Tras leer Amapola 15 de Carmen de la Rosa
y ver su biografía, sentí mucha curiosidad por conocer más de la autora y de su
obra. Por eso le solicité esta entrevista que muy amablemente me concedió y que seguro que os resultará
entretenida y os animará a leer su novela.
EL BÚHO ENTRE LIBROS:
Tienes una biografía que no puede menos que llamar
la atención. Has vivido en Sevilla, Almería, Madrid, Londres, Múnich, Hamburgo,
Dusseldorf y Heildelberg. ¿Nómada vocacional o por obligación?
Carmen de la Rosa
Totalmente vocacional. Y por casualidad. Comencé a estudiar Periodismo con treinta y cinco años, me licencié con cuarenta. Me gustaba el periodismo creativo: la entrevista, el reportaje, los artículos de fondo…No ejercí mi carrera, me vine a vivir a Alemania. Hace cinco años recibí la visita de una chica de Serón que me recordó mi vida en la granja que tuvimos en ese pueblito almeriense de Los Filabres, y mi casa inglesa. Escribí mis memorias y edité 50 libros que regalé a la familia y a mis buenos amigos de aquellos tiempos. Me animaron a escribir y bueno, a partir de El Club de Serón llegó El Al Mizar, una novela que tiene mucho de mi vida, y que me la publicó Almuzara.
EBEL: Hablas de El Club del Serón, pero la que veo publicada es El inglés del Serón. ¿Son la misma novela?
Carmen de la Rosa
El Club de Serón, no tiene nada que ver con El inglés de Serón. Como he dicho antes, El Club de Serón fue mi primera obra, un librito de memorias del que solo publiqué 50 ejemplares para regalar. Lleva fotos de Carlos Pérez Siquier, Premio Nacional de Fotografía y recetas de las comidas que hacíamos en Serón, en nuestra casa de La Zalea.
El inglés de Serón está basada en un hecho real, la muerte de un ingeniero inglés que vivió en la que fue nuestra casa por la coz de su caballo. Es una novela de intriga, la protagonista y un grupo de mujeres investigan para aclarar esa muerte que no fue accidental. La protagonista ha comenzado a sufrir Alzheimer.
EBEL: ¿Vivir en tantos lugares diferentes cómo se refleja en tus novelas?
Carmen de la Rosa
Sí, soy de Pilas, Sevilla, me casé con diez y ocho años y me fui a vivir a Almería. Patricia, mi única hija es de allí. En Almería me saqué la licencia de piloto privado y la carrera de danza, me examinaba en Murcia. De Almería a Madrid, quince años, estudié en la Complutense. Volví unos años a Sevilla cuando el divorcio. En Londres conocí a Roland, mi pareja, y con él me fui a vivir a Múnich, Hamburgo, Dusseldorf y ahora en Heidelberg. Una buena experiencia.
EBEL:¿Cómo ves España desde el extranjero?
Carmen de la Rosa
Ahora con mucha preocupación. Sigo la actualidad de nuestro país día a día, leo los principales diarios, veo las noticias por Internet. Estoy totalmente al tanto de nuestra actualidad. Y bueno, parece que vamos saliendo del túnel. La echo de menos cuando pasamos más de una semana sin sol…¡y las comidas!
EBEL: También me llama mucho la atención tu currículum: “Se licenció en Periodismo por la Universidad complutense.
Realizó dos años de Doctorado y un curso de Relaciones Internacionales en el
Instituto Ortega y Gasset de Madrid. Antes, en Almería, había obtenido la
licencia de piloto privado y el título de profesora de danza española en el
Conservatorio de Murcia”. Pero todo esto a partir de los cuarenta años. ¿Qué
provocó este antes y después en tu vida, ese torbellino de actividades?
La entrada en la Universidad. Ha sido lo más importante que he hecho en mi vida, aparte de tener a mi hija, mis nietos trillizos, Roland…
Fue un gran esfuerzo porque me propuse aprovechar el tiempo y sacar buenas notas. Fue también un reto, y lo gané. Eso me dio fuerzas para enfrentarme a la vida con otra perspectiva, con mucha ilusión. Es verdad, mi vida cambió radicalmente con cuarenta años.
EBEL: Con tu propia agencia de publicidad, chef de cocina,
escritora, abuela ¿de dónde sacas tiempo para tanta actividad?
Todo lo he hecho de manera escalonada. He sido, y sigo siendo, una mujer privilegiada con un nivel de vida que me ha permitido estudiar y hacer todas estas cosas. Estudié gastronomía en Le Cordon Bleu de Londres y en mi casa de Heidelberg con muchos libros y practicando para nuestro equipo de la agencia. Sigo cocinando para ellos todos los días, claro que ya nada de cocina sofisticada y exótica. Desde que escribo cocino solo platos caseros, y poca repostería. ¡Pobres!
Sobre mi papel de abuela, lo soy de trillizos de trece años. Son unos chicos estupendos que leen muchísimo. Y también escriben en La Biblioteca de Miss McHaggis, un blog de literatura infantil-juvenil que dirige la madre, mi hija. Os lo recomiendo, tiene muchísimas visitas, es fantástico.
EBEL: Entre todas esas actividades, ¿cuando y por qué
empezaste a escribir?
¡Ah! Ya he explicado cuándo empecé a escribir. El por qué no lo tengo claro. Escribo porque creo que tengo cosas qué decir, y porque es un reto: avanzar en mi escritura, mejorarla, seguir creando personajes, sentir la emoción del momento creativo… No lo tengo muy claro.
EBEL: Novelas, relatos, cuentos infantiles. ¿Cuál de estos
géneros te gustan más?
Sin duda, la novela. Es el gran género, lo más difícil. Yo comencé con un relato biográfico que llevaba fotos y hasta recetas de cocina. Y de pronto me embarqué en escribir una novela sin tener pajolera idea de cómo hacerlo. Me metía en Google, buscaba portales con consejos, analizaba las novelas que leía, recababa documentación histórica, llamaba por teléfono a los ayuntamientos para que me aconsejaran en las ambientaciones… Hasta que un día me di cuenta de que la historia que acaba de empezar se deslizaba en mi ordenador casi sin yo proponérmelo. Escribí sin descanso, todos los días, a todas horas. Por otra parte me vino bien que El Al Mizar reflejara la vida de mi familia, a partir de mi abuelo Emilio, que hizo una gran fortuna trabajando de sol a sol. Fue un hombre bendecido por su buena estrella y por unos alemanes que montaron una fábrica de luz en su pueblo…Todo eso lo relato en mi novela.
Las protagonistas son seis hermanas. Y cada una de ellas tiene voz y una vida muy especial. Y bueno, la estructura de la novela es muy complicada, me perdía, mi hija me ayudó con una línea cronológica. Fue una hermosa aventura en la que involucré a mi gente más querida, más cercana. Y a partir de ahí, en ese mismo año, escribí otras dos novelas, las dos publicadas. ¡Estaba en racha!
Me gusta mucho escribir relatos, para mí es un respiro entre novelas. Uno de ellos lo estoy utilizando en la que estoy ahora escribiendo, se llama La etiqueta, una historia de tiempo de los nazis.
El cuento infantil es el género más gratificante para mí y el más fácil, siempre tiene un final feliz.
EBEL: Las dos novelas tuyas que he leído (La carta de Lucrecia y
Amapola 15) tienen una característica común: son novelas corales con unos
personajes muy bien trabajados. ¿Están tomados de la realidad o son fruto de
tu imaginación?
Mis cuatro novelas publicadas son corales, como bien dices. Sus personajes principales son femeninos, entro mucho mejor en la piel de una mujer que en la de un hombre. No sé, la forma de hablar, de expresarse, las vivencias muchas veces rocambolescas, humorísticas… Pero esto no quiere decir que mis novelas estén dirigidas solo a mujeres.
Sí, adoro a mis mujeres, tan distintas, luchadoras, chistosas, optimistas. Algunas tan pérfidas. No hay ninguna que sea exactamente como una mujer conocida. Siempre las disfrazo para no tener problemas de identificaciones. Quizás en todas ellas haya algo de mí.
EBEL: A la hora de escribir ¿Cómo te organizas? ¿Tienes alguna
manía?
No, escribo en mi sillón rojo que es muy confortable. No tengo un horario preferido, cuando escribo una novela escribo a todas horas, me levanto nerviosa a las cinco de la mañana con una buena idea o me quedo hasta las tantas con el ordenador abierto. No tengo fines de semana, no quiero que nada me distraiga, intento que no me abandonen las musas, ¡las mimo! Termino la novela muy cansada. Después viene darle un tiempo de reposo, y revisarla cien veces hasta que se la mando a mi editora.
EBEL: ¿De dónde salen tus historias?
De mi vida, de mi experiencia, de mis recuerdos, de mis vivencias, de lo que veo en la calle, de la música que me llega, de lo que leo en facebook, en los diarios, del arte que me rodea, de los sueños, de la realidad cotidiana…El Pato Azul comenzó un día que planchaba. Me quedé mirando un dibujo de un pato azul que colgaba en la pared. Una pintura de mi hermana Asunta. En ese momento surgió la novela.
EBEL: Las redes sociales han provocado un cambio significativo en
la relación escritor/lector, hasta el punto de que muchos escritores dedican
parte de su jornada “laboral” a moverse en ellas. ¿Cómo es tu relación con
este nuevo mundo virtual?
Estupendo. Cuando presenté El Al Mizar en Sevilla, Miguel Gallardo, periodista sevillano y mi presentador, me recomendó utilizar las redes sociales. Yo no sabía qué era Facebook. La verdad es que fue un magnífico consejo, me encanta Facebook, me acompaña, me informa, es una plataforma increíble para conocer gente muy distinta, para dar a conocer mis libros, para hacer auténticos amigos, para distraerme. En El Pato Azul aparece Facebook en un capítulo, que se llama precisamente así.
EBEL: En las redes sociales he visto que has dado un giro radical
en la novela que estás escribiendo ahora ¿Puedes anticiparnos algo de ella,
del por qué de eso giro radical en tu trayectoria para presentarnos una novela
negra?
Me fascina la novela negra, sobre todo la mediterránea. Amalia, la protagonista de El Al Mizar es una fan de Montalbano, habla de él y de sus novelas. Hace tiempo pensé en escribir una novela negra pero bueno, tenía otras en mente. Ahora ha llegado el momento. Me enfrento a otro reto, que mi protagonista sea un hombre, el Kommissar Lucas Mester.
Esta novela, que se va a llamar Bye, Bye, Heidelberg, se desarrolla totalmente en Alemania, toca el tema de las bases americanas regaladas por los EEUU a Alemania cuando se fueron. Mester, de madre emigrante española, se enfrenta al crimen del concejal de urbanismo de Mannheim, donde él trabaja. Y bueno, llevo escrita una tercera parte de la historia, estoy en pleno proceso creativo. Espero tenerla terminada en verano y publicarla en Navidad.
EBEL: Algo por lo que siento curiosidad cuando hablo con un
escritor es saber qué tipo de libros le gusta leer: ¿Cuáles son tus géneros
y libros favoritos? ¿Qué estás leyendo ahora mismo?
Me gustan mucho Thomas Mann, Dürrenmatt, Kapuscinski, Ortega, Savater, Eduardo Mendoza, Bryce Echenique, Vargas Llosas…He mezclado ensayistas con autores literarios. Y la novela negra.
Acabo de releer al gran Kapuscinski.
EBEL: Para rematar la entrevista, cuéntanos algo de Amapola 15, tu última novela. Puedes ver mi reseña AQUÍ
Carmen de la Rosa
Amapola 15 es mi cuarta novela. La protagonista se llama Reina Margarita, es la hija de una emigrante salvadoreña que trabaja en Jaén de portera. Reina quiere cambiar de vida, entrar en la Universidad y decide irse a Madrid a trabajar de sirvienta.
Amapola 15 es una casa en una calle ficticia de Madrid, del barrio de Salamanca, cerca de Goya. En la casa auténtica viví yo quince años, en un dúplex con mi hija, una amiga de mi hija, mi hermana, la hija de una amiga íntima y una asistenta jovencita que estudiaba para entrar en la Universidad que era muy parecida a mi protagonista.
Yo estaba en Periodismo, y las otras chicas también estudiaban, la más jovencita en el colegio. Nuestra casa era una especie de colegio mayor.
En Amapola 15 recreo aquellos años de estudio, de crecimiento intelectual, de camaradería…claro que cambiando muchas situaciones, añadiendo historias nuevas, reservando otras ciertas.
Le tengo un especial cariño a esta novela por lo que representa de recuerdos y vivencias entrañables con mi hija y todas las chicas que pasaron por nuestra casa. Una perrita está fielmente descrita: Milupi. nuestra queridísima Josefina.
EBEL: Muchas gracias Carmen por el tiempo que
me has dedicado y por tus novelas.
Para aquellos a los que tras leer esta entrevista os haya llamado la atención esta singular escritora y queráis leer algo de ella, deciros que continúa un sorteo activo en este blog, en este caso por gentileza de Carmen de la Rosa. Se trata de su novela Amapola 15, una novela coral repleta de buenos personajes.
Hasta el 31 de Mayo