Foto tomada por Fundación Naif |
Vimos máscaras de todo el mundo: indios americanos de la tribu Kwakiutl, máscaras de los guerreros Oaxaca de México, máscaras africanas de Pende...
Hablamos un poco de las historias que hay detrás de cada una, sus rasgos, lo que nos da miedo, lo que nos gusta, de dónde eran... estudiamos sus formas, nos las pusimos, jugamos, gruñimos un poco.
Fue mágico descubrir que todos sentimos predilección por alguna máscara en particular.
He de confesar que la máscara cada vez me parece más y más un objeto apasionante. No es un escondite, es un espejo de nuestra naturaleza: lo que deseamos, lo que nos provoca, un legado cultural.
En este taller deseábamos compartir qué somos capaces de crear con nuestras manos y qué hay detrás de cada máscara, de cada yo.Gracias Fundación Naif, nos lo pasamos genial!
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