Hace unos días fue el cumpleaños de mi suegra, Pepi, así que estuve pensando con las niñas para hacerle una bonita tarta para celebrarlo.
A Pepi le gusta pintar, y lo hace francamente bien. Puede pintar lo que sea siempre que le guste, aunque uno de sus motivos preferidos son las fotos de sus nietas. Por eso pensamos que su tarta podría representarla a ella pintando un cuadro de las niñas.
Por si alguien se lo pregunta, dos de las niñas del "cuadro" son mis nenas, Paula y Andrea, y el bebe es Martita, nuestra sobrina, una preciosa muñequita de 3 meses.
Ni que decir tiene que las niñas querían colaborar en la tarta para su abuela, así que nos la tuvimos que repartir. Yo me encargué de la parte superior y ellas decoraron los laterales de la tarta. Una vista más general de la tarta.
Esta es la parte que hizo Paula, la mayor. La flor de la parte superior también es obra suya. |
Intenté hacer muchas fotografías de todo el proceso y espero que os puedan servir de referencia, no tanto de cómo se deberían de hacer las cosas (todavía no tengo tanta soltura como para dar explicaciones) pero quizás si puede servir para que se vea el proceso y podáis comparar los pasos que he dado y el resultado obtenido.
La figura la hice enteramente con pasta de goma. Me ha encantado el resultado y me ha parecido muchísimo más sencillo que cuando utilizaba fondant con CMC, así que tendré que ir probando recetas de pasta de goma casera, a ver si consigo resultados decentes.
Lo primero que hice fue la cabecita, aunque todavía no tengo tanta soltura como para parar y hacer fotografías de los pasos, de hecho la mitad de los pasos los hago y deshago varias veces por que no me gusta como va quedando, pero se pueden encontrar muchos vídeos con tutoriales estupendos. Por ejemplo yo me fijé mucho en este que encontré de casualidad.
Del proceso de las piernas si que hice varias fotos porque me gustó mucho cómo quedaron (espero no aburrir). Empecé con un churro del grosor aproximado de un dedo meñique.
Es bastante largo porque lo corté por la mitad para hacer las dos piernas, así te aseguras que saldrán más o menos igual de largas.
No hay que olvidar que la pasta de goma se seca con rapidez, así que es mejor envolver con film transparente la que no estemos modelando. Empezamos marcando el tobillo cerca de un extremo haciendo presión con el dedo mientras hacemos rodar el churro.
Me quedó así.
Y también marcamos ligeramente lo que será la rodilla de la misma manera.
Doblamos un poco la parte del pie dandole un poco de forma y se va redondeando las marcas que hemos hecho y estirando un poco la pantorrilla.
Yo utilicé una brocheta para darle estabilidad. Al pasarla por la pierna se perdió parte de la forma que le estaba dando, pero pude recuperarla con facilidad.
Una vez clavada en el corcho, seguí dándole forma a la pierna, dejando el pie como de puntillas (en ese momento no tenía muy claro como serían los zapatos) y marcando la pantorrilla.
Reconozco que apenas me creía que yo hubiera hecho una pierna tan bonita. El gran reto fue repetir semejante hazaña y dejar las dos piernas más o menos iguales.
No me cabe duda que gran parte del mérito fue de la pasta de goma, cuando he intentado hacer esto mismo con fondant más CMC, las piernas perdían la forma y se quedaban achatadas.
El siguiente paso fue hacer el tronco. Empecé con una bola de pasta de goma bien amasada.
Le di un poco de forma cilíndrica, como un huevo kinder (por citar a Georgia).
Presioné desde el centro hacia abajo con el pulgar para marcar lo que sería el vientre.
Y alisé lo mejor que puede la espalda para que quedara bien recta y elegante.
Marcando un poco más la cintura y redondeando el pecho.
Y con una boquilla grande recorté el escote para dejar la forma de los tirantes. Esta idea la vi en el libro de Carlos Lischetti al igual que los pasos para el modelado de las piernas y brazos. Es un libro absolutamente espectacular, precioso, impresionante... vaya que me encanta!
También lo dejé secar con las piernas y también aguantó la figura sin contraerse demasiado.
Aquí tengo otra fotografía con las partes que se estaban endureciendo, incluyendo la cabeza que todavía no había aparecido.
Cuando las piernas ya estaban un poco más firmes, le puse unas botas. No sé si lo he comentado, pero Pepi siempre va perfecta, se cuida mucho y está absolutamente estupenda (no es raro que me pregunten si es mi hermana). Para las botas estiré un rectángulo de fondant negro que simplemente le puse por encima a las piernas.
Lo pegué por detrás recortando lo que sobraba. Por cierto, aparecen en la fotografía anterior una de las herramientas más útiles que he descubierto recientemente. Son unas estecas con los extremos muy pequeños, mucho más finas que las habituales. Yo no sabía que existían hasta hace muy poco y realmente son muy cómodas para detalles pequeños.
Para el resto del cuerpo simplemente puse una pelotita de pasta de goma entre las piernas y el torso para después ponerle la falda.
Y la falda no era más que un rectángulo de pasta de goma. Con un buen cinturón que disimulara las uniones.
Charlando con Paula llegamos a la conclusión de que la boca no parecía muy natural, así que le puse un trocito pequeñísimo de fondant negro para que le diera algo de profundidad. Incluso me atreví con un hilo finísimo para simular los dientes. Para estas delicadezas me vinieron muy bien las estecas que comentaba antes.
Como el tronco ya estaba razonablemente firme, el cuello y escote fue sencillo de colocar con una pequeña bola de pasta de goma. El proceso de los brazos es muy semejante al de las piernas:
Empezamos por dos churros iguales.
Marcamos muñeca y codo.
Yo incluso doblé el codo, aunque después decidió que se quedaría recto. Aplasté lo que sería la mano para dejarla más plana.
Se hace un corte en la mano para separar el pulgar, consiste en un par de cortes separando un trocito como un triángulo. Se marcan ligeramente el resto de los dedos.
Si la mano va a sostener algo se puede quedar así, pero también se pueden hacer tres cortes para separar los dedos. Al principio quedan dedos cuadrados muy poco naturales, pero se redondean ligeramente con un poco de cuidado (parece muy difícil hablando de una cosa tan fina, pero no es más que ponerse).
Como de costumbre empezaba a estar justa de tiempo, así que corté unos trozos de alambre para darle un poco más de firmeza a la unión entre el brazo y el cuerpo.
Y a dejarlo secar un poco, apoyandose en cualquier cosa que quede a la altura.
Normalmente tengo muy poca previsión y las cosas van saliendo más o menos por casualidad, pero una cosa que tenía muy clara es que el vestido debía llevar como un volante por el escote, así que recorté una tira de pasta de goma.
Mi idea era darle un poco de vuelo, pero lo de voleado es algo que se me resiste. Por lo menos le afiné un poco los bordes para que quedara un poco mejor.
Otro de los trucos que he aprendido en la Feria Sevilla Dulce (gracias a Berna) es la utilidad de unas herramientas para modelado, parecen pinceles pero la punta es como de goma flexible. Sirve para perfeccionar las uniones de fondant cuando los dedos no llegan bien.
También he aprendido un pequeño truco para que el pelo quede un poco mejor. Antes de poner los mechones se cubre toda la cabeza con un disco de fondant del mismo color que el pelo (con un poco de pegamento comestible).
Empezamos a colocarlo por la nuca y el sobrante se coloca como una cresta en la parte superior de la cabeza. Yo antes lo hacía al revés y me costaba mucho más recortar y disimular la parte que sobra.
De esta manera tenemos una base de pelo por si queda alguna separación entre mechones. Yo hice como lagrimas algo alargadas que fui curbando un poco por las puntas.
Sé que no es el peinado que lleva actualmente mi suegra, pero me pareció que sería más sencillo dejarla mona así.
Y claro, para ser una pintora necesita un cuadro. Recorté un gran triángulo que sería el atril.
Y un rectángulo de pasta de goma me sirvió como lienzo. Me planteé la posibilidad de pintar las caritas con rotuladores de tinta comestible, pero lo de pintar no es lo mío, así que hice un cuadro con algo de relieve.
Después le añadí un par de brochetas en la parte trasera para que se pudiera colocar en la tarta.
Llegaba el momento de que mis niñas decoraran su parte y descubro con horror los terribles efectos de una salpicadura de agua sobre el fondant.
Si hubiera tenido más tiempo lo habría quitado y puesto otra capa de fondant, pero lo único que pude hacer es secar el agua, espolvorearle un poco de maicena para quitar los restos de humedad y confiar en que la familia se fijara más en la decoración que en los agujeros....
Paula quiso poner los años de la cumpleañera con algunas flores y otros adornos. Ya la dejo completamente sola para estas cosas y se apaña perfectamente.
Y al ver la figura que yo estaba haciendo, también quiso hacer su versión.
Como la tarta se centraba en la afición por la pintura, les ofrecí a las niñas la opción de "pintar" sobre el fondant con los rotuladores de tinta comestible o los pinceles y una gotita de colorante. Esa fue la opción que eligió Andrea.
Y solo quedaba colocar las figuras y rezar porque se estuviera de pie.
¡Incluso aguantó el viaje!
Aunque cada día me cuesta más sorprender a la familia, creo que esta vez me acerqué bastante.
Y el corte de la tarta.
vaya autentica pasada de tarta!!!! impresionante es quedarse corto
ResponderEliminarMe encantan el trabajo en equipo junto con tus niñasss!!!
ResponderEliminarEstoy segura, que tanto las niñas como tu disfrutasteis haciendola, pero esas abuela al recibir su tarta seria la abuela mas feliz del mundo, y seguro que jamas olvidara este cumpleaños, la tarta es una preciosidad, y sentimentalmente hermosa. Besicos
ResponderEliminarQué bonita quedó, genial regalo hecho por las tres, la figura principal aguantó muy bien el equilibrio, pese a su longitud. Muy bien contado además. Besos!
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