Título: Simplemente, escaparme contigo (galeradas, libro 3)
Autor: Francisco Gungui
Lugar de publicación: Barcelona
Editorial: Montena
Año: 2012
Páginas: 272
Personajes: Alice, Luca, Martina, Danielle
Temática: romántica, realismo
Localización espacio-temporal: Italia, s. XXI
Resumen oficial:
Quizás por timidez, vergüenza o simple inseguridad, Alice no
dice lo que piensa. Nunca lo ha hecho. No comparte con sus mejores
amigos sus verdaderos sentimientos, ni con su hermano, ni tan siquiera
se ha atrevido a preguntarles a sus padres la razón de su separación
tras tantos años juntos. Y... lo más importante, Alice tampoco le dice
la verdad a Luca, porque de hacerlo podría descubrir lo que realmente
siente y eso le provoca verdadero pánico... Pero, por primera vez en su
vida, Alice va a decirlo y no va a ser fácil para nadie...
Mi opinión:
Al empezar la novela parece que todo está demasiado tranquilo, como si no hubiera cambios con respecto a la segunda novela. Pero de repente la vida de Alice se ve alterada por varios frentes: ahora que está más o menos bien con Luca como amigos y consigue algo parecido a la estabilidad emocional, resulta que sus padres les anuncian a Fede y a ella que se van a separar porque ya no son felices.
Además del drama que eso supone para la familia, resulta que su amiga Martina está algo rara y le da por desaparecer sin avisar a nadie, ni a su madre ni a sus amigos, con quienes parece no querer contactar ni hablar.
"El lugar del accidente. Y estoy sola, no hay otra alma viva. Sola con mis pensamientos. Los oigo como la lava que presiona contra el suelo, es el volcán que trata de estallar. Me siento pequeña, diminuta, y siento el peso de mundo bajo mis pies. Quiero saltar y pisotear el suelo con todas mis fuerzas, hasta hacer caer el planeta al espacio. Pero no puedo. Así, ya no consigo contenerme, ya no consigo reprimir el ímpetu de mis pensamientos, que presionan para salir."
Por otro lado, la familia de Alice tiene un accidente de coche cuando van a visitar a la abuela, y se salvan "milagrosamente", ninguno de ellos se hace daño, gracias a que un árbol salva al coche de un golpe fuerte que podría haberlos matado a todos. Pero lo original del caso es que Alice empieza a comportarse de una manera muy rara después del accidente: cada vez que habla con alguien, sus amigos o familia, les dice lo que piensa directametne, sin fingir ni parecer cordial, sino todo lo contrario, a cada uno le va diciendo lo que piensa de él o ella sin pensar en las consecuencias de sus actos. Se ha golpeado la cabeza y parece sufrir un trastorno en el cerebro, algo que ha impedido que utilice la sutileza propia del comportamiento social, por lo que ella no se da cuenta de que está hiriendo a todos los que quiere, pues no ve nada raro en sus palabras. Uno a uno los va perdiendo, incluso hiere a su madre, padre y hermano con sus palabras.
"-Pero, ¿qué he hecho de malo? - pregunto.
- Alice, nada, pero no hace falta que digas todo lo que se te pasa por la cabeza.
- Lo único que digo es que esta situación es espantosa, que hacemos como si estuviéramos en una fiesta familiar cuando aquí falta papá, que nos estamos pelando de frío pero nadie lo dice y...
De repente me falta el aire. ¿Qué está pasando?¿Por qué mi vida se me está yendo de las manos? Me voy corriendo a mi habitación y me encierro. El corazón me late con fuerza y me cuesta respirar. ¿Por qué me siento así?"
Esto último es el recurso que me ha gustado que el autor haya utilizado para llevarnos este mensaje: di siempre lo que piensas, habla las cosas, no te calles lo importante, dilo a los demás siempre...Alice quería ser sincera en su vida pero las circunstancias hacian que tuviera que mentir o fingir que todo iba bien, cuando no era así. Sin embargo, ahora puede decir todo lo que se le antoja, lo que realmente piensa de cada persona que le rodea.
Este libro nos hace reflexionar a la manera de un manual de autoayuda, eso sí, novelado. Nos habla de que aunque la vida que llevas pueda parecer normal o sin problemas, no lo es porque todos fingimos para no herir a los demás. En realidad, no obstante, dentro de cada uno hay un "infierno" personal, unos problemas que no serían tales si lo compartiéramos con los demás, si hubiera más comunicación con aquellos que queremos y nos valoran.
"Mientras hablo me doy cuenta de hasta qué punto, por una absurda broma del destino, mi vida se ha enredado con la de mi familia y con la de las personas que me rodean. Y me gustaría encontrar una pista, un hilo rojo que me ayude a desenredar la madeja."
El lenguaje de la novela es muy ligero y a la vez poético y atrayente, me ha gustado mucho la manera de narrar del autor, y sobretodo cómo habla de sentimientos, del interior de los personajes, de lo que en realidad quieren y lo que luego hacen con su vida.
El padre de Alice expresa muy bien cómo se siente un padre de familia que no ha vivido sus sueños, que por estar pendiente siempre de su familia y trabajar, no ha disfrutado nada de la vida. Ahora con la separación ya puede viajar, que es lo que él quiere y se ha comprado una moto Harley Davidson así como ropa moderna. Como no podía ser de otra manera, Alice mete la pata diciéndole que tiene andropausia, una especie de menopausia para hombres, y lo hiere emocionalmente.
Pero aunque Alice ha ofendido a los que la rodean, ellos utilizan esa sinceridad para pensar en sus propias vidas y darse cuenta de que en realidad Alice tiene razón, aunque lo haya dicho de una manera tan brusca y poco cortés hacia ellos, aún así ha valido la pena que ella haya experimentado ese trastorno para poder "soltarse" como persona y manifestar por fin sus verdaderos sentimientos.
"Y entonces pienso que es verdad, que decir lo que piensas a lo mejor no cambia el mundo, pero lo vuelve más parecido a ti."
Con este libro se cierra la saga de tres libros más la precuela, y tiene
ya un final cerrado. No creo que salgan más de la misma serie, al menos
por lo que da a entender este tercer libro. Lo recomiendo si os gusta
reflexionar sobre aspectos de la vida, muy útil como aprendizaje si eres
una persona tímida a la que le cuesta manifestar sus verdaderos
sentimientos a los demás o para personas que normalmente están acostumbradas a fingir "que todo va bien" cuando no es así y por dentro están sufriendo.
Y ahora os dejo con esta reflexión: ¿Realmente es bueno decir siempre lo que piensas o hay situaciones en que es mejor no hacerlo para evitar males mayores? Un verdadero dilema, y no siempre fácil de resolver.
"Sonrío y advierto cómo se han invertido los papeles de esta absurda aventura. Pienso en cómo llevamos una máscara que define despiadadamente nuestras características, que suelen ser las más superficiales, y raramente revelan quiénes somos en realidad."
Puntuación:
Vale la pena