Estos días leí mucha payasada respecto de los docentes y es
que, no cualquiera se banca la tentación de decir mu. La gente está desesperada
por decir cualquier cosa sin tener la mínima idea de lo que habla porque, ante
todo, hay que opinar. No importa si está bien, si está mal, si se sabe, si no
se sabe. Lo importante es decir algo.
Horas más tarde apenas, estos mismos payasos, se han
querido sacar a los pibes de encima con teorías dignas de la caverna de Platón:
‘Cómo van a hacer paro estos VAGOS que tienen tres meses de
vacaciones al año, ¿por qué no hacen paro en enero o febrero?’.
Quizá en enero o febrero nadie los vería. Bueno, a decir
verdad, el resto del año tampoco.
‘Tienen que dar clases porque lo eligieron como vocación’.
Y es que la vocación no paga las cuentas ni te hace las compras en el supermercados. Ya lo dijo Andrés:
no se puede vivir del amor.
Pero unos que no ven la realidad, salvo la que les dicen en
Intrusos o Infama, siguen argumentando, con total desinformación, 'los docentes
piden cada vez más aumento y los pibes están cada vez más burros'. Argumento
livianísimo, berreta, de señora con ruleros manejando un taxi, de unos que se
olvidaron que la educación empieza por otros. EN CASA.
La educación comienza por casa, Señores y Señoras.
Recuerdo que, cuando iba a primaria, mis papás me hacían un
cuaderno extra de actividades escolares. Y luego supervisaban las resoluciones.
Se tomaban ese tiempo y ese trabajo.
En secundaria, lo mismo, y si no estudiaba no salía ni a la
esquina porque, era lo único que debía hacer. Jamás fueron a hablar con un
docente. Mucho menos a amenazarlo. Mucho menos a pegarle un balazo o tirarle un
tarro de pintura en la fachada de la casa. El docente tenía la última palabra y
no se discutía.
Así, me recibí con notables calificaciones, sin amenazas al
docente, sin $600 y sin netbooks pero, con papás en casa, con papás que
laburaban las 24 horas del día y la hora 25 la dedicaban a criar a sus cuatro
hijos porque, quien me conoce, sabe que mis viejos también son docentes y que
toda su vida laburaron las 24 horas del día. Ergo, sé de qué hablo, Señores y
Señoras, no soy hija de Lady Di, por suerte.
Hoy, en cambio, deslindan esa responsabilidad al docente y
se quejan de sus burros. Así funciona hoy.
Aunque, a juzgar por los hechos, no estaría funcionando.
Ahora, si Usted se sincera y admite que desea depositar al
chico en la escuela para sacárselo de encima porque ‘no sabe más qué hacer con
el’, limarse las uñas o ir al gimnasio, comprendo que no le dé para más análisis
que ese, bien livianito, bien descontracté. Señores, a mí tampoco me parece que
pretendan al colegio un castillito inflable solucionador de todo lo que la casa
no hace, no puede, no tiene… mientras opinan desde el nazi interior
desconociendo totalmente las realidades aúlicas (desastrosas en su mayoría,
amen de los esfuerzos del plantel docente). No se ofendan, por favor.
La situación es que con un básico de $1812 se ha ofrecido a
los docentes un 22% de aumento en tres cuotas anuales cuando, siendo marzo, la
inflación ya superó ese porcentaje. Conveniente, aunque no para los bolsillos
de la mayoría.
Señores padres hagan mea culpa y dejen de opinar sin
informarse porque sus hijos serán más burros por su responsabilidad, no por la
del docente quien, no solo hace lo que puede, sino además lo que no puede. Pero
esto tampoco se ve. Ni en marzo, ni en enero, ni nunca jamás.
Lo que sí se ve y prolifera a pasos de gigante son las
amenazas al docente para que EL NENE apruebe, o siga cobrando sus $600 para la
joda o la falopita, o le den una netbook para que chatee en Facebook todo el
horario de clases y luego vaya a su casa y diga que ‘no entiende’ las
explicaciones que el docente se revienta la salud en darle, o para venderla,
con fines económicos. Los entretienen con espejitos de colores y los Señores
chochos aplaudiendo la payasada y hablando de lo que no saben. Felicitaciones,
esto es lo que quieren, y esto es lo que tienen.
Y el docente todavía está obligado a aprobarlos, porque hoy
el aula es un ámbito de contención, ya no importa si saben o no pero, los
padres insisten en que sus hijos son burros. Sí Señor, sí Señora, su hijo es
burro y no por culpa del docente sino de todo el sistema educativo. El docente
es solo un eslabón que, la mayoría de las veces, acata lo que debe acatar,
aunque pocas posibilidades tenga de cambiar algo.
¿Sabe Usted, Señor padre, Señora madre, la cantidad de
evaluaciones, recuperatorios, recuperatorios de recuperatorios y horas extras
(aúlicas y hogareñas) un docente dedica a que su hijo pase de año cuando a
este no le interesa en lo más mínimo? No, no lo sabe porque no asiste a las
reuniones, Señor, Señora. Después lloran en diciembre, después te rompen el
auto en marzo.
¿Sabe Usted, Señor padre, Señora madre, las faltas de
respeto de todo tipo que el docente sufre de su hijo? No, claro que no lo sabe,
porque son cómplices pero, no lo culpo, eso le enseñaron, eso le inculcaron, la
fácil. Y eso tiene. Si lo quiere fácil, no lo puede querer complejo. No se
puede todo.
¿Sabe Usted, Señor padre, Señora madre, que el docente es el
único trabajador que, luego de dictar clases durante 3,5,6,7, 10 años puede
perder su lugar de trabajo sin indemnización alguna, sin saber que le depara su
futuro? No, no lo sabe, porque a Usted no le interesa saberlo pero, si endilgar
su responsabilidad al docente. Pero sí que el 5 de marzo su hijo le deje ver
tranquilo a Rial.
‘Lo barato sale caro’, dijo una vez un Montoto pero, como
nadie sabe quién es, no lo escucharon. Y hoy nos lamentamos. Nos lamentamos
durmiendo la siesta debajo del olmo mientras, los responsables reales esperan
que, nuevamente, las cuestiones que deben solucionarse de raíz, con decisiones,
con trabajo, con una visión diferente a la negación rotunda y constante de la
realidad, tengan una intervención espontánea, una salida mágica y Claudio María
Dominguista.
Pero la magia no existe.
Cuando no hay límites desde todas las partes, cuando no hay
responsabilidad desde todas las partes, cuando no hay un discurso uniforme
desde todas las partes, difícilmente haya algo más.
A laburar y hacerse cargo, cada uno de y desde su lugar, no
hay otra manera y, si la hay, el árbol no nos está dejando ver el bosque.
Todo mi respeto a los docentes con y sin título docente, a
los técnicos, a los ingenieros, y a mis papás que me educaron. Y mi más sincero
repudio a los habladores por boca de jarro, a los vagos, a los irresponsables,
a los irrespetuosos y a los negadores de la realidad social, educativa y
política del país.
Genia de la lámpara.
ResponderEliminarGracias.
EliminarComparto tu opinión, aun siendo un poco vago, y opinando algunas veces sin tener demasiada idea.
ResponderEliminarMe alegro por lo primero, no tanto por lo segundo pero, creo en la mejora constante.
EliminarBesito. :)
Lo compartí en el FB y lo RT en TW, pero fundamentalmente comparto 100% lo que decís.
ResponderEliminarMe gustaría ser vocera de cosas más copadas pero, hoy toca esto. Muchas gracias, de corazón.
EliminarMuy bueno y coincido bastante con vos, aunque también tendría que analizarse que pasa cuando un docente se la pasa de licencia todo el año o se duerme en plena clase. Mas allá de lo que ganes tenés que hacer bien tu trabajo o buscarte un trabajo mejor remunerado. Sino vas a estar siempre viviendo en el improvisado país del "así nomá". Con respecto los sueldos, es verdad que deben ganar más (al igual que la policía, que si bien no me simpatiza demasiado, debo reconocer que arriesga su vida a diario), pero al menos tienen la posibilidad de exigir aumentos, cosa que muchos no tenemos y vemos como cada día se deteriora mas nuestro poder adquisitivo. Saludos.
ResponderEliminarAgrego, además de docentes y policía, SALUD. Otro tema para analizar y resolver. Otro desastre.
EliminarCon respecto a lo que decís de los docentes, es verdad, no solo los licenciados eternos y los que van a dormir la siesta, hay otros que suman horas cátedra para llegar al máximo de "44" y no tienen puta idea qué dictan. Esos casos, como los dos anteriores (y como tantos otros) no corresponden a responsabilidad, ni moral, ni vocación.
De todos modos, esto es un tema enorme, imposible de resumir en unos pocos párrafos. Lo que intenté hacer es desarrollar una idea global. Todos los trabajadores estamos en la misma, se ha perdido totalmente la visión de clase.
Gracias por tus palabras.
Siempre tuve dificultades con este tema. Tengo la misma opinión, la educación de los chicos empieza en casa. Sin embargo, siempre se me cuestionó eso, sobre todo por parte de gente con hijos en edad escolar. La responsabilidad de los maestros/profesores, para la mayoría de ellos, es hasta superior a la de ellos a la hora de estimular y desarrollar la educación. No se si será terquedad mía pero sinceramente, no lo entiendo.
ResponderEliminarPor otro lado, sí puedo afirmar que la educación en las escuelas/colegios secundarios/universidades me parece totalmente obsoleta. Sin aporte al mundo actual. Ya lo era cuando nosotros (yo este año voy para los treinta) íbamos a la escuela, lo noté hasta en la universidad donde sólo cinco materias de las treinta y dos son necesarias para el ejercicio de la profesión. Hoy se nota mucho más la obsolescencia de los contenidos y del contexto que envuelve a la educación en todos los niveles. Que los docentes, en todos sus niveles, no sean valorados (en muchos sentidos) lo noto como una consecuencia de todo lo que describí anteriormente.
Tema largo.
Saludos!
PD: Un gran video (ya algo viejo) que expone todo lo que pienso es este: http://www.youtube.com/watch?v=Z78aaeJR8no .
Comparto tus dichos, sobre todo donde decís que la educación es obsoleta.
EliminarAhora, pensemos si además de obsoleta es nula... bueno, ahí estamos. Es muy triste además no saber hacia donde vamos (aunque lo intuyamos). La realidad supera, una vez más, a la ficción. Habrá que darle al remo, si lo que queremos es remar.
Gracias, César.
Qué vigente el post.
ResponderEliminarVigente, como todo círculo vicioso.
EliminarEstoy de acuerdo en cuanto a que los docentes deberían ganar más. Estoy de acuerdo en que la educación empieza por casa. Pero no estoy para nada de acuerdo con esto: " (...) siga cobrando sus $600 para la joda o la falopita (...)". Y muchísimo menos con esto otro: "Así, me recibí con notables calificaciones, sin amenazas al docente, sin $600 y sin netbooks (...)". Bajo ningún punto de vista es aconsejable generalizar: hay gente que de verdad se ve beneficiada con las pocas oportunidades que ofrece la política educativa (dentro de un sistema educativo obsoleto, insuficiente); hay docentes indecentes que no hacen bien su trabajo. Gracias por el espacio.
ResponderEliminarHay de todo, eso es verdad y, por supuesto, no dudo que algunos aprovechen y den buen uso a lo poco, a lo insuficiente, que el Estado nos brinda.
EliminarAhora, no son la mayoría.
Para hablar hay que estar en el lugar y yo lo estoy, cada vez menos porque, realmente, es una realidad tristísima.
Gracias a vos.
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