La SD Eibar de José Luis Mendilibar se ha convertido en una de las noticias más agradables de este año. Después de vivir un sueño en su primera temporada y de asentarse en la segunda, en este tercer curso el conjunto armero ya parece haberle tomado el pulso a la competición con una naturalidad que asusta. Poco importa que en verano perdiera a sus dos piezas importantes, poco pesa que la mayoría de sus jugadores no tengan mucha experiencia en Primera. El Eibar es uno de los equipos que mejor juega, pero también que mejor conoce, La Liga. Y, como consecuencia, ahora mira a Europa.
1- La adaptación de Mendilibar
Lo hemos contado ya varias veces, pero es que es la génesis de todo. Mendilibar es un técnico con sello propio: ritmo, verticalidad, agresividad… Su objetivo es pasar el máximo tiempo posible en campo rival, algo que busca sin escatimar en riesgos. El problema es que tras la marcha de Bastón (la salida directa y el gol) y de Keko (el embrague del Eibar con la pelota), ésta idea tan extrema de la temporada 15/16 podía tener ciertas grietas por las que se colasen los errores, las dudas y las derrotas. Atendiendo a esto y a los fichajes, sin saber bien si fue antes el huevo o la gallina, Mendilibar trató de adaptarse a lo que tenía: con el mismo objetivo, decidió bajar el ritmo a partir de su uso de la pelota. Desde los centrales (Gálvez) hasta el doble pivote (Rico-Dani), pero sobre todo con la banda derecha (Capa-Pedro León) como sinónimo de control. El Eibar cambió, se adaptó, mejoró y se hizo más completo. Un éxito.
2- Un estilo (im)perfecto
Sea como fuere, el armero sigue siendo un conjunto que adelanta mucho su línea defensiva, que busca robar muy arriba y cuyo ritmo, aunque se haya ralentizado un poco, sigue siendo uno de los más incómodos del fútbol español para los contrarios. Todo esto incide, además, en la mayoría de puntos débiles de los conjuntos de La Liga. La salida de balón, el valor menos físico, el quizás excesivo sentido colectivo del juego, la falta de delanteros que castiguen los espacios… Son muchos los conceptos que bien ejecutados marcan diferencias, lo hemos visto en Las Palmas o Real Sociedad, pero si el nivel no es notable los primeros que se aprovechan son equipos como Eibar, Alavés o Espanyol, por citar tres ejemplos diferentes.
El estilo del Eibar se muestra muy adecuado para los equipos que no aspiran al título. Sin embargo, con los que sí lo hacen no lo es tanto. Madrid, Barça o Atlético no sólo castigan más cada riesgo, sino que sobre todo tienen más calidad para evitar las trampas. Las goleadas de los grandes ante el Eibar no es casualidad. Es un peaje que Mendilibar, al igual que pasó con Jémez antes, parece asumir.
3- La sobriedad por bandera
Lo llamativo del equipo guipuzcoano es que pese a manejar un plan bastante riesgoso como venimos contando, los jugadores que lo ejecutan no son muy tendentes al error. Los Ramis, Lejeune, Gálvez, Capa, Arbilla, Juncà, Rico, Dani García… fallan muy poco. Seguro que esto tiene también mucho que ver con la solidez y claridad del plan, que facilita la toma de decisiones, pero ésta parece sobre todo una cualidad individual que refuerza la competitividad del grupo. El Eibar de J.L. Mendilibar casi nunca tiene que remontar partidos o reponerse de situaciones adversas, en parte, porque falla muy poco.
4- La irrupción de Adrián
La otra parte de que el viento casi siempre sople a favor de los armeros es el don que ellos sí tienen para provocar y aprovechar los errores del rival (llevan más goles que Real, Athletic o Villarreal). Como lo primero es consecuencia principalmente de su ritmo, su presión y su verticalidad, es momento de centrarnos en lo segundo.
El de Mendilibar es uno de los equipos con más efectividad de cara a portería, sobre todo a partir de la decisión táctica que le hizo crecer en todos los sentidos: la posición de Adrián González. Otrora centrocampista o extremo, ahora delantero, Adrián ha incidido en todo lo que ya hacía Sergi Enrich. Derivar el juego a las bandas y potenciar el centro lateral, además de ocupar siempre muy bien la frontal, es lo que Adrián aporta jugando como delantero. Así Enrich es más peligroso, Pedro León interviene más y Dani corre menos.
5- El Pedro León más decisivo
Pedro León fue la gran apuesta de Mendilibar durante este verano. Ahora, varios meses más tarde, es seguramente el futbolista que más les acerca a Europa. El futbolista que les permite mantener un ritmo de puntuación tal alto como exige dicho objetivo. Por juego es clave por el valor estratégico que tiene la banda derecha, pero a nivel de determinación es directamente imprescindible: sus 9 goles y 6 asistencias, los mejores números de su carrera, le han dado casi el 50% de los puntos al club guipuzcoano. Si el murciano fue el motivo de mayor peso en el cambio estilístico de su entrenador, nadie puede dudar del descomunal acierto de José Luis Mendilibar.
Foto: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
Abel Rojas 7 abril, 2017
Hace unos días hablando con Quintana del que nos pareció a los dos un partido muy poco competitivo del Leganés contra el Madrid me decía que para el Lega era terrible el Madrid y Sergio Ramos porque castigaba esas concesiones que hace aposta por su estilo -la presión le deja espacio entre líneas y tal que si no tienes tanta técnica enfrente es más posible que no sean exprimidos-. La verdad es que el Eibar es disparar ese planteamiento.
Seguro podría competir mejor contra los grandes con otros códigos, pero llevaría muchos menos puntos en esta Liga.