Lo correcto, una vez que han sido
pillados en una fea maniobra -dados los personajes que permanecen en
el interior de la embajada de México, no hay más remedio que
considerarla así- es que el gobierno español se hubiera disculpado.
Lejos de eso, ha optado por enredar más
la situación y ha expulsado a tres diplomáticos bolivianos, con lo
cual reconoce de hecho su implicación en el incidente que ha dado
origen al conflicto, porque si no hubiera tenido nada que ver no le
habría costado nada disculparse.
El gobierno del felón Sánchez se sitúa
claramente del lado de Evo Morales, cuyas fechorías van saliendo a
la luz, y a la vista de la actitud que mantienen sobre la situación
de Bolivia, Monedero, Iglesias, Montero, etcétera, cabe sospechar
que los podemitas son cómplices suyos, y en esa dirección apuntan
también otros políticos bolivianos no afectos al régimen de
Morales. Van más lejos, incluso, puesto que indican que algunos de
los que están refugiados en la embajada mexicana podrían haber
entregado grandes sumas de dinero a Podemos, con lo cual, y de ser
cierto, resultaría que el gobierno de España en funciones estaría
ayudando a evitar que todo esto saliera a la luz.
Sánchez y otros miembros de su gobierno
lo niegan, pero es tal la aversión que sienten estas gentes por la
verdad, según vienen demostrando con sus actos, que no es probable
que les crean ni sus propios familiares.
El asunto es muy grave, no solo por las
posibles implicaciones con el narcotráfico, sino sobre todo por las
relaciones de España con Bolivia y los países de la zona que
escapan a la influencia del chavismo.
Sánchez tenía ante sí la posibilidad
de formar un gobierno constitucional que pudiera trabajar para
disminuir el paro y defender el estado del bienestar y en lugar de
eso ha preferido aliarse con la peor chusma y echar por tierra el
prestigio de España en el ámbito internacional.
'El Parotet y otros asuntos'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'
'Diario de un escritor naíf'
'Yo estoy loco'
'Valencia, su Mercado Central y otras debilidades'
'1978.El año en que España cambió de piel'
'Tránsito en la mirada'
'Te doy mi palabra'