Los maravillosos castillos hechos en México

Un castillo es un inmueble habitacional diseñado para proteger a sus ocupantes de enemigos belicosos; por eso están cubiertos por murallas de piedra, algunos yacen rodeados de agua, cuentan con puertas de madera refozadas con hierro y bodegas de armas.

Se popularizaron en la época medieval pero empezaron a erigirse desde la Grecia clásica. Aunque es en Europa donde el paisaje está mayormente moteado con este tipo de construcciones, en México también los hay y vale el esfuerzo desplazarse hasta aquellos lugares en donde se encuentran. Aquí te van algunos de ellos.

1. Castillo Nueva Apolonia 

En la comunidad de El Manta, Tamaulipas, hay un castillo abandonado que data de la época porfiriana. Se llama Nuevo Apolonia, mismo que se empezó a construir en 1891 por el dueño de la hacienda El Naranjo, Joaquín Meade. Para su edificación se uso piedra de la región unida con agromasa, se les puso cantera en las escaleras traída en tren desde San Luis Potosí. Ahora los pobladores lo consideran un fantasmal atractivo. 

2. Castillo Santa Cecilia

Al recorrer las calles de Guanajuato capital el castillo Santa Cecilia atraerá tu atención de inmediato. Se ubica en la llamada Finca de San Javier y empezó a construirse en 1951 por Manuel Quezada Brandy con el fin de crear un hotel de aspecto medieval, y lo logró.

3. Castillo Douglas

Fue construido en 1925 en el centro de la ciudad de Aguascalientes por Edmundo Ortega Douglas para su amada Carmen Llaguno Cansino. Por esta razón en la puerta de edificio hay un inscripción «Amore ne vanitate» lo que quiere decir «Amor no vanidad». Ortega Douglas es descendiente de escoceses que llegaron a México.

4. Castillo Wilow

Se encuentra en la Exhacienda de Chautla, estado de Puebla, y fue mandado a construir por Elogio Wilow, un hombre que heredó los terrenos y quien pretendía poner en la edificación una escuela agrícola.

5. Castillo de Perote 

Hasta hace pocos años el Castillo de Perote, mejor conocido como Fortaleza de San Carlos, era ocupado por el gobierno de Veracruz como cárcel estatal, pero ante las condiciones inhumanas en las que mantenían a los presos en el lugar obligó a las autoridades a dejar de usar la edificación como prisión. Fue construída en el siglo XVIII por el virrey Joaquín de Montserrat y su fin era protegerse de un posible ataque inglés después de que esa nación tomara La Habana.

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​Josué Huerta