Los infaltables de Barolo: una experiencia que redefine la cocina italiana

En Barolo, la cocina no solo es un arte, sino una historia contada a través de sabores que desafían lo tradicional. Este restaurante, un referente en la Ciudad de México, reinterpreta la gastronomía italiana desde una perspectiva contemporánea, integrando técnicas francesas y matices mexicanos bajo la dirección creativa del chef Rafael Prado. La propuesta de Barolo combina respeto por la tradición con innovación culinaria, haciendo que cada platillo sea una expresión de pasión, técnica y una cuidadosa selección de ingredientes.

Con una atmósfera elegante y acogedora que invita a disfrutar de cada momento, Barolo ha conquistado a comensales locales e internacionales. Desde entradas sorprendentemente creativas hasta postres que transforman lo clásico, cada detalle está diseñado para ofrecer una experiencia gastronómica inolvidable. Aquí destacamos tres platillos que encapsulan esta filosofía y se han convertido en imprescindibles del menú.

Calamares fritos con polvo vadouvan y alioli de finas hierbas

Un homenaje a las especias y la creatividad, los calamares de Barolo llevan un sello distintivo gracias al polvo vadouvan, una mezcla compleja con raíces en la cocina francesa e influencias indias. Este polvo, compuesto por ingredientes como curry, clavo, cardamomo, comino y un toque de ajinomoto, aporta un equilibrio perfecto entre lo dulce, lo picante y lo ácido. Los calamares se acompañan con un alioli de finas hierbas hecho en casa, que combina estragón, cebollín, perejil y limón asado para realzar cada bocado con frescura y profundidad.

Capeletti de lengua: una carta de amor a tres culturas

Inspirado por su amor por los tacos de lengua, el chef Rafael traduce esta devoción en un capeletti que rinde tributo a Italia, Francia y México. La lengua se cocina al vapor hasta alcanzar una textura tierna, mientras que la mantequilla avellanada (quemada hasta desprender aromas de frutos secos) se encarga de darle un matiz delicado. El plato se finaliza con un demi-glace cocinado durante 72 horas con res, pollo, cerdo y un toque generoso de jerez, brandy y vino tinto, creando un sabor profundo e inolvidable. Este capeletti se convierte así en una expresión única de tradición y modernidad.

Tiramisú: el clásico reinventado con helado de café de olla

El postre estrella de Barolo transforma el tradicional tiramisú en una experiencia multisensorial. A partir de una crema mascarpone aireada y delicada, creada con la precisión de un sabayón, se construye una base rica y sedosa. La galleta, hecha a mano en casa, mantiene la humedad perfecta para evitar la sequedad que tanto disgusta al chef Prado. La innovación llega con un helado de café de olla, que aporta notas especiadas y dulces. Todo se completa con una galleta de cocoa que intensifica la experiencia del chocolate. Un postre que respeta sus raíces pero las lleva a un nivel superior.

Estos tres platillos representan la visión creativa de Barolo: una cocina italiana con corazón mexicano y técnica francesa. Son la invitación perfecta para descubrir un mundo de sabores complejos, historias personales y la pasión de un chef que siempre busca más.