La vuelta de las vueltas. Old Trafford doblemente herido, con la urgencia de remontar un marcador adverso y con el mito desde la distancia en la primera eliminatoria europea mascada sin su chicle. Enfrente un Olympiakos que cuenta con algún que otro apoyo de más, en un deseo que Michel y todos sus aficionados entienden como retranca: qué bonito es El Pireo, qué rival más asequible. Ante un United sin más pañuelos de los que echar mano, derribar a los atenienses, sin ser tarea fácil, entra dentro de la lógica.
A pesar de contar con un equilibrio entre creación y contención, como dijimos alguna vez en el pasado, la dominante posición casera de Olympiakos les facilita tener la pelota, someter al rival y quedar obligado a vencer y convencer. Cuando viajan por Europa han de matizar su plan, sin descartar sus fases de igualdad y descaro, que las han tenido. Se entiende que David Moyes tendrá que ser ofensivo, directo y consecuente con la empresa que aborda: extremos, uno al menos, balones a banda en el arranque, área cargada y lectura de partido a cada minuto. Enfrente, un vértice defensivo que será el termómetro rojiblanco en la morada devil; con el corazón en la garganta, por supuesto en un puño, que decía aquel.
N’Dinga cuida la pelota, dando sentido a la posesión griega
La zaga griega, complementariaA pesar de tener laterales intensos en la marca y sacrificados en todas esas labores, guardianes de su espacio, como son Salino y Holebas, la solidez defensiva, en todas sus variantes, posición y posesión, la dibujan tres hombres: Delvin N’Dinga –en ayuda de Maniatis-, Iván Marcano y sobre todo Kostas Manolas, al que prestaremos especial atención más adelante. Aunque atrás se acaricia el pase, Michel mezclará espadas y escudos en búsqueda del gol.
En el caso de N’Dinga, resultó puntualmente interesante su partido de ida ante, eso sí, un Manchester United ensombrecido, casi opaco. Formando pareja con Maniatis, ocupando el lugar del prometedor y dinámico Samaris, el mediocentro congoleño sorprendió por su distinción y su catálogo de conceptos. Formado en el Auxerre y cedido por el Mónaco, N’Dinga transmite. Maniatis le da espacio y él se gusta con metros por delante. Sabe pasar. Además tiene la extraña característica de los mediocentros que rotan su posición si el pasador está comprometido, un punto de salero que se agradece pero que no siempre está ligado con la elección correcta, aún con Maniatis mirando de reojo. Defensivamente no es el baluarte de los de su raza, así que se le espera que desahogue con la pelota, saque a los suyos y haga discontinuo el objetivo local.
La temporada de Kostas Manolas, absolutamente sensacional
Detrás suya, en línea y sector, está Iván Marcano, el central más posicional, sereno y en modo positivo austero de la tarea que comparte con el líder de la zaga, el mencionado Manolas. Ambos forman un dúo defensivo complementario, en el que Marcano mide la tela que hay que cortar y Manolas busca protagonismo tijera en mano. El español llegó en febrero, junto a Valdez, Pele o Hernán Pérez, y recuperado de una lesión estará disponible para Michel.
La gran sensación del periplo europeo del cuadro griego es Kostas Manolas, quien ya realizó una extraordinaria actuación en el encuentro de ida. Más allá de la profundidad y calidad de sus virtudes, cuenta con todas, al menos muchísimas. Interviene en la anticipación, recupera metros si le superan, cierra la espalda de Salino, abotona entre líneas y es tan agresivo como imponente. A eso le añade un diferencial proceder en el balón parado, sobre todo ofensivo. Se forra en el campeonato liguero en estas acciones, dejando rastro ante el PSG en Paris o ante Benfica en el Karaiskakis. Por momentos es un jugador que puede bastarse por sí mismo contra dos puntas. 22 años y unas posibilidades fantásticas. El partido pinta impresionante.
javimgol 19 marzo, 2014
El Olympiakos por nombre no asusta lo más mínimo. Ante otro ManU, incluso con el 2-0 les vería sin tantas opciones…pero es que el United está espantoso y Olympiakos me gustó mucho en la ida, la verdad.
Manolas-Marcano rindieron bien en la ida. Pero me gustaría verles hoy resistiendo un porrón de centros laterales y balones al área lanzados en dirección a Van Persie. Me parece ese el mejor plan para el United, porque el dominio de la posesión que es lo que pretende no les ha salido muy bien que digamos.