Ustedes se habrán preguntado "¿por qué antes había muchos textos semanales y ahora pocos?".
Quizás hayan pensado "¿cómo es que antes estos muchachos eran tan puntuales y ahora están demasiado flexibilizados?"
Tal vez tengan pensamientos interrogativos del tipo "¿será que durmieron en la gloria del partido?" o "¿estarán traicionando la tan mentada lealtad cheboláh?"
¡Nada que ver!
Simplemente estábamos esperando el momento adecuado. ESTE momento.
Al principio a este blog venían curiosos y extrapartidarios, voyeurs electorales y aprovechadores políticos que lo único que buscaban era su propio beneficio.
De a poco los hemos ido desalentando con superficialidades, con nimiedades, con café frío y medialunas duras.
Yo mismo los he conminado sin que lo sospecharan a este proceder, basado en mi profundo conocimiento de las lides políticas.
El cedazo aplicado ha dado sus frutos: hoy estamos los que estamos, somos los que somos y además estamos los que somos y somos los que estamos. ¿Estamos?
Queridos cheboláhs: con ustedes, pequeño pero selecto y valioso grupo humano, vamos a reconstruir la patria.
Embarcados en este proyecto, cual arca de Noé politizada, haremos historia.
Dejémonos ya de cosas vacías de contenido, de envases inútiles.
Por eso digo se marca un punto de inflexión.
A ustedes, mis más leales seguidores, descartados los oportunistas y débiles de razón, tengo que hacerles una confesión de vital importancia.
Sus oídos ya están preparados para oir la verdad, sus mentes están debidamente purificadas.
Por las dudas, sientensén.
Yo, el Líder, así como me ven, no soy enteramente humano.
Veo en sus rostros la sorpresa.
Pero estoy seguro que pronto trocarán esa expresión por gozo y júbilo.
Mi ser desciende de los dioses, de la fecunda unión del sol y la luna, del polvo de los planetas, de los mitológicos habitantes de los montes griegos, de Jesús Cristo Super Star y del hombre del hielo, que sabiamente recorría los laterales del ring cuando dentro del cuadrilátero peleaban absurdamente Mister Moto y Pepino el Payaso.
¿Qué me miran?, ¿qué me están mirando?
¿Nunca vieron un semidios?, ¿eh?
Y vos, y vos, dejá ahí la botella, dejala ahí te digo.
No, no, no, no estoy tomado, ¡nada que ver!, ¡si esto es gatoréid!.
Son los dioses, mis hermanos, mis vecinos, mis celestiales moradores los que hablan por mí y se agolpan en mi lengua para largar sus verdades.
Y ahora me voy a sentar, me voy a sentar porque con tantos dioses en la cabeza me pesa y como que se me cae.
Pero no olviden lo que les dije: es un punto de inflexión.
Y además ahora ya lo saben: al lado mío Amon Ra es un poroto.
Quizás hayan pensado "¿cómo es que antes estos muchachos eran tan puntuales y ahora están demasiado flexibilizados?"
Tal vez tengan pensamientos interrogativos del tipo "¿será que durmieron en la gloria del partido?" o "¿estarán traicionando la tan mentada lealtad cheboláh?"
¡Nada que ver!
Simplemente estábamos esperando el momento adecuado. ESTE momento.
Al principio a este blog venían curiosos y extrapartidarios, voyeurs electorales y aprovechadores políticos que lo único que buscaban era su propio beneficio.
De a poco los hemos ido desalentando con superficialidades, con nimiedades, con café frío y medialunas duras.
Yo mismo los he conminado sin que lo sospecharan a este proceder, basado en mi profundo conocimiento de las lides políticas.
El cedazo aplicado ha dado sus frutos: hoy estamos los que estamos, somos los que somos y además estamos los que somos y somos los que estamos. ¿Estamos?
Queridos cheboláhs: con ustedes, pequeño pero selecto y valioso grupo humano, vamos a reconstruir la patria.
Embarcados en este proyecto, cual arca de Noé politizada, haremos historia.
Dejémonos ya de cosas vacías de contenido, de envases inútiles.
Por eso digo se marca un punto de inflexión.
A ustedes, mis más leales seguidores, descartados los oportunistas y débiles de razón, tengo que hacerles una confesión de vital importancia.
Sus oídos ya están preparados para oir la verdad, sus mentes están debidamente purificadas.
Por las dudas, sientensén.
Yo, el Líder, así como me ven, no soy enteramente humano.
Veo en sus rostros la sorpresa.
Pero estoy seguro que pronto trocarán esa expresión por gozo y júbilo.
Mi ser desciende de los dioses, de la fecunda unión del sol y la luna, del polvo de los planetas, de los mitológicos habitantes de los montes griegos, de Jesús Cristo Super Star y del hombre del hielo, que sabiamente recorría los laterales del ring cuando dentro del cuadrilátero peleaban absurdamente Mister Moto y Pepino el Payaso.
¿Qué me miran?, ¿qué me están mirando?
¿Nunca vieron un semidios?, ¿eh?
Y vos, y vos, dejá ahí la botella, dejala ahí te digo.
No, no, no, no estoy tomado, ¡nada que ver!, ¡si esto es gatoréid!.
Son los dioses, mis hermanos, mis vecinos, mis celestiales moradores los que hablan por mí y se agolpan en mi lengua para largar sus verdades.
Y ahora me voy a sentar, me voy a sentar porque con tantos dioses en la cabeza me pesa y como que se me cae.
Pero no olviden lo que les dije: es un punto de inflexión.
Y además ahora ya lo saben: al lado mío Amon Ra es un poroto.
Discurso del Líder durante la
pollada a beneficio del s.P.A.M. en el
Club Social y Deportivo Palo y a la Bolsa
Buenos Aires - Octubre 2008
pollada a beneficio del s.P.A.M. en el
Club Social y Deportivo Palo y a la Bolsa
Buenos Aires - Octubre 2008