Tenía curiosidad por Los caminantes, de Carlos Sisi, la novela española de zombies que más debe haber vendido después de Apocalipsis Z, de Manel Loureiro (y su continuación). Fue premio Cyberdark a la popul… digo, ha estado varias veces en el top mensual de Cyberdark y es fácil encontrar reseñas elogiosas. Ha gustado lo suficiente como para que, al año, acumule varias reimpresiones y una continuación. Aunque comparto lo que escribió José Ramón Vázquez en esta columna de Prospectiva, me gusta leer una de muertos vivientes al año. Así compruebo el estado de la cuestión. Este 2011 ha tocado la novela de Carlos Sisi y apenas he resistido 41 páginas hasta que los caminantes del tedio y el desagrado me han devorado.
Su arranque contiene tantos lugares comunes y personajes estereotipados que cualquiera que haya visto UNA película o haya leído UNA novela canónica de zombies se lo sabe de memorieta. Cierto es que estamos ante una mera introducción. Seguramente llegada la página X, con todo el tablero presentado, la narración se aleje de una sucesión sin orden ni concierto de hechos que relatan la sorpresa y posterior lucha por la supervivencia en un paisaje apocalíptico. O no.
Como me han comentado vía Twitter, debí haber sido más paciente. Pero hay otro factor crucial en mi decisión: el estilo con el que está relatada. Una prosa con unos sentidos narrativo y estético nulos (p.e. ¿no hay una manera mejor de referirse a la palidez de los zombies que utilizando el símil “blanco como la mismísima nieve”?) en la que abundan detalles farragosos que no aportan nada y aumentan la confusión del lector. Tal es el caso de la presentación de Susana, que hace referencia a cómo llegó la invasión a Málaga, mientras que dos páginas más tarde, durante el estupefacto relato del primer episodio vivido por ella, te hacen preguntarte cómo no estaba sobreaviso si a escasos cientos de metros ocurría lo que se relata. Algo que se podría haber rectificado con un poco de trabajo autoral y, sobre todo, editorial (que, también, habría minimizado todo tipo de erratas como errores de concordancia; repeticiones de palabras; aliteraciones…).
Como ya comenté en este artículo, hoy en día la mayoría de los editores se limitan a ser simples publicadores/encargados de marketting que median entre los autores y las imprentas. Así llegan las novelas
41 páginas y… a otra cosa, lector.
y de que te sorprendes? los zombies y la linea Dolmen estan haciendo bastante daño al terror nacional, aunque bueno la coyuntura es mas o menos la misma que en los paises sajones (zombies, vampiros, romance sobrenatural) pero alli al menos al publicarse mas hay mas variedad tematica
la verdad es que hay sido sorprendente que en un blog nacional alguien le de caña al libro de un autor español
«Apocalipsis Z» ya me había parecido una novela… mediocre, así que tampoco tenía el listón muy alto. Pero sí que después de tan buenas palabras y de este éxito esperaba algo más cercano a «Guerra Mundial Z», que no es una obra maestra pero tiene mucho más sentido. Aunque ya digo, sólo he leído una fracción pequeña. Argumentalmente seguro que mejora. Literariamente, lo dudo mucho.
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