Dos versiones para un Strudel

  Hace poco vi un postre absolutamente irresistible en el blog de las Recetas de Mon, un strudel con tres chocolates. Me faltó tiempo para ir a comprar ingredientes, y aunque tuve que cambiar alguna cosilla, el resultado fue delicioso. Hice dos versiones, una super-chocolatada y otra de manzana que tuvo incluso más éxito.

  No es la primera vez que hago alguna de las recetas de Mon, y siempre salen buenas. Las adaptaciones que hice fueron por los ingredientes que encontré en el supermercado y porque mi padre no puede comer chocolate.

Ingredientes para el Strudel de chocolate.

• 5 hojas de pasta brick (o pasta filo)
• 120 gr de chocolate con leche
• 120 gr de chocolate blanco
• 120 gr de ganaché de chocolate (o chocolate negro)
• 200 gr de nueces.
• Almibar.

Ingredientes para el Strudel de manzana.

• 5 hojas de pasta brick (o pasta filo)
• 3 manzanas reinetas
• Crema pastelera.
• 200 ml de agua
• 100 gr de azúcar
• Canela en rama y canela en polvo
• La piel de un limón.

  Para la versión chocolateada utilicé una ganaché que tenía hecha en vez de los trozos de chocolate negro de la versión original. Para la versión de manzana hice una crema pastelera con un huevo y también se podrían añadir unas pasas, pero es otra de las cosas que no puede comer mi padre.

  Las dos versiones son muy sencillas de hacer, empiezo por la de manzana que tiene un poco más de trabajo. 

  

  Lo primero es preparar las manzanas, para eso le quitamos el corazón y las pelamos.

  Yo utilicé manzanas reinetas porque me encanta el toquecillo ácido que le aporta a los postres. Aunque se oxida en seguida, como podéis ver en la siguiente fotografía. En el tiempo de pelar la manzana, el interior se había oscurecido, pero no pasa nada y sigue estando igual de buenas.

  Se cortan en gajos finitos y las pieles y corazones se reservan porque los podemos utilizar.

  Los trozos de manzana lo ponemos en una cazuela con el agua, el azúcar, la canela en rama y la piel del limón. 

  Lo dejamos cocer unos minutos hasta que queden tiernas, pero hay que vigilarlas continuamente porque si quedan  demasiado blandas se deshacen enseguida.

  Se escurren las manzanas, pero reservando el almibar donde se han cocido. Ahora ponemos las pieles y corazones y dejamos que el almibar espese. 

  También hay que vigilarlo con cuidado porque a mi se me pasó y casi se quema. Lo que queda es una gelatina de manzana que viene muy bien para darle un poco de brillo al final.

  Una vez preparadas las manzanas, el resto es coser y cantar. Ya podemos ir enciendo el horno a 180º para que se vaya calentando.

  La receta original utiliza láminas de pasta filo y lo que yo encontré son hojas de brick que según creo son algo parecido (o eso espero). Son unas láminas finísimas pero aunque no lo parezca se manejan muy bien. 

  Aunque se guardan en la nevera, las saqué con tiempo suficiente para que estuvieran a temperatura ambiente y no se me rompió ninguna. Cada hoja viene con un papel para que no se peguen unas a otras.

  Puse la primera sobre un paño limpio para después poder enrollarlas con más soltura. Le puse una capa muy fina de crema pastelera, unos gajos de manzana y un poco de canela en polvo.

  Para la segunda hoja, extendí primero la crema pastelera sobre la superficie plana para evitar roturas.

  El resto lo hice igual, colocando un poco de manzana espolvoreada de canela. 

  Y así con cuatro hojas. Lo doblé un poco por los laterales para evitar que se saliera el relleno.

  Y terminé de enrollarlo con la ayuda del trapo.

  La última hoja de pasta brick la utilicé para enrollar todo el rulo y que quedara cerrado.

  Lo pegué humedeciendo un poco con agua y lo coloqué con cuidado sobre una bandeja de horno con un papel vegetal.

  Para la versión chocolateada tenía la ganaché a temperatura ambiente para que se extendiera fácilmente  También hay que trocear los chocolates y las nueces para manejarlos mejor.

  El resto es muy parecido a la anterior. Se extiende la ganaché sobre cada hoja y se pone parte de los chocolates y nueces por encima.

  Esta versión me quedó mas abultada, así que la última hoja la cubrí con la ganaché y la puse boca abajo para cerrarlo un poco.

  Esta fue un poco más difícil de enrollar y cerrar.

  La puse en la misma bandeja y también la pinté con un poco de almibar para pegar las hojas. (El almibar consiste en el mismo peso de agua que de azúcar y se calienta hasta que el azúcar se disuelva. Yo lo hago en cantidad y lo guardo en la nevera para emborrachar bizcochos).

  Me temo que no recuerdo cuanto tiempo estuvieron en el horno, pero entre 20 y 30 minutos, hasta que vi que las hojas empezaban a dorarse.

  Una vez frías, a la de manzana la pinté con la gelatina que tenía reservada.

  Y a la segunda le espolvoreé cacao en polvo y le puse algunas nueces que tenía reservadas.

  Dos versiones completamente diferentes y muy sencillas.

  En casa tuvieron mucho éxito.

  Casi se me olvida, las tomamos templadas, con el chocolate todavía derretido... delicioso...