«Los profesionales no vivimos de la historia», decía ayer Joaquín Caparrós en rueda de prensa. A la historia que se refería era a la de un Granada CF que jamás ha ganado en el Camp Nou pese a haberlo visitado en 22 ocasiones, pero bien podría estar hablando de la suya propia. Y es que el utrerano, en las 13 temporadas ininterrumpidas que lleva en la élite del fútbol español, solamente consiguió salir del estadio culé con los tres puntos en una ocasión. Fue el 15 de diciembre de 2002, en su segunda visita, cuando su Sevilla le endosó un contundente 0-3 al más que inestable Fútbol Club Barcelona de Juan Román Riquelme y Louis van Gaal. Desde entonces únicamente logró sacar dos empates (1-1 & 0-0), para un balance total de una victoria, dos empates y doce derrotas.
Desde la 2003/2004 no puntúa en Liga en el Camp Nou.
La temporada siguiente a aquella victoria para el recuerdo, se volvió a jugar un Barça-Sevilla también histórico por tres razones diferentes: porque se jugó a las 00:00Dinho evitó que Jokin volviera a ganar en 2004 de la noche, porque Ronaldinho pintó su primer gran cuadro como culé y porque, visto en perspectiva, se trata del último partido de Liga BBVA en el que el ahora técnico nazarí logró sacar algo positivo del estadio blaugrana. Ni con el Sevilla en su último curso (2-0), ni en su aventura con el Deportivo de la Coruña (3-2 y 2-1) ni tampoco en sus posteriores cuatro visitas con el Athletic Club de Bilbao (3-1, 2-0, 4-1 y 2-1) consiguió evitar la derrota. Pese a eso, Jokin en rueda de prensa siempre se mostró tajante: «Eso de que hay mucho que ganar y poco que perder es mentira. Nos jugamos lo mismo que ellos: tres puntos”. Estas palabras precedían al último de los partidos citados, en el cual Leo Messi dio los tres puntos a los de Pep en un momento crucial para el desenlace de la Liga. Pero antes, en distintas competiciones, hubo más duelos para el recuerdo.
En la Supercopa de 2009 su Athletic corrió la misma suerte (3-0), pero en la Copa del Rey del año siguiente sí que sacó un resultado positivo. Aunque todavía eran los octavos, la eliminatoria se vivió por todo lo alto y la igualdad ante el equipo del sextete fue máxima. Sólo el valor doble del gol de Abidal en San Mamés echó por tierra el gran 0-0 cosechado en el Camp Nou por los leones de Jokin. Ya como entrenador del RCD Mallorca y del Levante UD, dos equipos de aspiraciones más modestas, Caparrós recibió las tres grandes goleadas de su historial. Un 5-0 al poco de llegar a la isla, un 7-0 como debut como granota y un 5-1 para cerrar una eliminatoria copera ya decantada. «Se le puede ganar al Barcelona», insistía el andaluz para, posteriormente, repetir como un mantra aquello de que «siempre hay que jugar convencidos».
Su Granada ha comenzado realmente bien la Liga.
En una interesante entrevista concedida a los amigos de «Rondo Blaugrana», Caparrós respondía taxativamente que «el delantero centro no tenía más importancia que el resto de jugadores cuando se juega en el Camp Nou». Más allá de su reflexión, lo cierto es que muchas de sus opciones en el partido de hoy pasan por la velocidad de Isaac Success, John Córdoba y El Arabi. Los dos puntas que sean de la partida, unido al recorrido por fuera de los extremos, darán sentido al seguro buen trabajo de su prominente defensa. «Queremos competir contra este tipo de equipos», reconocía ayer. Veremos si es así.
Léolo 27 septiembre, 2014
Después de reflexionar sobre un sistema "alternativo" que permita al Barça abrir la lata con aquellos equipos que juegan con todos atrás, esperando el contragolpe, he pensado el siguiente esquema:
Bravo; Alves, Piqué, Mathieu, Alba; Sergio Busquets, Mascherano, Iniesta, Xavi; Messi y Neymar/Luís Suárez.
De forma que sería un 1-4-2 (Busquets y Mascherano) 2 (Iniesta y Xavi) 2 (Messi y Neymar/Luís Suárez).
Creo que con Xavi e Iniesta centrados y adelantados se aumentaría el control en la media punta, con Busquets y Mascherano haciendo de barrenderos y muro defensivo. Y Messi y Neymar/Suárez abiertos, de forma que que hicieran diagonales (que ya sabemos que es una de las especialidades del argentino). De esta forma se aumentaría más si cabe la presión al rival, pues se haría más adelantada.