Pistoletazo de salida.

Un año más llegan las ansiadas vacaciones en bicicleta y aprovechando que nuestras fechas coinciden con el paso del Tour de Francia por los Pirineos, salimos desde Vitoria-Gasteiz rumbo a éstos.
Unos kilómetros planos por la llanada alavesa y al llegar a la Sakana remontamos el alto de Urbasa dirección Estella.
Los primeros días luchamos contra el bochorno que nos da de cara, por lo que aprovechamos las horas centrales del día para descansar.
Para soportar mejor el calor, Iñaki nos despierta antes de salir el sol. Levantamos el campamento y disfrutamos del frescor de primeras horas.

Buscando carreteras atractivas y con poco tráfico nos desviamos para visitar el monasterio de San Juan de la Peña...
... y empalmando carreteras ...
... que no siempre están en perfecto estado...

... nos adentramos poco a poco en el pirineo oscense.

Tras coronar el puerto de Fanlo y librarnos por los pelos de un fuerte chaparrón, sólo nos resta un largo y precioso descenso hasta el pueblo de Escalona.
Pero cuando la carretera se junta con el cañón de Anisclo, ésta se convierte en unidireccional en sentido contrario al que llevamos, por lo que o volvemos sobre nuestros pasos y subimos el tercer puerto del día, o continuamos con la bici en la mano.
Tener que caminar una docena de kilómetros, hace que disfrutemos más intensamente de este magnífico rincón del Pirineo.
Cuando el angosto desfiladero se abre, nos damos un merecido baño en sus cristalinas aguas...
... y pedaleamos hasta Escalona.

Tras pernoctar en un hotel de cinco estrellas, nos desviamos de la ruta para adentrarnos en el espectacular valle de Pineta.

Son muchos los que se acercan a este lindo rincón del Pirineo, así nos encontramos con Julio, Marijose, Iñaki, Aitor y Jon.
También coincidimos con Gorka y Aintzane que se dirigen también al Tour.
Desde el puerto de Portalet, no existe otro paso por carretera o pista a Francia excepto el túnel de Bielsa. Hasta este año, éste se podía atravesar en bicicleta, pero a algún espabilado se le ha ocurrido prohibirlo anunciándolo a 500 metrosde la boca de entrada y sin dar ningún tipo de alternativa a la bici. El siguiente paso a Francia, es el más peligroso y también vetado a pedal, túnel de Viella.
Dos opciones, o desandamos un par de valles y nos perdemos el Tour o.... lo cruzamos de ilegales.
Por suerte tenemos un"as" bajo la manga y rápidamente Aintza y Gorka se ofrecen a cruzarnos en furgoneta.


Pirineo francés

Tras cruzar el túnel de Bielsa un interminable descenso nos conduce hasta la localidad de Saint Lary (final de etapa del tour del día siguiente).

Pero con el fín de realizar parte de esa etapa nos acercamos hasta el valle de Louron...
... disfrutando de los maravillosos alrededores del lago de Loudenvielle.

Ascendemos el coll de Azet en compañía de cientos de aficionados que buscan un lugar donde ver pasar a los ciclistas.
A los profesionales les cuesta bastante menos tiempo ascender los puertos que nos han llevado horas a nosotros. ¿será que llevan menos peso???
Al día siguiente y en companía de Gorka, ascendemos primero el solitario Hourquette d´Ancizan,
para a continuación ascender el mítico Tourmalet.


Regreso a casa

Tras el paso del Tour, el cielo encapotado hace que abandonemos la idea de ascender los puertos de Soulor y Aubisque, por lo que perdemos un poco de altitud y nos dirigimos a Lourdes.

El prepirineo francés discurre por pueblos tranquilos y bien conservados.

Además los negros nubarrones van disipándose y dándole el relevo de nuevo al sol.


Entramos en Iparralde disfrutando de nuevo de carreteras solitarias.
Desde Lourdes acompañamos a tramos el camino de Santiago, por lo que no perdemos la oportunidad de aprovechar su infraestructura.

Cruzamos a Navarra por el alto de Izpegi...

... atravesando y visitando los encantadores pueblos del Baztan.

Y por el valle de Basaburua y de la Sakana cerramos el círculo y volvemos a casa.