El artículo de Luigi Benedicto Borges, enfrentando las dos posturas antagónicas de los defensores y detractores de Lee representadas por Rafa Marín y un servidor, ya está en la web de El Mundo.
Aunque me daba un poco de miedo sobre si quedaría un artículo equilibrado dadas las simpatías del escritor hacia Lee, al final he quedado satisfecho. Ha incluido todo lo que le había mandado y creo que ha quedado un artículo compensado.
Por supuesto no podía faltar algún momento en que me he puesto las manos a la cabeza por algún comentario de Marín, pero era lo de esperar. Como cuando apunta que Ditko hubiera estado contento con Trump en un intento de desacreditarlo a nivel personal, sin tener en cuenta que en un periódico como ese, a lo mejor eso es ganar puntos. Nada nuevo, ya sé cómo se las gastan los que se quedan sin argumentos, recurren a la descalificación personal.
Por supuesto en los comentarios del artículo ya me están atacando, pero también entra dentro de lo previsto. Es lo que tiene el fanatismo.
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El polémico 'Método Marvel' de Stan Lee
LUIGI BENEDICTO BORGES. Madrid. 14 NOV. 2018. 20:08.
Rafael Marín, único español que ha guionizado en Marvel, y
Ferran Delgado, quien rotuló la última historia de
Lee para la editorial, reflexionan sobre el legado artístico de 'The Man'.
Durante el infausto periplo de los derechos cinematográficos de Spiderman en los años 80 ––Cannon Films estuvo a punto de hacer una versión de terror con
Tobe Hooper a los mandos––
Stan Lee insistía a los productores que él mismo era la persona idónea para interpretar a
J. Jonah Jameson, el tiránico editor jefe del periódico Daily Bugle, el mismo que continuamente se preguntaba si
Spiderman era "un héroe o una amenaza".
Antes de fallecer el pasado lunes, el legado artístico del propio
Stan también dividía a muchos lectores en dos bandos antagónicos. Su origen se remonta a los primeros años de la revista especializada
The Comics Journal, donde crítico y jefe de redacción
Gary Groth inició una campaña para que el dibujante
Jack Kirby recuperara las miles de páginas que había dibujado durante su periplo en Marvel y ser reconocido como co-creador (o algo más) de personajes como
Los Cuatro Fantásticos, Hulk o los mutantes de
La Patrulla-X. En esa pugna, el dibujante labró a conciencia la imagen del débil que lucha contra el poderoso, en este caso una gran editorial cuya imagen corporativa era... el propio
Stan Lee.
Una de las causas centrales del conflicto surgía el conocido como
Método Marvel. Cuando Universo Marvel se expandía aumentando el número de personajes y de colecciones,
Stan The Man
Lee se vio desbordado por el trabajo. Ejercía de editor jefe, guionista y publicista de la compañía, por lo que según la mayor parte de las fuentes de la época,
Lee dictaba a sus dibujantes una serie de ideas que estos plasmaban a lo largo de las páginas del tebeo. Al acabar se las devolvían para que dialogara las viñetas. Años después, cuando los superhéroes se convirtieron en una especie de mitología moderna, algunos artistas como
Jack Kirby, Steve Ditko o
Wally Wood sintieron que no se les prestó el reconocimiento necesario. El hecho de que
Kirby falleciera en 1994 y
Lee viviera lo suficiente como para que su rostro se hiciera mundialmente famoso gracias a sus apariciones en el cine, la televisión y los videojuegos no hizo que se calmaran las aguas.
La última historia de Stan Lee para Marvel, rotulada por Ferran Delgado. / MARVEL
"El
Método Marvel forma parte de la leyenda construida por
Stan Lee para acreditarse y cobrar el trabajo de los verdaderos autores", sostiene
Ferran Delgado, diseñador gráfico y responsable de la revista de información
Plot 2.0. "La teoría dice que el escritor, en este caso
Lee, aportaba un argumento, el artista lo dibujaba y el escritor redactaba luego los diálogos. Pero las declaraciones de los protagonistas lo niegan tajantemente.
Lee no proporcionaba argumentos sino que, como mucho, eran directrices editoriales ––raramente aportaba nada––, así que el peso de idear la historia recaía sobre los artistas.
Lee entonces escribía los diálogos, cobraba por un guión completo ––argumento y diálogos–– y en los créditos se atribuía también el argumento".
Paradójicamente, las últimas páginas que
Stan Lee escribió para Marvel fueron trasladadas al cómic por el propio
Delgado, quien también ejerce como rotulista en el mercado estadounidense. Se trata de una revisión del primer trabajo de
Stan Lee para Marvel (entonces Timely Publications): una historia corta publicada en 1941 con el título 'El Capitán América frustra la amenaza del traidor.' La historia fue redibujada por el afamado
Bruce Timm y está editada en España dentro del volumen
Stan Lee: Marvel Treasury Edition (Panini Cómics).
Pero este hecho no suaviza su opinión sobre
Lee. "A pesar de que a
Steve Ditko [co-creador de Spiderman, fallecido el pasado mes de julio] se le empezó a acreditar el argumento completo a partir de
Spider-Man nº 26, él asegura que dejó de hablar con
Lee desde el nº 21, que contenía un
crossover y
Ditko los odiaba. O lo que es lo mismo, a partir de ese número,
Ditko entregaba el número totalmente dibujado y
Lee ni siquiera sabía de qué iba. Luego
Lee redactaba los diálogos a partir de notas que
Ditko le había entregado en un papel aparte, aunque a menudo cambiaba el sentido de lo que había dibujado, algo que le enfurecía. Resumiendo, la aportación de
Lee a la serie en forma de directrices editoriales apenas duró un par de años antes de que
Ditko tomara el control total".
Portada de 'Marvel. Crónica de una época',
de Rafael Marín. / DOLMEN
Rafael Marín, escritor, traductor y el único español que puede presumir de haber guionizado cómics Marvel ––hizo equipo con el dibujante
Carlos Pacheco y el entintador
Jesús Merino en
Los Cuatro Fantásticos–– difiere al respecto. "El
Método Marvel es el primero que, gracias a
Stan Lee, incluye al dibujante en el proceso de creación de las páginas como tales.
Lee no marcaba los planos y los ángulos y el número de viñetas ––cosa que hace que la labor de guionista sea aburridísima, no solo para el guionista, sino para el dibujante, que puede acabar pensando que solo es la mano del guionista––. Con el método inventado para la ocasión, el dibujante conoce el argumento general pero es el director de las escenas, las dibuja a su ritmo y su antojo, reforzando su gusto por lo que quiere dibujar pero sin perder de vista el sentido general de la historia.
Lee, luego, lo revestía todo con su prosa exagerada, provocando eso que los tebeos Marvel ofrecían como nadie: pasión".
A título personal,
Marín reconoce preferir ese método a la hora de escribir un cómic. "Como guionista, me resulta más cómodo el
'Método Marvel' que el método-guión-plano-por-plano, aunque en mi sistema más o menos esbozo la historia y las páginas y los dibujantes ya conocen los textos y los diálogos: una suerte de mezcla de guión método Marvel y texto teatral."
Ditko caricaturiza a Stan Lee y a sí mismo en el primer 'annual' de Spiderman. / MARVEL
Durante los últimos años,
Ferran Delgado ha ido recopilando en el grupo de Facebook dedicado a su revista
Plot 2.0 y en su blog diversas declaraciones y entrevistas de dibujantes que trabajaron en La Casa de las Ideas y que no quedaron muy contentos con los méritos atribuidos a
Stan Lee y a ellos. "
John Romita Sr. [el artista que sustituyó a Steve Ditko cuando este abandonó The Amazing Spider-Man] comentaba en una entrevista de 1969 publicada en
Fantastic Fanzine Special nº 1 que si solo trabajaba en
Spider-Man era porque 'dibujo rápido pero argumentar las historias de cero es lo que más tiempo me lleva. Le doy muchas vueltas a la continuidad y el desarrollo de los personajes porque creo que merece la pena'", detalla
Delgado.
Sobre la división entre los partidarios de
Lee y lo de
Kirby, el rotulista añade lo siguiente. "Sobre
Kirby, Lee admitía en una entrevista en
Castle of Frankenstein #12 (1968) que 'algunos, como
Jack Kirby, no necesitan ningún argumento. Tan sólo necesito decirle a
Jack, 'Hagamos que el próximo villano sea el
Dr. Muerte'... o puede que ni tan siquiera tenga que decirlo, sino que sea él quien me lo diga. Entonces se va casa y lo dibuja. Es tan bueno con los argumentos que probablemente sea mil veces mejor que yo. Él hace los argumentos de esas historias, yo me limito a editarlo un poco... Puede que le diga que ha ido demasiado lejos en una dirección u otra'".
"No le doy crédito a los que le quitan el mérito a
Lee", sostiene
Marín, quien analizó la etapa más brillante del Bullpenmarvelita en
Marvel. Crónica de una época (Dolmen) .
"Lee era el director editorial, el guionista de las series. Lo coordinaba todo y supo sacar oro de sus colaboradores. Los dos principales, sin cuya participación el Universo Marvel no habría existido, se marcharon de la empresa por motivos diversos: uno, por desavenencias con el propio
Lee ––
Ditko estaría hoy muy contento con
Donald Trump en la Casa Blanca––; el otro,
Kirby, porque se sintió ninguneado cuando la empresa cambió de dueños y no le dieron el reconocimiento que sin duda merecía", aclara.
Además,
Marín destaca que hay un falso mito que ha hecho mucho daño a la figura de
Stan: el copyright de
Spiderman, Iron Man y compañía.
"Lee no era el dueño de los personajes. Fue un currito más de la empresa. Dejó de ser el baranda máximo a principios de los años setenta. Eso de que tanto se le acusa, el famoso 'Stan Lee presenta' no fue cosa suya, sino de su sucesor
Roy Thomas, como una forma de reconocer su labor y, sobre todo, para que las nuevas hornadas de lectores no pensaran que, sin
Stan a bordo, los cómics Marvel no eran ya lo mismo".
Lee firma un cómic a un aficionado en el Salón del Cómic de Barcelona de 1998. / A. RAMIS
¿Y por qué no se puso nunca '
Stan Lee y
Jack Kirby presentan' o '
Stan Lee y
Steve Ditko presentan'? "A veces los fans creen que las grandes empresas editoriales son fanzines. Si los dos dibujantes se fueron a otras editoriales, es obvio que cayeron en desgracia ante los mandamases ––los de verdad, los del capital––. Cuando
Figo se fue al Madrid ya no lo quisieron ni en pintura en el Barcelona. Hablar de
Iker Casillas o de
Cristiano Ronaldo hoy en el Madrid es tabú. A ver si con esta comparación se entiende", recalca
Marín.
La conclusión de
Ferran Delgado es clara: "Hay muchos más testimonios de los protagonistas de la época que apuntan en esta dirección:
Lee no argumentaba, y si aportaba algo en todo caso eran breves directrices editoriales que formaban parte de su trabajo como editor. El
Método Marvel es un mito que no se ajusta a la realidad. Los verdaderos creadores eran los artistas".
Rafael Marín, por su parte, considera que es injusto que se critique a un autor que siempre ha llenado de alabanzas a sus compañeros.
"Stan era un trabajador incansable, un polvorilla, capaz de llenar a la gente de entusiasmo. Además, fue el primero que reconoció la labor de los dibujantes. No solo de los dibujantes a lápiz: también de los dibujantes entintadores; de los coloristas; de los rotulistas. Y escribía de puta madre", remata.