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lunes, 8 de abril de 2013

Rubalcaba no tiene ideas

Los políticos españoles, incluidos Rajoy y Rubalcaba, podrían tener ideas, pero sólo tienen ideología. Se pasan el tiempo tratando de hacerse daño unos a otros, mientras el país se cae a pedazos.
Los partidos españoles, además, están estructurados para conseguir el poder y disfrutar de él cuando lo consiguen. Es por ello que mientras todas las empresas y casi todas las personas se ven obligadas a reducir gastos, la clase sigue consumiendo lo mismo. Los políticos no reducen estructuras ni suprimen gastos superfluos. Hay una cantidad enorme de instituciones y organismos que si desaparecieran sólo se enterarían quienes cobran de ellos. En cambio se suprimen o reducen subvenciones a la investigación y se reduce el presupuesto de la Educación y de la Sanidad.
Ahora pide Rubalcaba que se habilite un fondo contra la pobreza de mil millones de euros, pero no dice de dónde ha de salir ese dinero. Olvida también que el anterior gobierno, del que él formaba parte, se gastó mucho más de lo que había, y ya no queda nada. No se trata de defender a Rajoy, pero tampoco es de recibo que Rubalcaba le eche toda la culpa. Los dos llevan barba, el apellido de ambos comienza por erre, y tanto uno como el otro forman parte de la casta.
A ninguno de los dos le interesa reformar la Constitución y el sistema electoral. No han propuesto, quizá porque no les conviene, otorgar la independencia, con carácter irreversible, a los jueces, con el fin de reducir la corrupción a límites civilizados.
Esas ideas no se les ocurren. Lo suyo, y de ahí no salen, es la ideología, la lucha por el poder y el desprestigio y el desgaste del adversario. Y se creen que les pagamos para que hagan eso, o no se lo creen, pero saben que lo tienen todo bajo control y que hay dos o tres puntos cruciales en los que están de acuerdo.

sábado, 29 de enero de 2011

Cárcel o soledad

Cuando alguien se aísla por unas horas o unos días no sufre a causa de la soledad, sino que la disfruta. La soledad, en este caso, es física y temporal. Quien ha optado por ella, deja de estar solo en el momento en que lo desea. Cuestión distinta es la de quien ha averiguado empíricamente que no hay nadie en el mundo que tenga el menor interés por él. La soledad del alma es realmente dura. Es tan dura que muchos ancianos japoneses optan por cometer pequeños delitos con el fin de ir a la cárcel, en donde piensan que van a estar mejor que en la calle.
Hay un método individual para enfrentarse a la soledad del alma y, como se puede suponer, consiste en sentirse acompañado por los grandes personajes históricos con los que se comparten ideales. Las personas que luchan por unos ideales no suelen fallar, cuestión distinta es si luchan por una ideología. Se sabe también que la lucha diaria de esos personajes idealistas estuvo sembrada de dificultades; quizá cayeron alguna vez, pero se levantaron.
La soledad a la que se ven abocados cada día más ancianos es un problema pendiente de nuestra sociedad y que nunca se acaba de abordar. En España, por ejemplo, se recluye a muchos en residencias y con eso se piensa que ya se ha resuelto todo. Pero, de vez en cuando surgen noticias sobre el trato que reciben en ellas y todo el mundo se echa las manos a la cabeza. Últimamente, se ha sabido que en algunas residencias de ancianos, por falta de personal, comienzan a levantar a los enfermos a las 4 de la madrugada, porque no hay otro modo de tenerlos a todos listos a las 9, que es la hora del desayuno. Ese es el trato que da nuestra sociedad a los ancianos. La general despreocupación por su suerte da lugar a que se les trate de cualquier modo. Pero todo el mundo tiene previsto llegar a la ancianidad, de modo que pensar en los ancianos es pensar en uno mismo.

'En defensa de las vacunas'
'Les Xanes'
'Don Quijote de la Mancha para Estudiantes'
'Platero y yo contado a los niños'
'Mal consentido'
'Factor Emocional'
'Leyendas de Bécquer contadas a los niños'
'Guía de supervivencia de Amelia frente a matones'