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Algunas fotos de la carrera.
Como si se tratara de una película de ciencia ficción. Así voy a titular la entrada porque bien lo merece después de la espectacular mañana que hemos pasado en compañía de muchos, y bien avenidos. Hemos amanecido a las 7'00 am después de pasar una noche más bien intranquila y pudiendo dormir poco. Los nervios -a pesar de las valerianas- han hecho bien su papel. Tiro de la manta con la pereza aún pegada, preparo un café y pan tostado. Desayuno de campeones coronado con un yogur y un plátano.
Terminamos de prepararnos y vestirnos. Paso revista a todo lo que nos hace falta y a eso de las 9'00 am salimos por la puerta. Prontito, principalmente para evitar que nos coja por sorpresa alguna aglomeración o que, simplemente, me pierda -cosa relativamente fácil-. Al contrario de lo que esperábamos llegamos en 30 minutitos y aparcamos algo apartados. Como no sabemos exactamente dónde es decidimos seguir a una chica con pinta de corredora (nos basamos en sus mallas cortas y sus asics bien limpias y preparadas para la ocasión). Entramos en el polideportivo y nos encontramos la mesa de los dorsales (¡qué emoción!).
-¿Hace falta el DNI?-pregunto yo.
El tipo me mira... Mira a la niña que está a su lado y me contesta:
-No, no hace falta.
En su cara se dibuja el resto de la frase: "Éste debe ser novato... ¿Quién coño va a querer, un domingo a las 9 de la mañana, quitarte un dorsal para correr 10 kilómetros...?". Y no le falta razón, ea. Pues nada, dorsal y chip en mano salimos para darnos un voltio por los alrededores cuando escuchamos a dos tipejos de frente (jurjur) decir: "Ese es DaniC, esos son Dani y Ana...".
-Pero... ¿quién coño me conoce a mí........ AQUÍ en Usera, a las 9 de la mañana?-.
Casillego y Moja del foro de Runners aparecen en escena conociéndonos a distancia. ¡Que vista! ¡Que buenos fisonomistas! Saludos y presentaciones de rigor y tras acompañarles a recoger el dorsal nos vamos a tomar un café. Allí nos ponen al día en lo que a "chippearse" se refiere y otros trucos y beldades sobre las carreras populares. Sobre las 10'10 nos acercamos al polideportivo de nuevo y allí están ya Salsi, Barba y Urgull dando los primeros "estirones" a los músculos. De nuevo más presentaciones, ¡cuanta gente! Enseguida todos deciden empezar a calentar, porque ya apenas quedan 30 minutillos para que empiece la fiesta. No hay mucha gente, pero a mí me da la sensación de estar en medio de una manifestación. Cuenta atrás, después de estirar concienzudamente nos vamos para la salida y ya no oigo, no veo, no puedo prestar atención a nada. Sé que mi hermano y mi cuñada vendrán a vernos, a ver si les puedo saludar.
Todos me preguntan, me animan: -¿Que tal esos nervios? Ánimo, que vas a ir muy bien, ya verás... Y suena la pistola. Casillego ha decidido quedarse conmigo, aunque para él imagino que habrá supuesto un esfuerzo ir tan "cochinerillo", jajaja. Nada más empezar la primera subida durante 1500 metros. No es que fuera especialmente dura, pero cuando uno rueda 30" más rápido de lo que está acostumbrado parece que va enfilado. Los primeros ya nos sacan más de 1 kilómetro de ventaja. Vuelan. Yo aún estoy receloso de los tiempos, porque temo lo peor si sigo yendo a 6'/km.
Terminada la primera prueba de fuego empezamos a bajar y el ritmo se acelera. Ahora tenemos bajadas y llaneos hasta el kilómetro 6. Como comentábamos Casillego y yo durante la carrera, el recorrido era feo de narices, más bien poco motivante en cuanto al ambiente. Había poca gente animando la carrera y sólo el paso por el 3000 me da alas al ver a Héctor, Eva, Ana y Barba dando vítores desde la barrera. Vamos, que tú puedes.
Casillego me pregunta continuamente como voy: -Bien, bien, por ahora puedo hablar... :) -. Le contesto lo más animadamente que me permiten mis pulmones. Francamente, hoy he tenido la fortuna de ir acompañado por una bellísima persona. En todo momento ha ido dándome alas, las cuestas pasaban más rápido y las bajadas eran aprovechadas para llenar de oxígeno todos los músculos del cuerpo. Con la paciencia del santo Job contestaba cuando le preguntaba los tiempos al pasar por cada 1000: -Vamos bien, Dani, vamos bien. Seguimos a 6-. ¡Éste hombre no se cansa de animar!
Pasamos por los 100 metros de subida del kilómetro 6 y no nos parece tanto. Casillego me avisa de que lo duro vendrá entre el 7 y el 8. La subida es larga, pero va minando, le voy diciendo que quiero reservarme para el final y aun así somos capaces de mantener el ritmo. Es una gozada y estoy disfrutando de una carrera en la que hasta el kilómetro 8 no he tenido que resoplar. Mi compañero habla con todos y todas los que pasan a nuestro lado, tiene un don de gentes especial.
Empieza el llaneo a partir del 8 hasta la meta. Nos juntamos con más gente que llega sobre la hora y hacemos una pequeña piña. Aunque mi idea era haber tirado un poco más en el último 1000 mi cuerpo me pide calma y prudentemente aguanto el mismo ritmo, incluso cuando doblo la esquina para entrar en el estadio y veo a mi gente: Héctor, Eva, Ana y Barba dan voces y aplauden. Tengo que reprimir la emoción, ya esta hecho. Una vuelta, 400 metros y habré terminado. Allí están Moja, Urgull y Salsi, que se hace el último 300 conmigo. Ya sé que no voy a bajar de la hora, pero quiero darme el gustazo de entrar como los grandes... Y aprieto los últimos 100 metros como un campeón. Acabo de ver las fotos y veo a Casillego levantando el puño al entrar justo detrás de mí. Gracias niño.
Al final, primera marca (y como dice Salsi, mejor marca personal) para los primeros 10.000 de toda mi vida: 1 hora y 10 segundos, o lo que es lo mismo 1:00:10, uséase, a 6'01" km. Muchas gracias a todos por vuestros ánimos. Ha sido un placer conoceros y dar la puntilla a un día tan especial. Un abrazo.
P.D.: Plastificaré el dorsal, no os quepa duda... :)