En Alicante, España venció a Inglaterra por dos goles a cero. La Roja mantuvo la tendencia agradable de los últimos compromisos y no aburrió a nadie. La gran novedad táctica estuvo en su ataque. Vicente Del Bosque alineó a dos arietes naturales, Paco Alcácer y Diego Costa, algo que resultaría normal para cualquier selección pero no para aquella que dominó el fútbol como nadie eliminando la figura del “9”. Los resultados del experimento fueron interesantes.
Del Bosque aprovechó para realizar una probatura importante
El planteamiento de Inglaterra no fue revolucionario precisamente. Roy Hodgson sacó su carismática doble línea de cuatro, con Barkley de mediapunta por detrás de Kane. A nivel de análisis, Inglaterra no ofreció demasiado, aunque tampoco abundaron las malas noticias. Los británicos mostraron una aceptable solidez defensiva y lograron algunas salidas a través de Sterling, su único futbolista verdaderamente mágico. Más que comentar había en el lado español
España, decíamos, dibujó un 4-2-2-2 con Busi y Thiago –Cazorla después– en el pivote, Cesc e Iniesta en las alas y arriba los dos puntas. Al carecer de hombres puros de banda, cada vez que Iniesta y CescEl doble nueve alivió a D.Costa se iban al centro –o sea, todo el rato–, uno de los delanteros tenía que abrirse al costado. El que más lo hizo fue Costa, perfilado en el lado izquierdo de Iniesta, y aunque no la rompió, sí puede decirse que jugó mejor de lo que venía haciéndolo. La movilidad le sentó bien al goleador del Chelsea, que no tuvo que vivir de espaldas todo el partido. Para Alcácer, la película fue algo distinta. Sin ese «centrocampista extra”, España asentó peor (más atrás) su posesión y Paco pudo ratonear menos en el área. No tuvo casi ninguna opción real de marcar, algo que no le había sucedido hasta la fecha con la Selección.
España jugó un partido agradable, con chispa. No aburrió a nadie
La segunda mitad fue menos jugosa a pesar de que en ella llegarían los goles. Nolito entró de inicio por Iniesta, por lo que España cambió. Cesc bajó unos metros y el extremo del Celta se pegó a la cal, mandando a Costa y Alcácer a rematar sus múltiples regates, esos que no dejan de salirle. El choque adquirió un tono más vertical, lo que permitió a Inglaterra salir alguna que otra vez, para goce de un Bartra espectacular. El maravilloso 1-0 que encarriló el triunfo lo marcó Mario Gaspar, a la chita callando, uno de los laterales más goleadores de Europa. Fue una noche amena para España.
Jesus 14 noviembre, 2015
Ese gol no es normal para un lateral!