Michaela DePrince, la joven bailarina y refugiada de Sierra Leona que llegó a Estados Unidos y triunfó por su amor y entrega a esta arte, ha fallecido a los 29 años.
A través de sus redes sociales, se compartía una imagen en blanco y negro de la joven, sonriente y llena de vida con la que se daba a conocer la triste noticia de su partida.
"Con dolor en nuestros corazones es que compartimos la pérdida de la bailarina estelar Michaela Mabinty DePrince, cuyo arte tocó los corazones y cuyo espíritu inspiró a muchos, dejando una marca increíble en el mundo del ballet y más allá", comienza el escrito.
El texto resalta su labor humanitaria y entrega a las causas nobles y justas, pues ella, y su historia de vida, han sido un ejemplo de que se puede pasar de la más difícil situación personal a la más bonita y exitosa. Siempre con esfuerzo, valor y entrega.
(Photo by Bryan Bedder/Getty Images for American Ballet Theatre)
"Su permanencia con nosotros ha sido demasiado corta, pero su legado continuará brillando en los corazones tocados por su historia en las generaciones venideras. Amor y oraciones para su familia elegida, amigos y aquellos que la amaron", concluye el mensaje. Su familia ha pedido que en vez de mandar flores, que ese dinero se done a la asociación War Child que ella apoyó en vida.
DePrince protagonizó lo que pudo haber sido un guion de película pero que, desafortunadamente, fue una dura realidad. Natural de Sierra Leona, perdió a sus padres siendo una niña debido a la guerra y fue ingresada en un orfanato donde fue maltratada y sufrió acoso por su condición de piel, vitiligo. A los cuatro años fue finalmente adoptada por una familia en Estados Unidos.
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Lejos de ahondar en la tragedia, usó su experiencia para ayudar a los demás y convertirse en una bailarina de primer nivel. Y así fue, su puesta en escena le valió reconocimientos a nivel internacional y participación en proyectos como Bailando con las estrellas. La causa de su muerte no ha sido dada.
