Esteban Ribovics y Daniel Zellhuber firmaron un combate que quedará en la retina de todos los que presenciaron el UFC 306. Ambos luchadores mostraron un espíritu inquebrantable y, a pesar de que el argentino se llevó la victoria, la actuación del mexicano aguantando todos y cada uno de los golpes que le daban ha sido uno de los ejemplos de la noche.