Ángel Correa volvió a desatascar un partido en beneficio de su equipo. Entrando desde el banquillo en la segunda mitad, ocupando el costado derecho del 4-4-2 -y desplazando con ello a Herrera al doble pivote y a Saúl al volante opuesto-, el argentino castigó los errores defensivos del Betis como no lo había hecho antes el Atlético de Madrid. Fue un partido mucho más abierto de lo que acabó reflejando finalmente el resultado, pero en el que el cuadro rojiblanco se mostró más determinante de cara al gol que su oponente. Uno de esos encuentros en los que un equipo, el Betis, no llegó al gol a través del juego y el otro, el Atlético, encontró su juego desde las ocasiones de peligro. Detalles muy representativos.
El Betis dominó gran parte del encuentro desde Fekir+Canales
Porque el Betis de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ es un equipo en constante crecimiento. Y así lo demostró en una primera mitad en la que, a golpe de calidad y con un plan sólido detrás, consiguió sacudirse el buen inicio del Atlético de Madrid en el Benito Villamarín. Con Bartra nuevamente actuando como falso líbero, situándose a la misma altura que sus centrales en la fase de iniciación, subiendo un escalón para hacer de pivote una vez el equipo conseguía rebasar la divisoria y volviendo a su lugar de origen en la transición defensiva, creando, eso sí, un hueco que el Atlético aprovechó en cada salida al espacio, el Betis encontró pronto el modo de doblarle el brazo a su rival a través de la conexión Canales-Fekir. Recibiendo los dos siempre por delante del balón, especialmente en el caos del futbolista cántabro, pues no ha sido siempre así esta temporada, Fekir entendió que abriéndose mucho en la derecha, picando entre Lemar y Lodi para ofrecerle una vía de pase vertical a Canales, el equipo conseguiría salir más y mejor. Y así sucedió. Desde dicha sociedad levantó su superioridad.
Pero no solo en ese costado estableció su superioridad el Real Betis. En el lado izquierdo, aprovechando que Herrera vigilaba siempre muy de cerca a Joaquín, hasta el punto de que lo perseguía aun rompiendo las líneas del 4-4-2, el equipo verdiblanco encontró el otro foco para acercase con peligro a la portería de Oblak. Un partido, hasta entonces, dominado claramente por los de Rubi, que la ocasión desperdiciada por Morata, en la que Joao Félix le pone a correr con ventaja a 45-50 metros de la portería de Joel, volvió a cambiar de dueño por segunda vez en lo que iba de tarde; entre las muchas que quedarían por delante, pues iban a ser aún unas pocas.
La entrada de Ángel Correa volvió a ser clave en la segunda parte
Tras el descanso el partido siguió siendo más del Betis que del Atlétido de Madrid. Pero los de Rubi no consiguieron rematar la faena, y fue entonces cuando Simeone se agitó la manga para descubrir el as que siempre guarda. La entrada de Correa surtió un efecto inmediato con el cero a uno, presionando una fase de iniciación rival. Y cuando mejor volvió a estar el Real Betis, repuesto tras el mazazo y con todo el equipo completamente volcado en zona de 3/4, el argentino fabricó la ocasión del segundo desde el costado. A los puntos, más allá del postrero gol de Bartra, es posible que el Betis mereciese mucho más. Pero la defensa en campo propio durante el último tramo, con un Felipe espléndido dentro y fuera del área; la inteligencia de Joao Félix para actuar como lanzadera al espacio, eligiendo bastante bien a quién pero sobre todo cuándo; y el oportunismo de Correa, que sigue estando ahí a pesar de muchas cosas, son las principales certezas con las que el Atlético, de nuevo en los puestos Champions, despide el año.
AdrianBlanco_ 23 diciembre, 2019
Me encanta la facilidad con la que Joao Félix lanza al espacio. Lo hace con muchísima naturalidad. Domina el tiempo justo para recibir, absorber y lanzar. Y ayer en el Benito Villlamarín lo hizo unas cuantas veces. 😀