:: Neuriwoman ::

Ayer fue el Día Internacional del Perro, que se viene celebrando cada 21 de Julio desde el año 2004, y que sirve para homenajear a nuestros pequeños peludos  y a los no tan pequeños también. Se estima que en la actualidad hay más de 300 millones de perros en el mundo, de todos los colores y tamaños, pero con una característica en común como es darnos cariño, compañía y un amor incondicional de por vida. Terry, en la primera foto, es mi pequeño yorkshire pero solo es pequeño de tamaño con sus dos kilos y medio porque de edad es longevo a sus dieciséis años de vida y de corazón es un gigante. Es el rey de la casa y un poco tirano con su hermano pequeño Tommi, mi podenco de diez años que adoptamos cuando tenía un par de años. El tiene la paciencia del santo Job con Terry y le deja comer de su cuenco y le permite apropiarse del cojín más grande porque es muy tranquilo y más bueno que el pan. Felicidades en el #Diadelperro para todos los que disfrutáis de su compañía.

Hace unos días recibí un extraño correo en el que me pedían encarecidamente que les hiciera llegar su contenido a mis dos perros. Incluso les llamaban por su nombre, Tomi y Terry, así que debieron tomarse la molestia de buscar sus nombres en mi blog. En el mail les ofrecian integrarse en una Red social para mascotas y así poder interactuar y conocer otros congeneres que también viven con humanos. Colgar sus selfies y tal y tal... De momento cuando se lo conté no pareció que les interesara mucho en su mundo canino pelearse conmigo por el uso del ordenador. Así que ellos pasan y continúan conociéndose a la antigua usanza, es decir, olisqueando partes de la anatomía de sus amiguetes.

Photos by @neuriwoman Y como de entre todas las flores de mi jardín no sabría con cual quedarme, voy a dejar que el pequeño Terry elija la más bonita. Aunque la verdad es que el solo hecho de ser flor ya es sinónimo de belleza y por ende todas ellas son bonitas. ¡¡Que disfruteis de un muy feliz domingo!!

Será verdad eso que dicen de que todos tenemos un lado oscuro, diferente a como nos vemos y nos ven los demás?. Bueno, quizás solo depende de nuestros sistemas sensoriales y la suma de  nuestros miedos acumulados, secretos y fragilmente contenidos en esa cascara de nuez que denominamos mente. Quien diría que el protagonista de esta foto no es otro que mi dulce y pequeño Terry. Si esa imagen maligna que ocupa el primer espacio de este post es del mismo tesoro canino que acompaña mi existencia. Es decir, el de la foto de abajo, aunque con mejores colores. Esta foto es de Terry cuando llego a casa en Enero de 2003. Y es que al final "en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el COLOR del cristal con que se mira".

Autoretrato2: mi pie soberanamente aburrido, mi perro lo esta más todavía. Por fin tengo de nuevo Internet pero eso conlleva una buena y una mala noticia. La buena: que mi cordón umbilical a la blogosfera se ha restablecido nuevamente y la mala que me han asignado un nuevo número de teléfono. Pero que no era nuevo y a estrenar, vamos lo que viene pasando con los objetos usados y que antes han sido de otro. Y es que a Telefónica no se le ha ocurrido nada mejor que asignarnos el teléfono que antes pertenecía a la consulta de un prestigioso médico malagueño lo cual conlleva que durante todo el día reciba las llamadas de sus pacientes impacientes por verle y pedir citas.  El problema no es que Telefónica no lo haya tenido el suficiente tiempo en barbecho para destetar a sus antiguos usuarios sino de Google. Porque a todo el que entra en el buscador, buscando médico especialista le aparece mi número en un montón de directorios y en varias compañías médicas. ...

Terry preparado para ver el partido. Dentro de un rato comienza el partido de fútbol entre España-Italia y mi chiquitín ya esta preparado buscando un hueco en el sofá. ¿A que esta guapo?. Además os contaré un secreto sobre Terry y es que le asustan los partidos de la tele, así que en cuanto escuche el ambiente en la caja tonta correrá como de costumbre a esconderse bajo mi cama. Por el otro lado futbolero esta mi hijo Daniel que es un gran aficionado al fútbol  y que ya jugaba en el equipo del Málaga en la categoría de alevines desde que era pequeño. Ahora mismo esta en Roma estudiando Medicina con una beca Erasmus y jugando en varios equipos, unos de Erasmus y otros con equipos locales y otros no tanto, como el partido del otro día que fue contra Etiopía. Debajo de estas líneas lo tenéis en un entrenamiento.

Ya conocéis a Tomi, nuestro pequeño podenco, aunque lo que seguro que no os había contado es cuanto le gusta meditar a la orillita del mar. Y como una imagen vale más que mil palabras aquí os lo dejo todo concentrado en esta inusitada postura yoguica. O acaso el yoga no contiene asanas restauradoras, que nos ayudan a liberar tensión y nada mejor para disminuir la temperatura que meter el hocico en la arena empapada de agua de mar. Como veis en Tomi los estiramientos, las flexiones hacia delante, algunas inversiones sencillas y posturas que nos ayuden a estirarnos hacen que nos sintamos mejor. Seas un can o un humano aprovecha la playa para relajarte y realizar tus ejercicios. Y después de terminar nada mejor que volver con Terry refrescando la lengua al viento. Y ya sabéis que este es yoga del bueno, que me lo ha contado  toda una experta profesora en la materia.  Mi amiga Ana del Blog "Universo ...

Esta preciosidad es el pequeñín de la casa, aunque en realidad cumple 8 años estas Navidades, pero sigue pareciendo un cachorro y  tiene las mismas ganas de jugar de siempre.  Ahora esta malito, le operaron ayer y en la espalda tiene todavía unos puntos y las gasas para cubrir las heridas de la incisión. En algunas fotos se le ve aún bajo los efectos de los sedantes, y he aprovechado las fotos que le hice para editar un video sobre él. Y así es como me ha quedado.  Todavía recuerdo el primer día que llego a casa, con un par de meses le traían en una cajita de zapatos desde la clínica del veterinario que le acababa de atender. Estaba temblando por las inyecciones que le habían puesto y por el corto viaje en coche. Le cogí entre mis brazos y lo acerque a mi corazón, y al son de sus latidos quedo dormido hasta el día siguiente.  A partir de ahí ya no ha vuelto a tener miedo, le encanta viajar en coche y siempre que salimos pie...