El pollo es un alimento que en casi todas las casa se consumen habitualmente ya que es sano, económico y muy versátil. Muy adecuado para niños y personas mayores por ser de fácil digestión y sabor suave.
Pero todas estas ventajas tal vez lo hacen un poco aburrido y es por eso que me gusta ir buscando nuevas formas de prepararlo para que quede más sabroso y divertido.
Esta vez me he decidido por esta deliciosa receta de pollo glaseado con piña y chile que os va a encantar si os gustan los platos especiados y algo picantes en contraste con el frescor que le aporta la piña. Una manera nada aburrida de disfrutar de este alimento tan cotidiano dándole un toque festivo.
Precalentar el horno a 200º.
Mezclar el coriandro, el comino y la cayena y untar el pollo con esta mezcla, frotando para que se adhiera bien, sazonar con sal y pimienta.
Poner 2 cucharadas de aceite en una cazuela que pueda ir al horno, calentarlo a fuego medio alto. Dorar los trozos de pollo por todos lados. Sacarlos a un plato.
Poner las rodajas de piña en la cazuela y colocar los trozos de pollo sobre ellas. Meter la cazuela en el horno y hornear durante unos 45 minutos.
Mientras tanto, poner en un cazo el ajo machacado, el chile troceado, el jugo de la piña, el vinagre, el azúcar y el pimentón y ponerlo a fuego fuerte hasta que empiece a hervir, mantenerlo a fuego medio durante unos 12/15 minutos, hasta que se reduzca y espese un poco.
Cuando el pollo esté hecho, pintarlo con el glaseado y volver a meterlo en el horno durante unos 5 minutos, volver a pintarlo y hornearlo otros 5 minutos. Servir bien caliente.