Nada le resulta tan insoportable al hombre como hallarse en pleno reposo, sin pasión, sin ocupaciones, sin entretenimientos, sin aplicación. Siente entonces su nada, su abandono, su insuficiencia, su dependencia, su impotencia, su vacío. Incontinente, sacará del fondo de su alma el aburrimiento, la negrura, la tristeza, la pena, el despecho, la desesperación. [...] He descubierto que toda la desgracia de los hombres viene de una sola cosa: no saber permanecer en reposo en una habitación. [...] Pensées (Pensamientos). Blaise Pascal , 1623-1662