Teníamos fresco al Lyon, lo habíamos visto contra la Real en la previa de la Champions. Fue una víctima propicia porque quiso llevar el peso, que es lo mismo que regalar espacios a cambio de la pelota, lo cual para el equipo de Arrasate, al menos ahora mismo, es un alivio muy grande. El Betis de Pepe Mel es un poco más versátil, tiene más centrocampistas capaces de producir en ataque posicional, pero tampoco le hace ascos a correr. Por fuera tiene balas de cañón.
Cedrick sigue y sigue jugandoEl primer tiempo fue Cedrick. Pasada la fiebre de su debut en el Bernabéu y la de su módico precio sigue demostrando lo interesante que es como futbolista. Su repertorio no mengua: recibe abierto y se va, recibe entre líneas y pasa o recibe al espacio y amenaza. Si algún día aprende a definir, su cotización se multiplicará por 5 y se irá a la Premier League. Mientras sus guarismos digan menos que su fútbol el Betis podrá respirar sin miedo. También Nosa, que es quien más le quiere aunque sea el que más le regañe. No es casualidad que con él pise mucha más área que sin él. Le da mucho espacio. Pero éste tampoco define de momento.
Por encima de todo, es el momento del talentoso Salva Sevilla
Para alivio del Olympique y sobre todo de Koné, su central derecho, la segunda mitad perdió ritmo. Se está notando horrores que estamos en año de Mundial. En diez días llegará octubre y la mayor parte de los equipos siguen exhibiendo una forma física más propia del 15 agosto.
Y tal retraso le sienta de literatura a Salva Sevilla, que entre músculos oxigenados se pierde pero entre piernas ralentizadas desata todo su talento. Entró por Verdú. Lacazette -que destacó más que Grenier– dejó de correr tanto y el Betis volvió a ver el triunfo más cerca. Fueron cuatro o cinco controles entre líneas y un número semejante de pases geniales. Rasos y tensos, pero con rosca. Más andaluces que los de Verdú, por así decirlo. Está tan bien el mediapunta del pelo blanco que surgió una pregunta obligatoria: ¿es compatible con el recién llegado Joan? Pues sí, y funcionaría. Pero habría que prescindir de Cedrick.
Miguel Verdugo 20 septiembre, 2013
Que Salva está en un gran momento es evidente, pero el contexto que se encuentra ayer cuando sale es de lo más propicio. Empiezan a surgir paradisíacos espacios, los mismos que a Verdú le negaron en el primer tiempo. Y claro, Salva ahí lo rompe, piensa y ejecuta con suma facilidad y desestabiliza el sector diestro del Lyon por completo.
Yo aún no sé si funcionarían Salva y Verdú juntos, pero sí creo que molaría muchísimo. Ganas hay de verlo. En la única opción que barajo, también se caería Cedrick, al menos de la banda izquierda. Es decir, 4-2-3-1 con Salva en izquierda y la mediapunta para Joan.
En cuanto a Cedrick, no tiene gol, sus cifras le delatan, pero Mel desde pretemporada le está pidiendo que se atreva, que algún gol caerá. En éste sentido sabe que pese a una limitada capacidad goleadora, tiene más que Vadillo, Juan Carlos y, posiblemente, Juanfran. Ayer estuvo bastante precipitada en los últimos metros, infundía miedo, mucho, pero estaba algo lejos de ser productivo.