5.6.08
PEPE VIYUELA PUBLICA SU SEGUNDO POEMARIO “LAS LETRAS DE TU NOMBRE”
Después del original Bestiario de circo, con dos ediciones en editoriales distintas- la última ampliada -, Viyuela cambia de tema y sorprende con un libro vibrante, Y amarte sin saber (Premio Internacional de poesía Margarita Hierro, 2007), donde traza su vital línea de reflexión sobre el amor que continúa en éste que le sigue, Las letras de tu nombre, publicado por Ediciones Amargord en su colección Helado de Mamey.
Pepe Viyuela (Logroño, 1963) se gana la vida como payaso. Profesión con frontera sinuosa y muchas veces especular de la del poeta. En algún momento de su vida, por la propia naturaleza, empezó a garabatear poemas en un papel y fruto de esa locura transitoria le nacieron tres hijos, hasta la fecha “Bestiario de Circo” (Páginas libros de magia, 2006), “Amarte sin saber” (Premio Internacional Margarita Hierro 2007) y “Las letras de tu nombre” que ahora publica Ediciones Amargord en su colección Helado de Mamey.
El poeta cordobés Manolo Romero, prologuista del poemario, dice de Las letras de tu nombre que es un poemario analítico, cadenciosamente estructurado, con buen oficio, tanto en la versificación, como en los recursos.
El río del amor heraclitiano fluye por la memoria del poeta
El río del amor fluye, heraclitiano, en silvas blancas por la memoria del poeta. Brota en Logroño, el lugar remoto de la infancia. Cruza la adolescencia, y de su aljibe manan los recuerdos idealizados del amor platónico y el despertar de la pasión. El cauce se va ensanchando y las aguas se van haciendo salitrosas con el tiempo y la experiencia; la sensualidad invade la fantasía y anega la expresión poética con imaginativas metáforas y sinestesias, con sustanciosos hallazgos líricos y brillantes juegos de espejos.
Aparecen en muchos poemas secuencias de reflejos neorrománticos, exacerbados, que cambian de temperatura y el color del ánimo súbitamente, de lo fogoso, al frío; del cromatismo variado, al gris o al negro. El mal de ausencia provoca tormentas de espíritu. El erotismo derramado en metáforas audaces ilustra con frecuencia los pasajes del libro. En el último tramo, cuando el tema va agotándose de maduro, aparecen nuevas facetas, como el manifiesto de su poesía amorosa. Emerge al fondo el poeta pintándose a sí mismo.
Sostiene Manolo Romero que hay cambios constantes en el poemario y las variaciones sobre el tema están sabiamente articuladas, por lo que desde el comienzo, este libro confesional, con tonos de conversación, de soliloquio, persuade, y tanto la gracia verbal, como la imaginación y la variedad de planos, exultantes o contenidos, tan bien resueltos por la melodía de los endecasílabos, heptasílabos y octosílabos descalzos, delicados, estimulan la lectura hasta el final y hacen gozar de las brisas que provoca el alma buena de su autor. Al fin de la batalla vence la esperanza.
Nací en Logroño en 1963.
Soy licenciado en filosofía y arte dramático y gracias a este recorrido académico y a otros avatares he llegado a trabajar como payaso, que es como me gano la vida. Otra de mis aficiones es garabatear poemas en los papeles. Fruto de esta locura eran, hasta hoy, dos hijos pequeños: “Bestiario de circo” (Páginas libros de magia 2006) y “Amarte sin saber” (Premio Internacional de poesía Margarita Hierro, 2007).
Hoy nace un tercero: “Las letras de tu nombre”. ¡Qué cosas!
PALABRAS Y CARICIAS
Cae la tarde, con vértigo de horas
anidando en la punta de los dedos.
Se va volviendo mar
que atesora en su fondo
lo que nunca dijimos.
Lo que hemos querido
hacer llegar a otras orillas,
pero ha quedado en nuestro pecho,
a la deriva en su vacío,
naufragado en las costas de su boca.
Ahora forma corales que siegan el aliento
Y la noche no quiere ahogar en la madrugada.
Tienen miedo las cosas y es su peso infinito,
por eso es bueno darles alas:
que levanten el vuelo las caricias.
DEL HOMBRE AFORTUNADO
Me cuento entre los hombres con fortuna.
Amo el lento caer de las palabras
y el cúmulo previsto de mi ruina,
los días en que puedo pasear
contigo de la mano,
las fuentes que reflejan el invierno,
las tarjetas postales con poema,
el beso a media tarde que decide
que se queda a dormir, el pan caliente,
la escalera que lleva a tus abrazos,
el agua en la que nieva algunas veces,
los espejos profundos
y todos sus secretos.
Amo ser clandestino y que el mundo viva fuera,
las miradas fugaces, el embuste
que nos acoge, el fuego que alumbra nuestros labios.
Esos sueños en los que baila
lo que queremos ser con lo que somos.
¿Cómo no he de contarme entre los hombres
con fortuna, si vivo a tres paradas
del centro de tus ojos?
* Poemas pertenecientes a Las letras de tu nombre publicado Por Pepe Viyuela en la colección Helado de Mamey de Ediciones Amargord
Las letras de tu nombre
Pepe Viyuela
Prólogo: Manolo Romero
Fotografía de portada: María Trueba
Fotografía de solapa: Enrique Cidoncha
Maquetación: EN LÍNEA
Colección: Helado de Mamey
ISBN: 978-84-87302-86-2
Primera edición: 2008
Pepe Viyuela (Logroño, 1963) se gana la vida como payaso. Profesión con frontera sinuosa y muchas veces especular de la del poeta. En algún momento de su vida, por la propia naturaleza, empezó a garabatear poemas en un papel y fruto de esa locura transitoria le nacieron tres hijos, hasta la fecha “Bestiario de Circo” (Páginas libros de magia, 2006), “Amarte sin saber” (Premio Internacional Margarita Hierro 2007) y “Las letras de tu nombre” que ahora publica Ediciones Amargord en su colección Helado de Mamey.
El poeta cordobés Manolo Romero, prologuista del poemario, dice de Las letras de tu nombre que es un poemario analítico, cadenciosamente estructurado, con buen oficio, tanto en la versificación, como en los recursos.
El río del amor heraclitiano fluye por la memoria del poeta
El río del amor fluye, heraclitiano, en silvas blancas por la memoria del poeta. Brota en Logroño, el lugar remoto de la infancia. Cruza la adolescencia, y de su aljibe manan los recuerdos idealizados del amor platónico y el despertar de la pasión. El cauce se va ensanchando y las aguas se van haciendo salitrosas con el tiempo y la experiencia; la sensualidad invade la fantasía y anega la expresión poética con imaginativas metáforas y sinestesias, con sustanciosos hallazgos líricos y brillantes juegos de espejos.
Aparecen en muchos poemas secuencias de reflejos neorrománticos, exacerbados, que cambian de temperatura y el color del ánimo súbitamente, de lo fogoso, al frío; del cromatismo variado, al gris o al negro. El mal de ausencia provoca tormentas de espíritu. El erotismo derramado en metáforas audaces ilustra con frecuencia los pasajes del libro. En el último tramo, cuando el tema va agotándose de maduro, aparecen nuevas facetas, como el manifiesto de su poesía amorosa. Emerge al fondo el poeta pintándose a sí mismo.
Sostiene Manolo Romero que hay cambios constantes en el poemario y las variaciones sobre el tema están sabiamente articuladas, por lo que desde el comienzo, este libro confesional, con tonos de conversación, de soliloquio, persuade, y tanto la gracia verbal, como la imaginación y la variedad de planos, exultantes o contenidos, tan bien resueltos por la melodía de los endecasílabos, heptasílabos y octosílabos descalzos, delicados, estimulan la lectura hasta el final y hacen gozar de las brisas que provoca el alma buena de su autor. Al fin de la batalla vence la esperanza.
Nací en Logroño en 1963.
Soy licenciado en filosofía y arte dramático y gracias a este recorrido académico y a otros avatares he llegado a trabajar como payaso, que es como me gano la vida. Otra de mis aficiones es garabatear poemas en los papeles. Fruto de esta locura eran, hasta hoy, dos hijos pequeños: “Bestiario de circo” (Páginas libros de magia 2006) y “Amarte sin saber” (Premio Internacional de poesía Margarita Hierro, 2007).
Hoy nace un tercero: “Las letras de tu nombre”. ¡Qué cosas!
PALABRAS Y CARICIAS
Cae la tarde, con vértigo de horas
anidando en la punta de los dedos.
Se va volviendo mar
que atesora en su fondo
lo que nunca dijimos.
Lo que hemos querido
hacer llegar a otras orillas,
pero ha quedado en nuestro pecho,
a la deriva en su vacío,
naufragado en las costas de su boca.
Ahora forma corales que siegan el aliento
Y la noche no quiere ahogar en la madrugada.
Tienen miedo las cosas y es su peso infinito,
por eso es bueno darles alas:
que levanten el vuelo las caricias.
DEL HOMBRE AFORTUNADO
Me cuento entre los hombres con fortuna.
Amo el lento caer de las palabras
y el cúmulo previsto de mi ruina,
los días en que puedo pasear
contigo de la mano,
las fuentes que reflejan el invierno,
las tarjetas postales con poema,
el beso a media tarde que decide
que se queda a dormir, el pan caliente,
la escalera que lleva a tus abrazos,
el agua en la que nieva algunas veces,
los espejos profundos
y todos sus secretos.
Amo ser clandestino y que el mundo viva fuera,
las miradas fugaces, el embuste
que nos acoge, el fuego que alumbra nuestros labios.
Esos sueños en los que baila
lo que queremos ser con lo que somos.
¿Cómo no he de contarme entre los hombres
con fortuna, si vivo a tres paradas
del centro de tus ojos?
* Poemas pertenecientes a Las letras de tu nombre publicado Por Pepe Viyuela en la colección Helado de Mamey de Ediciones Amargord
Las letras de tu nombre
Pepe Viyuela
Prólogo: Manolo Romero
Fotografía de portada: María Trueba
Fotografía de solapa: Enrique Cidoncha
Maquetación: EN LÍNEA
Colección: Helado de Mamey
ISBN: 978-84-87302-86-2
Primera edición: 2008