1. Televisión Española emitió su primer contenido publicitario en 1957. Patrocinando uno de los primeros programas de la historia, un presentador se refirió a las virtudes del refrigerador Super 57 y la lavadora Launtromat de la marca Westinghouse. Hoy, cincuenta y dos años después, Televisión Española emitirá el último anuncio publicitario de su historia, dedicado a la tarjeta de crédito MasterCard. Entre uno y otro hemos podido ver casi un millón cuatrocientos mil consejos publicitarios. Ningún otro agente social, -ni la familia, ni la escuela, ni la iglesia, ni la policía-, nos ha dicho tantas veces lo que teníamos que hacer. Más que de cualquiera de los otros elementos antes citados, el individuo actual es fruto de la publicidad comercial, la vía de socialización y adoctrinamiento que en el siglo XX reemplazó a la propaganda religiosa. El principal enemigo de Martínez Camino no es Zapatero: fue Westinghouse y ahora es MasterCard. Los crucifijos no han sido sustituidos por el puño y la rosa, sino por la "M" de McDonalds.
2. Con la desaparición de la publicidad en la televisión pública quedan libres varias horas de programación al día que deberán ser ocupadas por nuevos contenidos. Desde aquí hacemos una propuesta que creemos incontestable: TVE debe compensar el fin de los anuncios mediante la emisión de "Mad men", la serie norteamericana que lleva tres temporadas retratando con crueldad de psicópata la vida en una empresa de publicidad de comienzos de los años 60. La publicidad ha creado el nuevo mundo y los mad men de la serie fueron los primeros en hacerlo. Así la publicidad seguiría presente en TVE a pesar de que TVE ya no esté emitiendo publicidad.
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3. Vestido de fiesta para la Nochevieja: 165 euros. Taxi hasta la casa de unos amigos: 7,40 euros. Botella de vino de rioja gran reserva con denominación de origen: 32 euros. Racimo de uvas: 0,90 euros. Sentarse delante del televisor a las 23:45 horas, sintonizar La 1 y contemplar el último anuncio de la historia de la televisión pública: no tiene precio.