A Carles Aleñá le hacen falta 15 partidos seguidos en Primera División. Si bien su progresión en el Fútbol Club Barcelona le ha ido permitiendo aparecer con más frecuencia, su sitio en el plantel y/o en el sistema no le tenía reservado al de Mataró esta posibilidad. Más que minutos en cantidad, o de calidad pero esporádicos, Aleñá necesitaba un rango y una igualdad competitiva que pudiera definir el valor de su calidad sin que ninguna otra variable la pudiera cuestionar. De la mano del Real Betis, uno de los equipos de la competición que más invierte en centrocampistas de control y pase, el jugador catalán afronta la primera gran reválida de su incipiente carrera. Uno de esos movimientos que puede catapultar su figura pero del que toca comprobar hasta dónde.
El Betis juntará a tres o cuatro zurdos en su centro del campo
La realidad del Real Betis, ya no tan ortodoxa como en su etapa anterior, ha encontrado un punto de alivio y competitividad desde que Rubi aplicó un 4-1-4-1, con triángulo en mediocampo, en el que su jugador más desequilibrante, el más ajeno a las dinámicas, Nabil Fekir, ocupa la banda derecha, alejándose de Joaquín Sánchez. Los dos, a pierna cambiada, intervengan o no, encuentran una diagonal hacia portería por la que los laterales ganan posición de extremo y desde la que respetan la intervención de los interiores en el escalón inmediatamente anterior, Sergio Canales en la derecha y generalmente Andrés Guardado en el interior izquierdo. Habituado a ocupar ambos interiores, Aleñá tendrá que convivir con una peculiar realidad: él, Guardado, Canales y Fekir son zurdos, una anomalía colectiva que implicará que algunos de ellos recorten su dinámica de movimientos y su orientación dentro de la jugada.
Esta particularidad, dada la ascendencia de Canales como jugador más implicado antes y después de cruzar la divisoria si el equipo se atasca, en condiciones normales, llevaría a Aleñá a disputar un puesto con el mexicano, jugando en un sector donde la arrancada se hace algo más complicada. En el Barça, Aleñá ha ocupado, con más asiduidad, una posición, el interior derecho, con una asignación táctica concreta: ser el interior más adelantado de los dos mientras primero Arthur y luego De Jong estaban más cerca de Busquets. El exculé es un centrocampista más agresivo que calmado, que se ubica con continuidad entre líneas, que tiene giro y un buen primer paso para acelerar, arrancar y llegar, virtudes que chocan zonalmente con Canales y Fekir.
El Betis, en favor de Carles, sabe y quiere correr
Sin embargo y sin lugar a dudas, enlazando con la entrada del segundo párrafo, el Betis es un equipo que ha abierto las puertas a la creación de ventajas de manera más flexible: puede correr, es más directo y se preocupa menos por el dominio posicional, creando espacios de libertad e interacción para el talento individual. Y en ese escenario más panorámico, sin tener tanto en cuenta qué jugadores le rodean y que jerarquías deberá romper para tener espacio, puede lucir sus principales virtudes, que van desde el conocimiento y lectura de una circulación raseada desde atrás como su capacidad para moverse, recibir y aumentar el ritmo de los ataques acercándose a los puntas y a la frontal.
AArroyer 3 enero, 2020
Tengo que reconocer que me chirría un poco este fichaje, por varios motivos que resalto en el texto. De entrada, el tipo de ataque y ritmo al que el Betis se comienza a habituar, encaja con Aleñá, porque él se posiciona MUY bien entre líneas, se mueve de fábula en la zona del balón y ocupando alturas dependiendo de donde están sus compañeros.
Pero a su vez, está rodeado de zurdos y Fekir y Canales ahora mismo ocupan posiciones jerárquicas que mandan a Aleñá al interior izquierdo, y no sé cuánta libertad y pases/acciones va a poder sumar. Y creo que Carles es más de acciones que de pases, siendo muy bueno en la continuidad también, así que no sé si va a poder despegar del todo.
¿Sois más optimistas?