidos y planos,
sin ningún deseo,
sin ningún rencor,
relajados y calmos,
mimetizándose,
por puro y letal aburrimiento,
con sus blancas mortajas.


imagen: xteriors, de Desirée Dolron

Thursday, March 12, 2009

confesión nocturna


Y entonces me dijo:

¿El amor? El amor es esa pequeña cosa triste y sin importancia que a veces nos hace inmensamente feliz.
foto de Abelardo Morell

Friday, January 30, 2009

treinta y uno

-Ya ha pasado todo un mes del nuevo año.
No hay puntos suspensivos al final de la frase.
Tampoco hubo dudas, preguntas ni acertijos.
Todo lo que había de decir ya lo había dicho.
Se aburre, pienso.
Va contando los días como si fueran euros
o esas nuevas canas encontradas por azar
entre su densa cabellera oscura.
Los minutos pasados son poco más que
algunos pelos blancos con brillo de tristeza,
monedas de color dorado sin ningún valor
arrojándose al suelo desde los bolsillos.
Revuelvo
buscando en todos los cajones de esta abarrotada caja
a la que llamo casa, hogar o domicilio
dependiendo del trámite o de los funcionarios
y sus obligados cuestionarios amarillos.
Revuelvo y revuelvo
-y sé que me repito-
buscando por todos los rincones
los pantalones deformados con parches de colores,
la peluca de algodón color naranja,
la nariz aciruelada de payaso,
la camiseta agujereada a tiros.

No quiero que se vaya.
No, no quiero.
Revuelvo y sigo revolviendo.
Y mientras tanto sé que me repito.

ilustra: retrato de Robert Downey por Sam Taylor-Wood

Wednesday, October 22, 2008

tatuado

A veces me pregunto sobre la hondura de mi superficialidad:
siempre quejándome de lo que no me gusta
siempre señalando esa presunta belleza verdadera
escondida tras el disfraz fortuito de la carne;
el verdadero rostro de la creación, evanescente, afantasmado.
Y ahora mismo, hoy y aquí,
muerto de hambre por una absurda dieta que me inflinjo, supongo,
ante la imposibilidad de gozar nada realmente satisfactorio,
algo que no necesite ser nombrado
y tampoco se encuentre con facilidad en los escaparates de las tiendas de moda,
hoy y aquí, aquí y ahora,
desde la distancia anómala que el corazón no entiende,
vuelvo a castigarme, herida sobre sangre,
abierta cicatriz sobre el tatuaje donde tenía tu nombre
por dos barras cruzado,
preguntándome si el interés que siento es solamente humano
y como tal perecedero, inútil, intrascendente y vano.

photo de Francesca Woodman

Monday, September 22, 2008

amor caníbal

escribo pájaro y no echa a volar
escribo jaula para encerrarlo en ella
barrotes de grafito le cortan el paso:
Él canta melancólico por el cielo perdido
haciéndome llorar,
arrepentido
foto : promocional de Robbie Williams

Tuesday, September 16, 2008

enfrascado


-No sé lo que es un frasco...

-Es el lugar donde me guardas,
alejado de tí por un cristal frío que asemeja a tu piel;
convertido en confitura de mi mismo,
azucarado y seco, caducado, mustio,
criando hongos por la falta de uso,
arrinconado en este anaquel al que tú llamas
con pérfida perversión, con inocultable ironía,
nuestro hogar, nuestra casa, nuestro nido.

-Sin embargo te miro cada día,
y al sacarte el polvo, mi bayeta te acaricia con particular mimo.
Qué pretendes de mí si ya no me apeteces?
Quizás debería demostrar practicidad
y tirarte de una buena vez a la basura.


fotografía de Diane Arbus

Sunday, June 29, 2008

vértigo compañero


¿Cómo es, me has preguntado, este lugar que ocupo?
No es ningún agujero en medio del espacio;
es un pequeño espacio rodeado de vacío
En él, una baldosa o dos, muy poca cosa,
estoy tratando de mantener el tipo:
una incierta, más bien descuidada
elegancia en las maneras,
la sonrisa en los labios,
espontánea, dispuesta,
y la palabra fácil después de los silencios
demasiado esporádicos.
Alguna vez lejana, hace un montón de tiempo,
cabalgué en cuatro patas,
me arrastré como pude,
fui izado hasta los cielos
por dos brazos muy fuertes
y un calor conocido que supuse paterno.
Crecí como se crece:
lentamente, hacia arriba
(ensanchar los costados tiene diversos nombres;
ninguno crecimiento)
y a medida que el suelo iba quedando lejos
le temí a las caídas y se engordó el recelo;
por miedo a tropezar me aferré a lo estable
y cometí el pecado del arrepentimiento.
Mi espacio no ha crecido; es imposible, dicen,
hacer crecer lo ajeno.
El otro, el circundante,
agranda sus fronteras, engrosa su jactancia,
va devorando aquello que antes me rodeaba.
Más tarde o más temprano deseará verme lejos,
pedirá para sí nuevamente
esa parcela mínima por un tiempo alquilada,
disolverá mi historia.
Sin gastar ni un adiós con tan vulgar presencia,
borrándome del mapa
me volverá pretérito.

Wednesday, June 04, 2008

también yo maldigo ese vocablo

Querría compararte con un trueno,
aunque no puedo decir que me asustaras.
Decir que has sido luz tampoco es cierto:
nada hay más oscuro que un deseo vano.
¿Fuiste un milagro en medio del desierto?
No; fuiste el desierto en medio de la nada.
Busqué tu voz desesperadamente.
Me respondió tu voz, pero callada.
foto de René Maltête

Wednesday, May 28, 2008

CONF(u,e)SIÓN


¿Te dije que era verdadero?
¿Pues sabes una cosa? Te mentí.
dibujo de Jim Flora

Sunday, March 30, 2008

mandamientos

le había dicho: de llorar, nada
no lloraba
le susurró: cállate la boca...
ella cosió sus labios con un rojo carmín desangrado
le gritó: ¡no te había dicho ya que no lo hagas!
un momento después cruzó con sus manos
aquellas otras manos frías
sobre el pecho inmóvil
y ellos, los otros, cerraron la caja.
photo : Irving Penn

Monday, August 20, 2007

Luis Cernuda

No sé si lo conoces.
Tenía un bigote absurdo
de macró o cafishio
(los placeres prohibidos
se adelantaban a su ego)
y un perfil afilado,
femenino perfil de aire desairado:
un nativo de Virgo
acercándose peligrosamente
al balanceo, los pesos, las medidas
de ese otro signo que le seguía los pasos.
El mismo año de mi nacimiento
en una cuarentona Buenos Aires
él nublaba con sus nubes de tabaco
la mismísima ciudad
los mismos, no tan buenos, aires.
Murió, como Manuel el literato,
en la desmesurada México
fue comunista, homosexual,
dibujante y poeta.
Al que le quepa el sayo, Luis,
que te lo quite