La 2011-12 fue una temporada brillante para Álvaro Arbeloa. Con el Real Madrid, el salmantino se ganó definitivamente un puesto en el once de Mourinho. Lo hizo a base de calidad táctica y puntualidad defensiva. Durante meses resultó casi imposible pillarle en un descuido, era pura concentración. Como premio a su campaña llegó la titularidad con la Selección en una gran competición: la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Arbeloa disputó los seis partidos del torneo, manteniendo un rendimiento notable ante monstruos de la talla de Ribery o Cristiano Ronaldo. Para la crítica, esto nunca fue suficiente.
Ser lateral no es fácil para Arbeloa. Álvaro fue criado como central y la banda es algo que surgió luego, cuando la Premier expuso su falta de kilos para chocar. En gran cantidad de equipos, Arbeloa no tendría problemas para jugar de “2”, pero España y el Real Madrid son otra cosa; ellos pretenden mandar siempre. Entrar en permanente contacto con la pelota al mismo nivel que Ozil, Benzema, Iniesta o Silva es una tortura para él. La conclusión final arroja un “sí pero no” : Arbeloa es un elemento competitivo irrechazable, pero el Madrid necesitaba vida en su carril derecho. Para eso aterriza Daniel Carvajal.
Dani Carvajal supone un giro de 180º con respecto a lo que ofrece Álvaro Arbeloa
Sin José Mourinho, los futuros matices tácticos del Real Madrid son un misterio, así que toca analizar sobre lo conocido. Carvajal es un lateral eminentemente ofensivo, largo. Esta es la primera condición a resaltar: en el Leverkusen, Daniel comenzaba las jugadas muy arriba. El Bayer iniciaba sus ataques por el medio y el español (futbolista de más técnica que creatividad) no tenía casi ningún peso en su propio campo. Esto encaja bien con las características de la salida del Madrid, focalizada en los nombres de Modric y Xabi Alonso. El modelo dominante de Mourinho (explicado en el artículo “Escalera Real”) manda a los laterales a zonas adelantadas, algo que Carvajal adora. Su ubicación permite, entre otras cosas, un cambio de orientación que Alonso y Luka dominan con maestría cuando caen al sector izquierdo. A partir de aquí, recibiendo al pie o al espacio, el canterano madridista tiene recursos a montones.
Todo el fútbol de Carvajal nace en su fantástico primer control. Sin duda estamos ante una cualidad con la que marca diferencias. Orientar la pelota para la siguiente acción es algo que maneja de maravilla. Aquí empieza a revelarse su naturaleza agresiva: estamos ante un lateral de gran personalidad y sumamente vertical,Carvajal es un lateral muy agresivo y vertical con el balón en los pies cuya intención es la de ir siempre hacia delante. Aunque su juventud a veces le conduce a pases de excesivo riesgo, su juego sin duda casará con el gusto del Santiago Bernabéu. Potentísimo en carrera, cuando la agarra ya busca cómo herir al rival. Su regate en seco suele acabar con éxito y asociativamente es muy bueno en espacios cortos, aunque necesita estar de cara, pegado a la raya. Ahí es donde se localiza la jugada “base” de Carvajal: pared y ruptura. Basta que alguien le devuelva la bola para que él se cuele entre dos rivales y gane línea de fondo. A veces es él quien se mete por dentro (al estilo Lahm) pero no es lo habitual. Lo suyo es llegar y centrar, un gesto técnico que ejecuta con precisión incluso yendo en velocidad. En el Real Madrid ha de encontrar en Mesut Ozil a su principal apoyo. El alemán es experto en abandonar la banda y soltar el balón en el momento preciso; justo lo que demanda Daniel. A priori, es el extremo más adecuado para él. Carvajal quiere metros para correr y Mesut se los daría. Con Di María la sociedad pinta un poco peor; Ángel no es de esperar a nadie, aunque su gambeta genera arrastres.
Carvajal adora tener un compañero con el que tirar paredes para llegar hasta línea de fondo
Otra ventaja que tiene su tendencia a colocarse muy arriba es la habilidad para recoger rechaces y segundas jugadas, algo fundamental cuando el Real Madrid aprieta. No es que sea Arbeloa pero su intensidad rebaña pelotas muertas. Dicho esto, no todo es color de rosa en su adaptación al colectivo.Marcelo y Carvajal; un dúo tan excitante como bastante arriesgado De entrada, su compatibilidad con Marcelo puede ser difícil al tratarse de dos laterales tan avanzados. Carvajal no está capacitado para ejercer de “tercer central” como hace Arbeloa –Marcelo tampoco–. Aquí está el gran escollo que habrá de superar: mientras que Arbeloa no concede jamás una ventaja posicional, recibir a la espalda de Dani es más que asequible. Para el oponente, su zona es un lugar desde el que montar contragolpes. Hay que ser cuidadosos en el análisis final, pues no deja de ser cierto que el Leverkusen (que acaba cerrando con tres hombres) le consiente esto. Es verdad, pero la carencia está. Carvajal es algo desordenado en el repliegue. ¿La buena noticia? La conocida calidad de los centrales blancos en espacios abiertos. Si hay zagueros que pueden tapar grandes huecos son los del Madrid. En cualquier caso, parece poco probable que el próximo entrenador blanco optase en Champions por Carvajal-Marcelo sin protegerse previamente. Ahí entra en escena ese 4-3-3 que el nuevo fichaje estaría destinado a potenciar; Khedira interior derecho, Ozil como falso extremo y Carvajal sin auténticas referencias de banda por delante y las espaldas cubiertas con Sami. Encaja; al mencionado dibujo le faltó que alguien se pegase a la cal en el costado derecho, justo lo que Dani anhela.
Existen otros aspectos defensivos donde Carvajal ha de mejorar. Por ejemplo, tiende a sufrir en balones largos a su espalda. Le cuesta anticiparse a las rupturas de su par y alguna vez que otra es superado. Eso sí, recupera la posición con enorme energía. Desbordarle en línea recta es complicado precisamente por esto; corriendo hacia atrás es una bala. En general, Daniel es un defensor “escuela Jordi Alba”; intensidad por encima de talento. Su virtud más destacada a nivel de concentración es el cierre del segundo palo. Al ser pequeñito y no muy corpulento tiene dificultades; “no mete culo” con la experiencia de Arbeloa pero pretende ser serio y no restar. Buen punto de partida para moldearle.
Carvajal pone mucha voluntad a la hora de defender, aunque no es un gran talento sin la pelota
A estas alturas del texto, el lector ya habrá tomado consciencia de que Dani Carvajal es, sobre todo, un futbolista de carácter. Todo lo que intenta en un terreno de juego está impregnado del nervio y vigor típicos de una camiseta merengue que conoce y siente. A nivel deportivo no hay pegas, todo lo contrario; resulta coherente hasta para las situaciones más insospechadas (Ej: habilidad para el contragolpe impropia de un lateral). Tiene 21 años y al titular de la Selección española por delante. El carril diestro no debe ser suyo de manera inmediata, pero raro sería que no acumulase muchos minutos la próxima campaña.
Jorge 4 junio, 2013
Vaya pieza ha recuperado el Madrid. Cierto es que al subir ambos laterales (marcelo y carvajal) quién ejerce de 3er central es el contención. No hay perdedera hasta ese punto. Al anchar el campo en sus habituales incorporaciones al ataque, despega a Mesut del cal y genera espacios para el volante y el Falso extremo en turno. Todo parece encajar, sólo dejaría problemas en la afición del Madrid. Todos tienen sus maneras e ídolos para llegar al "Madridismo".