Del curso: Fundamentos empresariales

Automatizar procesos: BPM (Business Process Management)

Del curso: Fundamentos empresariales

Automatizar procesos: BPM (Business Process Management)

Una de las máximas de los negocios es la de producir el máximo costando lo mínimo. Independientemente del producto o servicio que se ofrezca, una empresa tiene que buscar siempre la manera de optimizar y generar innovación sobre sus procesos con la intención de minimizar los costes de producción. En un entorno competitivo, si una empresa quiere evolucionar y sobrevivir durante mucho tiempo, debe tomar decisiones de forma inteligente. Esto significa, entre otras cosas, concentrarse en la calidad sin olvidar la eficiencia en los procesos internos. En muchas ocasiones, la única forma de dar respuesta a esta exigencia de la optimización de los procesos pasa por su automatización. La automatización de procesos industriales busca el control de un sistema específico compuesto por múltiples artefactos. Un ejemplo de automatización puede ser un brazo robótico que se encargue de pintar la carrocería de un coche en una cadena de producción. Asimismo, cada vez es más frecuente la automatización en cualquier tipo de proceso industrial. A medida que la tecnología avanza, estos procesos adquieren un mayor nivel de sofisticación. Antiguamente, los procesos de negocio de una empresa se manejaban a nivel de operaciones funcionales. A partir de la década de los 80, comenzaron a instaurarse disciplinas de mejora de procesos continuado, como el Six Sigma, lo que produjo una migración de un modelo de operaciones funcionales hacia un modelo de operaciones administradas por procesos. A nivel operativo, una empresa opera, hoy ya como una norma general, en un modelo de administración por procesos. Aquí es donde entra en juego el concepto de gestión de proceso de negocios, conocido comúnmente como BPM o "Business Process Management". Por definición, nos referimos como BPM a todo el conjunto de elementos y métodos que sirven para la gestión sistemática e integrada de los sectores y las áreas de una empresa, al igual que de las actividades que desempeña una persona de la plantilla en un proceso de negocio específico. Para reforzar esta estrategia, existe un conjunto de recursos que permiten cumplir con el ciclo de vida del BPM. Para poder ejecutar estas tareas, se requieren tecnologías en las que podamos trabajar sobre los mismos principios que nos son familiares en procesos de producción industrial, como la automatización. Para tal efecto, existen herramientas llamadas "Business Process Management Software", o BPMS, con las que se construyen aplicaciones BPM. El BPM resalta especialmente un concepto teórico fundamental en la dirección de empresas, como el concepto de cadena de valor. Dividir el circuito productivo en diferentes procesos nos permite visualizar qué actividades nos proporcionan un mayor valor en sí mismas y cuáles podrían presentar una oportunidad de incremento de valor. En este momento es importante resaltar que, para que un proceso pueda automatizarse satisfactoriamente, o simplificarse mediante tecnología, es indispensable que este no solo esté bien definido, sino que también esté bien depurado. Existen diferentes metodologías que aportan la posibilidad de limpiar y reducir los procesos y flujos de trabajo a la máxima eficiencia, por ejemplo la filosofía Lean. Debido al desarrollo de la tecnología, conocemos la automatización de procesos de negocio como la transformación digital. Actualmente, la mayoría de las empresas tiene como prioridad estratégica el diseño, la implantación y la adopción de esta tecnología, que parte de una automatización y amplificación de la inteligencia de negocio gracias a nuevas capacidades como la inteligencia artificial o el aprendizaje automático o "machine learning". A pesar de que cada vez podemos encontrar más ejemplos de la automatización de procesos en prácticamente todas las áreas de la organización y todos los flujos de trabajo, esta tecnología se ha adoptado especialmente en las áreas de venta y marketing. Un ejemplo es el "CRM" o el CRM. En resumen, el avance de la tecnología está produciendo una normalización en la coexistencia de procesos automatizados con procesos de negocio habituales que son capaces de aumentar la inteligencia de las empresas a la hora de tomar decisiones.

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