Sven Hassel fué uno de aquellos autores que leí, y releí, durante mi adolescencia y juventud. Para un chaval aficionado a la Segunda Guerra Mundial, "las aventuras biográficas"de un soldado del ejército alemán como Hassel eran, sin duda, de lo mejorcito que uno podía conseguir para leer con cierta facilidad.
Llegué a tener, aun conservo como se puede ver, todos los libros escritos por Sven Hassel. Disfruté con sus duras y alocadas narraciones, con sus personajes extremos como el propio Sven Hassel y sus compañeros:Porta, Hermanito, el Viejo, Legionario, Barcelona Blom o Julius Heide por citar algunos.
mi particular colección de libros de Sven Hassel, el de El comisario es una edición limitada firmada por el autor
Sin embargo cuando el otro día vi el cómic basado en una de sus primeras y más emblemáticas novelas: Los panzers de la muerte, no pude evitar la tentación de hacerme con él y no perder ni un instante en sumergirme entre sus páginas.
los personajes de las novelas y detalle de las viñetas y arte de Jordy Diago
Lo cierto es que el resultado no ha sido tan bueno como esperaba, pero sin duda ha merecido la pena. Creo que un libro y un cómic manejan tiempos y ritmos distintos y la adaptación gráfica, que es bastante fiel hasta donde yo puedo recordar, tal vez debiera haber sido recortada, en parte, para, al contar alguna cosa menos, poder narrar mejor el resto.
En el apartado gráfico he de decir que me fué gustando de menos a más. No me termina de convencer Dyago, en especial sus personajes,a los que cuesta distinguir, ya que parecen tener todos el mismo rostro espasmódico en las viñetas donde aparecen.
Sin embargo en el uso del color, de las sombras, me parece que rinde a un alto nivel y ha sabido captar y transmitir el espíritu de la historia que cuenta.
Mi impresión final es buena, lo cierto es que, como digo, fué de menos a más y me quedo con ese buen sabor de boca, de nostalgia tratada como se merece al disfrutar de una buena novela gráfica.