Pablo Castrillo, el último descubrimiento de La Vuelta a España y el "tesoro" del éxito de Kern Pharma

Ha nacido una estrella. Es lo que se podía ver en cada salida y llegada de La Vuelta durante la última semana de carrera. Pablo Castrillo, como flamante doble ganador de etapa, se dio un baño de masas, día sí y día también, y desató lo que ya se conoce como ‘Castrillomanía’. Su sobresaliente actuación, ganando en Manzaneda en homenaje a su mentor Manolo Azcona, fallecido esa misma noche, y en el Cuitu Negru, un escenario majestuoso cubierto de gloria, ha cautivado a los aficionados más jóvenes, y también a los menos jóvenes, que ya le ven como a un nuevo ídolo.

Por encima de un ciclista glorificado como Primoz Roglic o de los magnificados Mikel Landa y Enric Mas, de carácter patrio, Castrillo fue aclamado continuamente entre la multitud. “Vamos Pablo”, “grande Pablo”, “ánimo Pablo”, se escuchaba en las cercanías del autobús del equipo Kern Pharma. “Cuando te viene toda esa gente con ganas de hacerse una foto contigo, sobre todo los niños con esa ilusión, merece la pena. Me da mucha lástima dejar a alguien sin su firma o sin su foto”, aseguraba Castrillo a Eurosport, respecto a una fama que precisamente no le ha caído del cielo.

El jacetano de 23 años es una de las mayores irrupciones del ciclismo español en los últimos años. Porque a diferencia de Carlos Rodríguez o Juan Ayuso, esta no la vimos venir. Apareció de repente, como en la cima del colosal Cuitu Negru, entre el gris de la niebla, el color de la épica en el ciclismo. Con su doblete, Castrillo se ha convertido en el primer español que gana dos etapas de montaña en una Vuelta desde Alberto Contador en 2014 y, entre los corredores nacionales menores de 25 años, el primero que logra dos triunfos parciales en una misma edición desde Alejandro Valverde en 2003.

El ciclismo le viene de familia. Su hermano Jaime, también de la factoría del equipo farmacéutico y que corre en las filas del continental Sabgal-Anicolor portugués, le metió el gusanillo en el cuerpo con 15 años. Ahora, en un 2024 en el que ha cosechado notables resultados en O Gran Camiño, Eslovenia o Burgos, Pablo se ha destapado en la ronda española, siendo el último gran descubrimiento de la misma desde un tal Tadej Pogacar en 2019. El esloveno, total desconocido por aquel entonces, se apuntó tres etapas y un podio. Su siguiente paso, tal y como ha adelantado Javier Ares en esta misma Vuelta, es dar el salto al World Tour, si nada cambia, de la mano del potente Ineos Grenadiers.

Castrillo ha sido el actor principal de una Vuelta de película de Kern Pharma. Y es que el conjunto español Pro Team, la segunda división del ciclismo, ha brillado con luz propia en una de las carreras más importantes del mundo. Seguido de los dos triunfos de Pablo, Urko Berrade redondeó la actuación con el triplete en Maeztu, Pau Miquel merodeó la victoria con hasta cinco 'top-5' (cuento el de su inexplicable sanción) y José Félix Parra terminó en un meritorio 17º puesto en la clasificación general. Además, todo ello se ha visto compensado con 57.060 euros en premios en metálico y un total de 1.419 puntos UCI, sólo superado en este sentido por potencias como Red Bull (3.225), UAE (2.162), Dechathlon (1.900), Visma (1.552), Movistar (1.506) y Lidl (1.455).

El inicio de esta estructura se remonta a 1993, bajo el nombre de Agrupación Deportiva Galibier, fundada por Manolo Azcona, fallecido en plena competición y a quien se le ha rendido el mejor homenaje posible. Por sus manos pasaron ciclistas de primer nivel como Richard Carapaz, Marc Soler o Andrey Amador. El navarro, en los últimos años, le pasó la batuta de la dirección a Juanjo Oroz. “Somos un equipo humilde que trabaja la cantera, que creo que es el futuro de este deporte, que no solo es negocio, que hay que mirar por chavales. De ocho corredores, siete han estado en nuestro equipo de desarrollo y hemos ganado tres etapas. Ni me lo creo”, explicó eufórico a Eurosport tras la victoria de Berrade.

Las oportunidades están para aprovecharlas. Y eso es lo que ha hecho Kern Pharma en La Vuelta, cuya organización sigue un sistema rotatorio para repartir las dos invitaciones que quedan pendientes entres los cuatros equipos españoles, Burgos-BH, Caja Rural, Euskaltel Euskadi y el propio conjunto farmacéutico, de segunda categoría. Pese a no tener garantizada su presencia en 2025 y pese a que muchos World Tour pescarán en sus filas, el futuro es prometedor. Lo que está claro es que la estructura, que va “a seguir trabajando porque esto siga avanzando”, se ha hecho un hueco entre los más grandes del pelotón. Su gesta está al alcance de muy pocos y es un atisbo fulgurante para el ciclismo español.