Ignacio Camacho frenó el miércoles pasado una inercia virtuosa, y hasta que el Barcelona no solucione esa pequeña perturbación no estará en paz consigo mismo. El fútbol es así. Cualquier detalle, afortunado o trabajado, influye sobre lo que está por venir, y los culés no contaban con tener que ir a sufrir a Málaga justo ahora, cuando habían alcanzado su mejor pico de juego desde la Final de Wembley, en 2011; cuando, después de tanto, habían olvidado el verbo «currar» y lo habían vuelto a sustituir por «disfrutar». Anoeta ayer no vio al líder en ningún momento. Ni con 0-2, ni con 10 hombres. Ayer, tras mucho, el resultado de un partido del Barça dependía de lo que hiciera el rival.
Y a fe que la Real se lo puso fácil. Montanier, que bien sentó al «14» en beneficio de más robo en el centro del campo, no es capaz de inculcar a los suyos el valor de llamar a la suerte. A la suerte se le llama con concentración, siendo contundente y evitando conductas prohibidas (un pase de un lateral a un central, un pase frontal en salida de balón, orientar un control hacia dentro en vez de hacia fuera cuando estás en campo propio, entrar al balón con la pierna blanda, que el lateral lejano a la pelota tire el fuera de juego antes de que sus 3 compañeros hayan salido, etc). La Real, sobre todo contra los grandes, es un ejemplo de cosas que no deben hacerse; pero aunque no llamase a la fortuna, ésta vino a buscarle, que eso a veces también pasa, y dejó a Messi en un gol cuando tuvo chances para tres. Lo que se dice ganar la lotería.
Entre los dos sumaron 45 minutos serios, y ganó quien los puso.
Xabi Prieto fue crucial en la batalla por el juego directoHay que destacar a Pedro y Griezmann en la primera parte. Ellos son la seriedad constante, el seguir un plan a rajatabla, y no fallaron. Cuando el cometido es más diverso, cuesta un poco más, y en quien más se notó que estaba fuera del partido fue en Busquets. Recibía el balón sin saber qué tocaba luego, sus pases se levantaban del suelo (como le pasa a Song) y su posición cuando la Real salía valía para poco. Tampoco ayudó en la defensa del juego directo, que simplificó bastante las tareas a la Real cuando el Barça, por calidad y rutina, consiguió hilar un par de buenas posesiones seguidas. A Xabi Prieto fue a quien lanzó Montanier arriba a luchar los envíos aéreos. Es curioso. No le pega nada, pero el caso es que lo hace muy bien. Es fiable en tal misión.
El joven Illarra cuajó un segundo tiempo de mucha jerarquía.
En la segunda mitad la Real usó menos el recurso directo porque le hizo menos falta. Enfocada en aprovechar lo que el Barça le estaba ofreciendo, dejó de regalar cerca de Bravo y los hechos fueron cayendo por su propio peso. Tipos como Vela, Griezmann, Prieto, Ifrán o incluso los laterales, transparentes atrás pero muy útiles en ataque, terminan produciendo por velocidad y calidad, y más ante un Barça que, sin ser profundo ni dominar su transición defensiva muy arriba, va escaso de calidad defensiva. Y no es ésto una crítica al Barcelona, sino parte de la descripción de su juego. En el fútbol no se puede tener de todo, y ellos prescinden de aquéllo que no suelen usar (calidad para defender en su propio campo). Montanier, cuando se vio con el balón y contra 10, sacó a Rubén, y fue canela en rama. Qué calidad tiene.
A propósito, ayer el Barça, que estuvo en Villahiguaín tras meses sin visitarla, echó en falta a su nativo. No le sobrará en Málaga. Y ganar allí sería importante. El nivel soberano no aparece sólo porque se pueda alcanzar; sino porque quien puede hacerlo antes ha ganado, ganado, ganado y vuelto a ganar. Ganar es mejorar. Ayuda a seguir ganando.
Victor_Acosta 20 enero, 2013
Muy de acuerdo con tu análisis Abel, aunque yo no destacaría en la primera parte a Griezmann, si acaso a Illarra o a Xabi Prieto que, como tu has dicho, ganaba los envíos aéreos (si no me equivoco él bajó la pelota a Vela para que asistiese al Chori Castro) y yo creo que es el que mas acertado estuvo en los metros finales, Griezmann y Chori Castro echaron a perder varias contras prometedoras con pases flojos o desviados cuando tenían mucho a favor, aunque Vela me gustó mucho haciendo esos dentro-fuera para ganar metros y estirar la defensa.
Sobre Pedrito si que estoy de acuerdo, una primera parte fantástica sabiendo cuando arrastrar al lateral, cuando fijar centrales, me pareció un partido muy completo por su parte, aunque De la Bella tuvo un partido para olvidar y le facilitó las cosas, a él y a Alves, mal con el fuera de juego, mal en la marca y poquisima proyección en la primera parte, si bien es verdad que en la segunda mejoró un poco en ese aspecto. Como toda la Real, al principio con timidez, pero la expulsión de Piqué supuso un empujón anímico importante y mejoraron mucho en el aspecto técnico.
¿Qué pensáis de la dirección de campo de Tito? A mi personalmente no me gustó mucho, creo que tardó demasiado en hacer el segundo cambio y yo hubiera sacado a Alexis o tal vez Tello.