Despues de quedarme observando un poco la bella panorámica que ofrece el embalse hacia el pueblo, observe que no se apreciaba ningún pez en la superficie y que el agua no estaba del todo transparente como suele estar en este embalse, siempre con un precioso color turquesa en las aguas.
Me dirigí al puente que pasa por encima del río Guadalete, y cual fue me sorpresa, que me esperaba mucha mas agua de la que realmente llevaba; estaba bien, pero me suponía mucha mas cantidad de agua, habiendo partes que difícilmente el barbo podrá subir. Seria necesario hacer varias retenciones de agua en este río para que mantuviera un poco mas el agua, antes de llegar al embalse para ser desechada por el aliviadero. Sería muy bueno y sobre todo para las zonas mas anchas, donde el agua se extiende mas dejando mucho menos caudal donde los barbos puedan subir con tranquilidad y garantías.
Por las crecidas recientes, el río se encontraba lleno de ramas rotas, y de arboles caídos La velocidad que alcanzaría el agua con las fuertes lluvias, se aprecia que arrastró mucha arena de los margenes, dejando a muchos arboles casi a punto de caer y otros muchos que han caído.
Despues de apreciar como iba el agua, y ver como se encontraba el río; ahora tocaba observar como se encontraban los peces, y si había peces que pescar. Algo que no me pillaba de sorpresa fue la cantidad de alburnos que poblaban toda la masa de agua, tanto en corrientes como en remansos. Se podían contar por miles, haciendo prácticamente imposible acercarse al río sin hacer una espantada colectiva, arrastrando con ellos a todos los barbos que habían por la zona.
A cada mosca que probaba grande para evitar la subida de los alburnos, el resultado era nulo, ya que por decenas se abalanzaban por la mosca, haciendo imposible que otros peces de mayor porte se interesaran por ellas. Visto esto me dedique con una mosca pequeña a sacar alburnos, por lo menos para entretenerme.
Eran tan voraces, ya que no me extrañaría que el río este pelado de insectos , a la vista de la cantidad de peces que había y las ganas de comer que tenían; que solo posar la mosca se chocaban por comerla. De vez en cuando alguna se quedaba enganchada, seguramente por ser la mas rápida, o la que mas hambre tenia.
Despues de varias horas observando varios tramos del río y viendo que en todos ellos la abundancia de alburnos era enloquecedora, di por terminada la jornada. No si antes llevarme la sorpresa de que al intentar ir por el margen del río, encontrarme un toro bravo metido en un cercado, donde uno de los limites del cercado era el propio río, como se suele decir, "con dos cojones". Para mi suerte el toro; mas bien ya buey por lo grande que era y la edad que se le apreciaba, se encontraba plácidamente tumbado a la sombra de unos olivos, y no hizo ni por levantarse al verme entrar en su parcela.
Despues de ver el morlaco, rápidamente, por si las moscas, me cruce al otro lado del río, y por medio de una plantación, logre salir a la carretera. Todo esto mirando hacia todos los lados por si me topaba con otro bovino.
Para mi sorpresa y una vez me encontraba a salvo en la carretera, observe un grupo de jabalines hozando en en los bajos de unas encinas. Fue tan rápido el salir corriendo que no me dio tiempo a sacar ninguna foto. Despues de ver como corrían despavoridos, me di cuenta que en la misma cuneta había un grupo de orquídeas, ophrys lutea. Una preciosa guinda a un día aunque no bonito de pesca, si agradable por la belleza de los lugares y la cantidad de vida que rebosan los montes de la Serranía de Grazalema.
Aunque no es una crónica de un día de pesca como los que todos quisiéramos. para ser el primero, y mas que nada ir a observar antes que pescar; fue un día precioso.
Un saludo y buena pesca S/M
Agustín